Me ha sorprendido encontrar en todas las portadas de la prensa nacional la noticia sobre un ejemplo de tortura a un etarra. La sorpresa no es porque exista la tortura en España, algo que los informes anuales de Amnistia Internacional, entre otros organismos internacionales, evidencian constantemente. Lo llamativo es que se publique, que no se oculte, que salga a la luz claramente en todos los medios de comunicación que hasta ahora siempre lo negaban. La tortura en los cuarteles existe en España como en el franquismo porque las instituciones y la justificacion de su poder sigue siendo igual. La democracia de boquilla, vacia de contenido, que es un mero maquillaje con respecto a su antecedente político, sin cambios radicales, que regala como concesion la libertad a los subditos, no puede mas que usar esta segun convenga al caso para mantener el estado de las cosas. Cuando la libertad no es un derecho sino una concesion, cuando esta se puede dar, quitar, reprimir o manipular dependiendo de las necesidades de los políticos y los intereses que les dirigen, no es libertad real. Y en el caso de la lucha por el derecho a la autodeterminación que duele tanto a los poderes fácticos españoles está claro la concepción de libertad que tienen los políticos españoles y las instituciones del Estado nacional que aun defiende la continuidad de la idea de una España una, grande y "Libre". Da igual que nos dejen tener cierta autonomía concedida por la clemencia y la benevolencia de la nación... Cuando se sacan los pies del tiesto se utiliza cualquier método para intentar que se vuelvan a meter. Aunque la tortura no está solo vinculada a la independencia de los pueblos, como se vio en el caso de Roquetas de Mar hace unos meses. La tortura es algo asumible por las fuerzas de seguridad porque están hechas a imagen y semejanza de la idea de Estado represor, que no cree en la libertad sino como concesión, como cesión, no como derecho.
En fin, no se si que la realidad de las torturas se visibilize significa un paso adelante o un paso atrás. Porque la opinion pública, la del metro, la de los desayunos, la de los medios de comunicación, la apoya si se trata de reprimir algo "tan horrible" como querer la independencia de una cultura, de un pueblo. Nadie de momento la ha condenado abiertamente en las tecnologias creadoras de opinion, lo que hace que incluso se vea bien desde el nacionalismo recalcitrante que moldea las mentes de los "españoles de bien". Porque para que exista una democracia tiene que haber democratas. Y ese cambio ideológico generalizado esta muy lejos de conseguirse, al menos en una España que todavia tiene la impronta de cruzada nacional.
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