Corazonada, de Coppola

Las luces de Las Vegas a lo lejos y Natassia en la cuerda floja. Escena maravillosa de esta película de Coppola, esteticamente preciosa pero con un mensaje-moraleja bastante triste. O quizas, realista. Quemar las naves no se llega a hacer nunca, y al final siempre te rindes despreciando la magia a cambio de la rutina y la seguridad. El amor es un ámbito en el que esta elección dramática se da constantemente. Natassia Kinsky le dice al protagonista enfadado con la novia que ya no soporta "Para librarte de una chica del circo basta con cerrar los ojos". Y el tipo va y lo hace porque necesita volver a la dependencia de las discusiones constantes, de los malos rollos automáticos, del despertarse al lado de una mujer que no se soporta, y viceversa. Eligen volver a las jaulas del miedo. Yo prefiero quedarme fuera. La locura está bien para un rato, pero cuanto antes se vuelve a la senda marcada, a seguir el paso del rebaño.. Las ovejas negras son solo permitidas un ratito. Raul Juliá y Natassia Kinsky hacen de los tentadores que ofrecen la magia y la locura en vez de la vida gris y repetitiva. Y como siempre en el discurso oficial, el mal no vence... La cordura y el aburrimiento pesa mas, el miedo es el que inclina la balanza, aunque a eso acaben llamándolo amor...

CORAZONADA (de Jose Luis Forneo)

Las luces de Las Vegas a lo lejos
y Natassia en la cuerda floja
funambulista que danza en el desierto.
Tengo una corazonada:
el baile es para mi.

¿Te enamoras fácilmente?
pregunta Raul Juliá
tras quemar las naves de su estabilidad.
Tengo una corazonada:
el que pregunta soy yo.

Para librarte de una chica del circo
basta con cerrar los ojos
y volver a las jaulas del miedo.
Tengo una corazonada:
prefiero quedarme fuera.

La locura del viaje al fin del mundo
siempre puede esperar.
Ante la rutina que ofrece Hank,
Franny tuvo una corazonada:
eligió pájaro en mano.

Yo mejor ciento volando.