8 de marzo de 2018

¿Qué es el Día de la mujer? Alexandra Kollontai

¿Qué es el Día de la mujer? ¿Es realmente necesario? ¿No es una concesión a las mujeres de clase burguesa, a las feministas y sufraguistas? ¿No es dañino para la unidad del movimiento obrero? Esas cuestiones todavía se oyen en Rusia, aunque ya no en el extranjero. La vida misma le ha dado una respuesta clara y elocuente a estas preguntas.

El día de la mujer es un eslabón en la larga y sólida cadena de la mujer en
el movimiento obrero. El ejército organizado de mujeres trabajadoras crece cada día. Hace veinte años las organizaciones obreras sólo tenías grupos dispersos de mujeres en las bases de los partidos obreros… Ahora los sindicatos ingleses tienen más de 292.000 mujeres sindicadas; en Alemania son alrededor de 200.000 sindicadas y 150.000 en el partido obrero, en Austria hay 47.000 en los sindicatos y 20.000 en el partido. En todas partes, en Italia, Hungría, Dinamarca, Suecia, Noruega y Suiza, las mujeres de la clase obrera se están organizando a sí mismas. El ejército de mujeres socialistas tiene casi un millón de miembros. ¡Una fuerza poderosa! Una fuerza con la que los poderes del mundo deben contar cuando se pone sobre la mesa el tema del coste de la vida, el seguro de maternidad, el trabajo infantil o la legislación para proteger a las trabajadoras.

Hubo un tiempo en el que los hombres trabajadores pensaron que deberían cargar ellos solos sobre sus hombros el peso de la lucha contra el capital, pensaron que ellos solos debían enfrentarse al «viejo mundo» sin el apoyo de sus compañeras. Sin embargo, como las mujeres de clase trabajadora entraron en las filas de aquellos que vendían su trabajo a cambio de un salario, forzadas a entrar en el mercado laboral por necesidad, porque su marido o padre estaba en el paro, los trabajadores empezaron a darse cuenta de que dejar atrás a las mujeres entre las filas de «no-conscientes» era dañar su causa y evitar que avanzara. ¿Qué nivel de conciencia posee una mujer que se sienta en el fogón, que no tiene derechos en la sociedad, en el estado o en la familia? ¡Ella no tiene ideas propias! Todo se hace según ordena su padre o marido…

El retraso y falta de derechos sufridos por las mujeres, su dependencia e indiferencia no son beneficiosos para la clase trabajadora, y de hecho son un daño directo hacia la lucha obrera. ¿Pero cómo entrará la mujer en esa lucha, como se la despertará?

La socialdemocracia extranjera no encontró la solución correcta inmediatamente. Las organizaciones obreras estaban abiertas a las mujeres, pero sólo unas pocas entraban. ¿Por qué? Porque la clase trabajadora al principio no se percató de que la mujer trabajadora es el miembro más degradado, tanto legal como socialmente, de la clase obrera, de que ella ha sido golpeada, intimidada, acosada a lo largo de los siglos, y de que para estimular su mente y su corazón se necesita una aproximación especial, palabras que ella, como mujer, entienda. Los trabajadores no se dieron cuenta inmediatamente de que en este mundo de falta de derechos y de explotación, la mujer está oprimida no sólo como trabajadora, si no también como madre, mujer. Sin embargo, cuando los miembros del partido socialista obrero entendieron esto, hicieron suya la lucha por la defensa de las trabajadoras como asalariadas, como madres, como mujeres.

Los socialistas en cada país comienzan a demandar una protección especial para el trabajo de las mujeres, seguros para las madres y sus hijos, derechos políticos para las mujeres y la defensa de sus intereses.

