La segunda transición contra el pueblo

El tercero de los jefes de estado franquistas subió al trono

Uno se va unos días de vacaciones y, cuando vuelve, encuentra que han vuelto a hacer el truco de birlibirloque, aquel de aparentar cambiar las cosas para dejarlo todo igual, a gran velocidad para evitar el rechazo popular. Así que ahora tenemos un nuevo rey franquista, Felipe VI, que ha comenzado su reinado como su padre y como su abuelo ideológico, a hostías contra los españoles.

Es lo que pasa cuando intentan aparentar que todo es muy democrático, aunque tienen que llenar las calles de matones vestidos de uniforme por miedo al pueblo, que los grandes delincuentes que controlan con mano férrea el país tienen apoyo popular, aunque las protestas contra su saqueo son el pan nuestro de cada día,  que el nuevo rey está muy bien preparado, aunque se haya pasado la vida como su padre, de tal palo tal astilla, sin dar palo al agua y chupando del bote de las arcas públicas para sus orgías, desmanes y granujerías varias.

Como dice Pablo Hasel en su canción dedicada a la fulminante imposición de un nuevo rey,  este, como dice el famoso refrán, de tal palo tal astilla, ha necesitado de una nueva ficción, la Segunda Transición, para pasarle por su gran caradura un poco de maquillaje democrático, y para continuar el régimen tiránico de una minoría de mafiosos que vive con grandes lujos y crecientes derroches a costa de la cada vez mayor miseria, sufrimiento y sometimiento de los trabajadores.

Para ello, como sucedió en la primera transición en 1978, cuando hacía falta un Carrillo para vender la lucha de los comunistas a lo largo del franquismo, hoy han usado al supertelevisivo PODEMOS de Pablo Iglesias para que toda posible protesta se convierta en humo y para volver a poner un anzuelo envenenado, desmovilizador, ciudadanista, pacifista, etc... a los explotados, con el objetivo de que la oligarquía franquista, lo que algunos intencionadamente llaman "la casta" en vez de explotadores, continúe sin oposición su dictadura capitalista y siga recortando los derechos, los salarios y los servicios públicos a los trabajadores, mientras a manos llenas siguen llevándose a sus propios bolsillos el botín de su saqueo.

Lo cierto es que, a pesar de los aspavientos y los sonidos de trompeta, la cosa sigue igual que antes, y nos han vuelto a colar al tercero de los jefes de estado franquistas, por la gracia de Dios y no del pueblo, como forma de dejar tal y como estaba, y lleva estando durante casi ocho décadas, la tiranía de los ladrones capitalistas sobre los pueblos del estado español.  Esperemos que el régimen de Felipe VI no dure, como el de los parásitos que le han antecedido, otras cuatro décadas de sometimiento, latrocinio y continuo bacanal a costa de los trabajadores.

Los videos de los matones de la policía apaleando a los republicanos el día de la proclamación del nuevo parásito franquista, complementan a la perfección la canción del rapero comunista.