El talón de hierro es una magnífica obra de Jack London, que debería ser lectura obligada en todos los colegios del mundo (lo que pasa es que enseñar desde la infancia qué es realmente el capitalismo no conviene a la oligarquía económica). La obra no es solamente una joya literaria, sino que se trata de una de las mejores distopías o novelas de anticipación social, en la que se describe (la novela fue publicada en 1908) como el capitalismo se va transformando en una gran red de control social que acaba poniendo en manos de unos pocos toda la economia, la política, los medios de información, la justicia y, en general, todo el poder.
La descripción de lo que London llama El Talón de hierro, es decir, el régimen creado por la
plutocracia que somete a la clase trabajadora a su total dominio, se parece increiblemente a lo que sufrimos hoy en dia; la novela podría, no obstante, haber sido publicada ayer mismo pues es de total actualidad.
Se trata de una novela de ficción, y fue siempre considerada como una premonición de los fascismos de la Europa de entreguerras. En realidad, y con nuestra perspectiva histórica, podemos afirmar que llega mucho más lejos, pues no es muy distinto lo que en ella se esboza a lo que estamos viviendo en la actualidad. El ritmo de degradación que están sufriendo los derechos humanos, económicos y sociales en las así llamadas, no se sabe muy bien por qué, democracias occidentales, nos muestra que el despotismo y la violencia social que dibuja London en su obra no está tan lejos.
La novela se presenta como un texto semiautobiográfico escrito por un protagonista de la misma. Se trata de las memorias de Avis Everhard, esposa del líder revolucionario Ernest Everhard, refiriendo en primera persona los iniciales intentos abortados por destruir al Talón de Hierro. Está dividido en capítulos, y se encuentra inconcluso, presumiblemente porque fue interrumpida por una incursión de las tropas del Talón de Hierro. Adicionalmente, contiene notas a pie de página redactadas por un tal Anthony Meredith, estudioso de la historia del siglo XX, contemporaneo del tiempo en el que el Talón de Hierro ya había sido derrotado, que hace la edición del manuscrito recuperado.
Las profecias de London son increiblemente realistas, no solo en lo evidente, como la acumulación de la riqueza en pocas manos o el control de los medios de información, la cultura o la justicia por los grandes capitalistas, algo propio e inevitable en el desarrollo del sistema, como ya analizara metódicamente, Marx y Engels, a los que London, militante socialista, había leído con seguridad. También acierta en detalles sorprendentes, como el gran desarrollo del arte individualista en el periodo de entreguerras, como consecuencia del exceso de beneficio que los grandes capitalistas tenían que gastar, o el estallido del consumismo para los oligarcas y sus lacayos, muchos de ellos miembros de la clase trabajadora, y el enorme desarrollo de las obras públicas, del turismo o del ocio, como forma de dar salida a los enormes excedentes producto del robo de la plusvalia aprovechándose de la debilidad del trabajador desorganizado.
El título original de la obra es The iron heel, y es, como hemos dicho, una interesante anticipación de la opresión, masacres y sometimientos que ejerce la plutocracia sobre los ciudadanos de esa mundo dominado por el capitalismo que no es más, como comprobamos hoy día, una pesadilla hecha realidad y vislumbrada por Jack London a principios del siglo pasado. Es decir, London prevee y describe algo que se ha hecho realidad: que el desarrollo del capitalismo no lleva más que al fascismo, y que el enfrentamiento final de la lucha de clases va a ser, está siendo, entre clase trabajadora y oligarquía fascista.
Como hemos dicho al principio, debería ser de lectura obligada en las escuelas... Sin embargo, como anticipaba también Jack London, el sistema educativo está en manos de la misma plutocracia que domina la justicia, la economia, la cultura y la información, y para nada le conviene a esta que los que han nacido para ser sus esclavos conozcan, desde su más tierna infancia, el futuro que les espera, no vaya a ser que, como tarde o temprano sucederá (ahí London tambien muestra su lectura del marxismo), en la obra se dice que en cuatro siglos, pero puede ser en cualquier momento, los trabajadores se organicen y decidan tomar el poder por cualquier medio (inevitablemente, la oligarquía va a intentar evitarlo como sea con todas sus fuerzas, violentamente) y ejecutarlo para el beneficio colectivo.
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