Cuanto más claramente el partido obrero percibía esta dicotomía mujer/trabajadora, más ansiosamente las mujeres se unían al partido, más apreciaban el rol del partido como su verdadero defensor y más decididamente sentían que la clase trabajadora también luchaba por sus necesidades. Las mujeres trabajadoras, organizadas y conscientes, han hecho muchísimo para elucidar este objetivo. Ahora el peso del trabajo para atraer a las trabajadoras al movimiento socialista reside en las mismas trabajadoras. Los partidos en cada país tienen sus comités de mujeres, con sus secretariados y burós para la mujer. Estos comités de mujeres trabajan en la todavía gran población de mujeres no conscientes, levantando la conciencia de las trabajadoras a su alrededor. También examinan las demandas y cuestiones que afectan más directamente a la mujer: protección y provisión para las madres embarazadas o con hijos, legislación del trabajo femenino, campaña contra la prostitución y el trabajo infantil, la demanda de derechos políticos para las mujeres, la campaña contra la subida del coste de la vida…

Así, como miembros del partido, las mujeres trabajadoras luchan por la causa común de la clase, mientras al mismo tiempo delinean y ponen en cuestión aquellas necesidades y sus demandas que les afectan más directamente como mujeres, amas de casa y madres. El partido apoya esas demandas y lucha por ellas… Estas necesidades de las mujeres trabajadoras son parte de la causa de los trabajadores como clase.
Imagini pentru mujer trabajadora marx
En el día de la mujer las mujeres organizadas se manifiestan contra su falta de derechos. Pero algunos dicen ¿por qué está separación de las luchas de las mujeres? ¿Por qué hay un día de la Mujer, panfletos especiales para trabajadoras, conferencias y mítines? ¿No es, en fin, una concesión a las feministas y sufraguistas burguesas? Sólo aquellos que no comprendan la diferencia radical entre el movimiento de mujeres socialistas y las sufraguistas burguesas pueden pensar de esa manera.

¿Cuál es el objetivo de las feministas burguesas? Conseguir las mismas ventajas, el mismo poder, los mismos derechos en la sociedad capitalista que poseen ahora sus maridos, padres y hermanos. ¿Cuál es el objetivo de las obreras socialistas? Abolir todo tipo de privilegios que deriven del nacimiento o de la riqueza. A la mujer obrera le es indiferente si su patrón es hombre o mujer.

Las feministas burguesas demandan la igualdad de derechos siempre y en cualquier lugar. Las mujeres trabajadoras responden: demandamos derechos para todos los ciudadanos, hombres y mujeres, pero nosotras no sólo somos mujeres y trabajadoras, también somos madres. Y como madres, como mujeres que tendremos hijos en el futuro, demandamos un cuidado especial del gobierno, protección especial del estado y de la sociedad.

Las feministas burguesas están luchando para conseguir derechos políticos: también aquí nuestros caminos se separan: para las mujeres burguesas, los derechos políticos son simplemente un medio para conseguir sus objetivos más cómodamente y más seguramente en este mundo basado en la explotación de los trabajadores. Para las mujeres obreras, los derechos políticos son un paso en el camino empedrado y difícil que lleva al deseado reino del trabajo.

Los caminos seguidos por las mujeres trabajadoras y las sufraguistas burguesas se han separado hace tiempo. Hay una gran diferencia entre sus objetivos. Hay también una gran contradicción entre los intereses de una mujer obrera y las damas propietarias, entre la sirvienta y su señora… Así pues, los trabajadores no deberían temer que haya un día separado y señalado como el Día de la Mujer, ni que haya conferencias especiales y panfletos o prensa especial para las mujeres.

Cada distinción especial hacia las mujeres en el trabajo de una organización obrera es una forma de elevar la conciencia de las trabajadoras y acercarlas a las filas de aquellos que están luchando por un futuro mejor. El Día de la Mujer y el lento, meticuloso trabajo llevado para elevar la auto-conciencia de la mujer trabajadora están sirviendo a la causa, no de la división, sino de la unión de la clase trabajadora.

Dejad que un sentimiento alegre de servir a la causa común de la clase trabajadora y de luchar simultáneamente por la emancipación femenina inspire a las trabajadoras a unirse a la celebración del Día de la Mujer.

Escrito: En 1913.
Esta edición: Marxists Internet Archive

12 comentarios:

Anónimo dijo...

Todo esto que dice Kollontai no tiene nada que ver con el feminismo realmente existente, son la noche y el día. La reivindicación feminista, con sus "huelgas" organizadas por y para el Poder, por los medios de propaganda de capital, está al servicio de la desunión del sujeto revolucionario y de la desmovilización de sus ansias por cambiar realmente la sociedad.

