Santiago Carrillo en uniforme rojigualdo

Me ha llegado gracias a un camarada un documento gráfico impagable sobre Santiago Carrillo, personaje indeseable que, como acertadamente afirma Jon Odriozola en su artículo dedicado al personaje en Gara, hizo realidad el apotegma de Marx (de Groucho, que a Carlos lo olvidó hace tiempo) que decía aquello de que «tengo estos principios, pero si no le gustan, tengo otros».

El gran mercenario "eurocomunista" (etiqueta intragable que no significaba otra cosa que "oportunismo" y "venta al mejor postor", siempre al servicio del mantenimiento del capitalismo) se vistió con el uniforme nacional de futbolista de la selección española con ocasión del Mundial 82.

Compartimos aquí la imagen del antiguo lider del PCE que, cuando llegó el momento de reinstaurar la República y luchar por el Socialismo, se hizo amiguete de los franquistas e incluso del sucesor elegido a dedo por "El carnicero de El Pardo", de Juan Carlos de Borbon, dejando enterrados y abandonados en miles de fosas anónimas por todos los rincones de España a los asesinados por el régimen fascista, que habian luchado por todo lo contrario a lo que Carrillo ayudó a perpetuarse.

La imagen supera con creces a la del mismo personaje impresentable con la famosa peluca con la que entraba y salía de España con la complacencia de las mismas fuerzas de seguridad del estado que, mientras tanto, fusilaban a sus camaradas (y que continuaron siendo las mismas después de muerto Franco, aunque con diferente uniforme, mientras Carrillo mostraba la misma complacencia que estas habían tenido con él). 

Precisamente, el mismo PCE que Carrillo convirtió en peon del sistema le homenajeó tras su muerte aprovechando los actos del 35 Aniversario de la Fiesta del partido. Todo ello a pesar de que este volviera a cambiar de chaqueta hace 27 años para aposentar sus huesos oportunistas en el Partido Socialista Obrero Español, ese partido al servicio de los grandes bancos y multinacionales. 

En definitiva, y al fin y al cabo, los dirigentes del PCE actual, aunque algunos intenten desmarcarlo del de Carrillo y compañia, sigue siendo la bisagra de equilibrio que el régimen utiliza para que el bipartidismo siga funcionando como fue diseñado, y para que los votantes del PSOE decepcionados voten temporalmente a un  PCE que, siendo realmente un PSOE en miniatura, nutra de votos a este cuando toque la gran decepción con el Partido Popular. Por todo ello, y al fin y al cabo, muchos de los grandes líderes del PCE acaban intengrandose de una forma u otra en las filas del PSOE, y, en otras tantas vergonzosas ocasiones, el PCE o su marca electoral, Izquierda Unida, acaben pactando o apoyando gobiernos del partido hermano y antiobrero a pesar de su nombre.   

Da bastante asco ver a Carrillo con el uniforme de la selección nacional de España (de la misma España bajo cuyo suelo miles de republicanos y comunistas fusilados por el régimen que dio lugar al actual, siguen esperando que sea haga justicia). Asi que espero que cuando veais esta foto, no os pille cenando.

Además de las fotografias, las frases que la acompañan, pronunciadas por el que acabaría, lógicamente, su vida política como militante del partido único, el PPSOE, no tienen desperdicio, y demuestran cómo Santiago Carrillo se sentía de lo mas a gusto en esta pantomima democrática cuyos cimientos siguen estando bien enraizados en el franquismo rojigualdo.