Las cámaras de la televisión rumana Digi24h captaron como en la concentración de aficionados españoles en los alrededores del Bernabeú aparecieron las habituales banderas fascistas, propias no solo de ese entorno (el estadio del Real Madrid), sino también de un país que sigue regido y gobernado por el entramado político-mafioso-financiero diseñado por el franquismo, y que el próximo día 19 se dispone a perpetuarlo con la elección del nuevo rey, Felipe VI de Franco (su apellido es, como se conoce, Borbón, pero todos sabemos que serña rey gracias al genocida que torturó a los españoles durante 40 años. Si la democracia instaurada en 1931, con la proclamación popular de la II República, no hubiera sido derrocada violentamente por los mercenarios de una parte del ejército español dirigidos por el futuro dictador y apoyado por las tropas nazis alemanas y fascistas italianas, con la connivencia y ayuda del capitalismo mundial, jamás hubiera habido más reyes en el estado español).
De aquellos vientos, las actuales tempestades. En realidad, nos equivocamos cuando intentamos creer que mostrar una bandera con el aguila franquista es peor que mostrar la misma bandera con el escudo de la Constitución del 78 o, simplemente, rojigualda, pues la verdad es que todas significan exactamente lo mismo: la España del saqueo y la explotación, la España de los reyes y los grandes delincuentes económicos que viven chupando la sangre de los españoles; la España Una, Grande y Libre que pisotea los derechos de las naciones que ha sometido a lo largo de su sangriento pasado y que todavía no han logrado su independencia.
En todo caso, y por eso yo nunca podré alegrarme de una victoria de la selección española, sea cual sea el deporte, sino de sus derrotas, cuanto más humillantes mucho mejor, el equipo nazional de fútbol se identifica con el país que representa, con su bandera extendida a la fuerza sobre miles de fosas comunes, con su himno cuyas notas chirrían sobre el recuerdo de los gritos de sufrimiento de millones de españoles, con la impunidad de las mafias empresariales que lo gobiernan y saquean y con la continuidad de una dictadura sanguinaria que han intentado disfrazar de democracia por arte de birlibirloque, imponiendo un rey bonachón, además de borrachón, (que fue, no obstante, educado por el propio Franco y que juró defender idénticos principios) y, después, otra vez a pesar de los españoles, a su hijo.
En el video de Digi24h se puede ver a los sostenedores de España, muchos, (el 50% de los jóvenes) desempleados y otros tantos desahuciados, celebrando que jugaba la selección; en el segundo 20 se aprecia que entre tanto rancio olor a sangre derramada rojigualdo aparece también algún que otro aguilucho. Probablemente, esto en las televisiones españolas, para seguir con la pantomima de que las cosas han cambiado desde los tiempos en que la bandera franquista cambio su escudo, no lo habrán emitido:
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