Mientras la izquierda no se deshaga de toda esta mierda ideológica del feminismo, el homosexualismo, el animalismo, etc., y no ponga al marxismo al frente, sencillamente nos seguirán explotando salvajemente y, además, entre carcajadas.

JL F dijo...

Veo que no se ha leído la entrada y, como dicen los argentinos, habla al pedo. Lo que dice Kollontai, precisamente, es que hay que separar el feminismo burgués del proletario, es decir, el feminismo de clase burguesa y el de clase obrera, que no se pueden mezclar aunque, como es obvio, como sucede en cada cosa de nuestra sociedad (y para eso está la dialéctica -debería leer a Mao y a Lenin-), es diversa y afectada por innumerables factores, por lo que es inevitable que un sindicato tenga que trabajar con obreros aburguesados, además de con obreros conscientes, que un partido de vanguardia tenga que dirigir la lucha de la clase trabajadora, pero para ello tenga que hacerlo dentro dentro de una sociedad afectada y infiltrada, también dentro de cada comunista o de cada obrero, de ideología burguesa. En todo movimiento, como en cada persona, el principal enemigo es el burgués que hay dentro, y luchar contra él se hace en todo acto, en toda protesta, en toda acción. Los comunistas no tienen que esconder la colita y criticar como cascarrabias incapaces que la burguesía intente controlar los procesos para dividir al sujeto revolucionario: ese es su trabajo, y lo hace mejor que nosotros. El comunista debe estar en primera línea siempre para disputar ese papel a los burgueses. Es muy bonita la actitud de no me muevo porque la manifestación, la revuelta o la protesta interesa a la burguesía... Lo difícil de verdad es estar ahí para convencer a los que salen a la calle (aunque sea para una Revolución de febrero dirigida por los mencheviques) a que el único camino es la lucha de clases (del que, precisamente, días como el de ayer son un ejemplo de que sigue vigente y muy activa, aunque gracias a comunistas de pacotilla que prefieren gruñir a actuar la ofensiva es de la burguesía, y no de los trabajadores). En este sentido, alabo el papel de, por ejemplo, Iniciativa Comunista, que ha estado ahí, en la calle, con sus banderas rojas y sus cánticos comunistas a pesar de las directivas de los convocantes ¿Acaso el que los pensionistas salgan a la calle, la mayoría votantes de políticas neoliberales, de ideología burguesa porque lo único que quieren, probablemente, no es, ni mucho menos, una revolución, sino vivir con comodidad y sin mojarse como hasta ahora, hay que boicotearla porque no están dirigidos por comunistas? Con la que está cayendo, si esperamos que los comunistas dirijamos algo podemos esperar sentados... Si no nos gusta algo, hay que hacer una contraofensiva, no solamente criticar.

JL F dijo...

Personalmente, no me gusta nada ver una protesta de estas dimensiones sin apenas banderas rojas, porque los sindicatos y los partidos comunistas están a por uvas. No es posible ninguna solución, ni acabar con el machismo, ni con el racismo, ni con la pobreza, ni con la explotación, sin organización y sin acabar con el sistema que produce todo lo anterior. Pero... esperar a que deje de llover para salir a la calle mientras llueve no cambia nada. Mezclamos churras con merinas, pero no solo las feministas: la mujer obrera sale a la calle con el explotador, en vez de luchar contra este cada día, independientemente de su sexo, mientras los/las que deberían organizar la lucha contra ellos se quejan de que se muevan mirando desde sus ventanas, eso sí, muy cabreados. Y todo ello, a pesar de que los que vivieron aquella lucha, como Alexandra Kollontai, Lenin, Zetkin, Stalin, Mao y tantos otros, les hayan dejado escritas las claves de qué hacer, aunque parece que en los últimos años algunos solo deben utilizar tanto papel para limpiarse el culo.

Saludos Rojos.

Anónimo dijo...

