Los datos que recopile son los siguientes (pulsar sobre la imagen para ampliarla):
A partir de estos datos se calcula la tasa de plusvalía, que es la relación entre la cifra de plusvalía (importe apropiado por los capitalistas) y la cifra de salarios. La plusvalía la obtuvo realizando la suma del beneficio antes de los impuestos más los intereses pagados. Y los salarios del renglón de gastos de personal se extrajo la cuenta de resultados. El motivo de que se consideren los intereses pagados como plusvalía se fundamenta en la premisa de que el fruto del trabajo del obrero se distribuye entre tres “agentes”: los accionistas, los bancos (que cobran un interés por la deuda concedida a la compañía) y, por último, la parte para el trabajador. Un aspecto a señalar es que los salarios están expresados de forma bruta (sin restar impuestos), del mismo modo que los beneficios, que son antes de impuestos, para que las cifras puedan ser comparables, de forma que no se tiene en cuenta el cuarto “agente” que seria el Estado o hacienda.
Además también se han estudiado las horas necesarias para ganar el salario y las horas de plusvalía. Es decir, la jornada laboral de 8 horas se entiende dividida en dos partes, en las cuales se distribuye el valor de producción creado. Una primera parte son las horas que se necesitan para generar un valor igual al salario y la segunda son las horas en las cuales el trabajador trabaja gratis con el fin de generar beneficio a los accionistas y a los bancos.
Como se puede observar en los gráficos la barbarie llega a elevados extremos. Si los medios de producción fueran del proletariado en Abertis, por ejemplo, solo con una jornada de 2 horas se ganaría el importe equivalente al salario, en Endesa únicamente con 2,45 horas y en el Banco Santander nada más que 1,86 horas. La diferencia con las 8 horas son las horas de plusvalía.
En el primer gráfico se indica la tasa de plusvalía, demostrándose como empresas destacadas, tal que Abertis y Banco Santander, superan el 300%, es decir, la plusvalía triplica los salarios. En la última gráfica se desagrega la plusvalía en dos divisiones: la obtenida por la empresa y la bancaria (intereses pagados al banco).
Por último, el autor unifica todo su excelente trabajo en la siguiente presentación, donde podemos verificar, a través de la tasa de plusvalía o de explotación, como los capitalistas se apropian no solo del producto de nuestro trabajo, sino de gran parte de la fuerza de trabajo que le vendemos. Un excelente trabajo para entender cómo nos explotan a los trabajadores, y qúe parte de nuestras horas de trabajo las trabajamos para ganar nuestro sueldo y cual, la mayoria de ellas, para el beneficio de nuestro patrón.
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