Mira, Forneo, eso del feminismo proletario es la versión podemita del feminismo realmente existente, que no es más que pensamiento burgués. Y la crítica, Forneo, es lo primero. Y luego construimos. Pero mientras la izquierdita postmarxista se crea el feminismo -por muchos apellidos proletarios que le pongamos-, el homosexualismo, etc. pues seremos una cosechadora de derrotas, los tontos útiles del capital. Ya sabes lo que decía Lenin de la teoría revolucionaria, sin la que no hay Revolución. Si no limpiamos el marxismo, y con él la práctica, seremos podemitas, de hoz y martillo, pero podemitas.

La Reina Letizia I de España y V de Catalonia ya sabes que está con las huelgas feministas. A ver cómo organizamos la siguiente sin los Borbones y El País... Que no, Forneo, que a Ana Rosa Quintana no la vamos a hacer proletaria ni a la Sra. Botín. Que lo nuestro no es competir con esta chusma.

JL F dijo...

Es que de eso se trata, de competir con esa chusma, de tomar la ofensiva contra ella, en vez de mirar al toro desde la barrera. Es como lo de Cataluña: que si es un procés burgués, que si está dirigido por el PdeCat, que si Puigdemont y Pujol... y mientras tanto los que salen a la calle son los obreros, eso sí, desorganizados y perdidos. A ver si nos van a contar ahora que los que fueron apaleados por la policia en Cataluña eran burgueses, que los votantes de la República Catalana son todos pijos y que los que llenaron las calles ayer eran todos reyes y presidentes de bancos. Se trata de ganar la calle, y no dejar que la gente salga cabreada y dirigida por la burguesía, no de dejar que esto pase y, simplemente, ponerlos verdes.

Por otro lado, como Kollontai y Lenin, hay que separar claramente a la mujer burguesa y a la mujer de clase, aunque sean las primeras las que tomen la iniciativa. Como decía Lenin en "El día internacional de la mujer", "No es tarea fácil incorporar a las masas a la revolución: las masas están sometidas y oprimidas por el capitalismo, pero no hay otra manera –ni puede haberla- de liberarse de la sumisión y el esclavismo que aquel comporta.
Ahora bien, no se puede involucrar a las masas en la política sin movilizar también a
las mujeres. Bajo el régimen capitalista, la mitad femenina de la raza humana está
doblemente oprimida, por el capital y por el hombre".

Eso sigue siendo así porque seguimos sometidos al capitalismo, así que la tarea de movilizar a las masas es nuestra, sino queremos que las movilice el capital (y protestar porque este lo haga en vez de reconocer nuestra culpa no es muy marxista-leninista, ni mucho menos).

Anónimo dijo...

Forneo, no existe el feminismo proletario como no existe el "eurocomunismo proletario" ni la "perestroika proletaria". De hecho Kollontai no usa el término "feminismo" en este artículo para identificarse con él. Y cuando lo usa o bien lo hace negativamente o lo califica de burgués.

Por supuesto que las mujeres son parte del sujeto revolucionario -la mitad del cielo, decía Mao- y las explotadas tienen que estar en la lucha igual que los hombres tienen que estar en una lucha cuya unidad se define no por el sexo (el bajo vientre) sino por la condición de explotados y oprimidos o explotadores y opresores (conciencia a la que se llega por la cabeza y el corazón).

El feminismo, el único que existe y puede existir, el burgués, dice que la mujer tiene que ser como el hombre en el marco capitalista, es decir, tiene que explotar. Y ya lo hacen muchas y muy bien, por cierto. El marxismo dice que los explotados y oprimidos tienen que acabar con la explotación y que sin esa condición no hay igualdad que valga. No hay liberación de la mujer ni del hombre sin socialismo y cualquier presunta liberación aquí y ahora es ser, en el caso de la mujer, una burguesa con pasta en el bolsillo. ¿Es eso proletario? ¿Puede serlo? Vamos, Forneo, vamos a dejarnos ya de sueñecitos agradables en plan me toca la lotería social y me hago filántropo. Vamos a mandar ya a la mierda las ilusiones podemitas.

Me voy a tirar un pedo argentino... A ver si atufo a la Reina Letizia y otras cuantas como ella.

Salud

JL F dijo...

Sí, así es, estas repitiendo lo que dice el marxismo sobre el Día de la Mujer trabajadora y sobre la doble explotación de la mujer. El "feminismo" es burgués; la lucha de la mujer trabajadora contra la explotación es necesaria, y los hombres han de sostenerla, porque es parte de su misma lucha, no utilizar las típicas excusas puristas como la de que el socialismo solo puede ser mundial y no en un solo país o que la explotación es igual para todos, sean hombres, mujeres, negros o alemanes. Afortunadamente, el marxismo explica que la realidad está llena de contradicciones y que aplicar las leyes científicas del desarrollo humano, el camino hacia la liberación y el final de la explotación, está lleno de pasos adelante y pasos atrás y de tener que "colaborar" con la burguesía que está en todos lados, incluso en nosotros mismos, o luchar contra ella en cada circunstancia diferente. Es lo que dicen Kollontai, Mao y Lenin, y ellos, probablemente, no se habrían quedado en casa criticando a los que salen a la calle, sino que hubieran llamado a los obreros a tomarla, como debe ser.

Saludos Rojos

Anónimo dijo...

Se puede criticar a quienes salen a la calle y a quienes se quedan en casa, en función de lo que se apoya: ¿Tú imaginas a Lenin al lado de Ciudadanos (Villacís), Ana Rosa Quintana o Gloria Lomana? Venga, Forneo, no flipes, hombre. Por cierto, lee a Monedero, que dice lo mismo que tú sobre este tema.

JL F dijo...

Lo que no me imagino es a Lenin quedándose en casa tocándose las bolas, ni en el 8 de marzo ni en Cataluña ni en Murcia ni en ninguna situación en la que la gente salga a la calle. Porque la vaguería y la pereza se escoden muy bien diciendo que este no es el momento ni este tampoco, ni mucho menos al otro, o justificando la cobardía e inacción propia diciendo que los que salen son los ricos y los burgueses, mientras estos se quedan en casa partiéndose el culo de los que les convierten en líderes de la manifestación. Monedero dice lo mismo que vosotros los que bombardean cualquier acción o apoyan a la versión neutral de esta, que al final persiguen lo mismo: que nada cambie. Da lo mismo apoyar un 8 de marzo inofensivo dirigido por la burguesía que gruñir contra el 8 de marzo quedándose en casa: ambas actitudes son antimarxistas y solo persiguen que todo siga igual.
Saludos Rojos

Anónimo dijo...

http://blogs.publico.es/juan-carlos-monedero/2018/03/09/imbeciles-con-lazo-morado/

Es el artículo de Monedero. Lenin, Forneo, lo que habría hecho es criticar la bazofia ideológica del feminismo como antimarxista, desenmascarar la mentira del "feminismo proletario". Y organizar la revolución (con mujeres y hombres). No ir a una manifestación organizada por el zarismo para celebrar que todos estamos en el mismo barco sin clases.

Tu argumento de que hay que estar, si es universal, deberías aplicártelo tú. Y haber convocado desde tus blogs a esa manifestación tan guay y tan progre y tan borbónica y tan proletaria. Y como hay que estar en todos los sitios espero verte convocando en la próxima manifestación antiterrorista, de los fascistas contra Cataluña o de celebración del Real Madrid. Hay que estar. Hacerse oír. Pues allí habrá que ir, ¿no?

Hay que criticar (toda la obra de Marx y de Lenin es crítica de algo y de alguien) y organizar (no subirse al carrito progre instalado por el Poder para... desorganizarte).

Hoy es 11-M. ¿Había que estar en esas manifestaciones contra el atentado? Yo no estuve, porque no comparto calle ni con el partido de los GAL, ni con el de la última guerra imperialista. Estuve ante la sede del PP el 13 con la esperanza de verla en llamas y me fui asqueado de allí al ver que todos los que me rodeaban eran votantes del partido del GAL y de la OTAN.

Las recientes manifestaciones en apoyo de Cataluña fuera de Cataluña no han contado de cientos de miles de participantes. Y ahí sí que he estado. Claro que Monedero nos calificaba de "locos". Pero ahí sí que hay que estar porque esa sí es una lucha contra el Poder, en la que hay unos contra otros.

Lenin criticaría y organizaría no una manifestación multiclasista, sino un incendio, un incendio histórico. Esto no lo hace ni Monedero ni quienes defendéis el feminismo "proletario", que es como el eurocomunismo proletario. Una contradicción. Y la antítesis de "proletarios de todos los países, uníos".

JL F dijo...

La Revolución de 1905 o la de febrero, que el propio Lenin reconocía estaban dirigida por la burguesía o los mencheviques, contó con el apoyo de los socialdemócratas y comunistas (bolcheviques)... Solo los que luego dirían que el socialismo solo es posible si es internacional y que, de lo contrario, había que tirar la toalla, decían que si lo convocan o dirigen los burgueses hay que quedarse en casa. Lo mismo pasó en Cataluña con estos antimarxistas destroyer del todo o nada (todo o nada literal, es decir, si no hay todo, mejor nada), que como el Pdcat o ERC o la Cup no son puristas y ellos convocan, mejor quedarse en casa y no seguir el llamado "multiclasista" etc, etc y bla bla bla. El típico "hay que evitar mover el culo como sea" del carrillismo y otras imposturas similares.

El caso del 8 de marzo es que no la convoca la burguesía... Puede que este año se hayan apuntado o ido un paso más que la mierda de sindicatos que tenemos... El 8 de marzo esta propuesto por Clara Zetkin y defendido como necesario contra la "doble explotación de la mujer" (Lenin dixit) por todos los grandes marxistas y marxista-leninistas de la historia, así que aunque algunos que prefieren la nada a la lucha (quizás para nada, pero lucha) y intentan destruir la propia historia del marxismo y del ml, la convocatoria es de hace mucho tiempo y, ya que todavía no se han alcanzado, muy al contrario se ha ido para atrás gracias a ese inmovilismo del sofacito y el internete, los objetivos que dieron lugar al Día de la Mujer trabajadora, sigue siendo necesaria la lucha. Algo obvio. El objetivo de Monedero y el tuyo es el mismo, que es el de PODEMOS: no hacer realmente nada.

Por otro lado, desde mi blog se apoya todo lo que avance o luche hacia el socialismo, aunque no sea para conquistarlo mañana (el anarquismo desatado de muchos comunistas de salón es patético) o, incluso, aunque la burguesía se apunte al carro o intente dirigir la manifestación o el procés (algo que se les escapa siempre de las manos, porque son los obreros los que llenan las calles), y aunque haya que convocar, o no, manifestaciones separadas (como en los casos de las huelgas generales del año pasado o en otras). En todo caso, es muy ilustrativo que los sindicatos de clase hayan convocado a mujeres y hombres a la huelga del 8 de marzo, mientras los sindicatos del régimen, vendidos al capital, piensen como tu. Cada oveja con su pareja, como dice el refrán.

En definitiva, hagamos caso a Lenin, Kollontai, Mao o Zetkin, y no a los teóricos del nihilismo: la mujer sigue siendo doblemente explotada, y ha de luchar junto con el hombre contra toda explotación (como el hombre junto a la mujer), así que !Viva la lucha de la clase obrera! !Viva la lucha de la mujer trabajadora!

JL F dijo...

"Con el fin de construir una gran sociedad socialista, es de suma importancia movilizar a las grandes masas de mujeres para que se incorporen a las actividades productivas. En la producción, hombres y mujeres deben recibir igual salario por igual trabajo. Sólo en el proceso de la transformación socialista de la sociedad en su conjunto se podrá alcanzar una auténtica igualdad entre ambos sexos". Mao

"Porque, bajo el capitalismo, la mitad femenina del género humano está doblemente oprimida. La obrera y la campesina son oprimidas por el capital, y además, incluso en las repúblicas burguesas más democráticas no tienen plenitud de derechos, ya que la ley les niega la igualdad con el hombre". Lenin

¿A quién crees que voy a seguir en sus propuestas y enseñanzas, a Lenin y a Mao o a ti?

Saludos Rojos

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