2 de febrero de 2015

Escoltar camiones de petroleo, principal misión de los soldados españoles en Iraq

Las Fuerzas Armadas españolas han vuelto a Irak después de diez años. Los primeros 30 militares, miembros del Mando de Operaciones Especiales, con sede en Rabasa (Alicante), llegaron a mediados de enero a Bagdad con la misión de iniciar la formación del Ejército iraquí y facilitar el despliegue del resto del contingente español, compuesto por otros 270 soldados.

La excusa esta vez es sumar las fuerzas españolas a la misión internacional liderada por
Tello, a bordo de un vehículo, junto a otro militar español desplegado en Irak. Público
Estados Unidos para combatir al Estado Islámico y el yihadismo. Una curiosa explicación teniendo en cuenta que los principales financiadores y fuente de armas del E.I. son los que han propuesto la misión, EE.UU.

Sin embargo, parece que tras las "misiones de paz", etiqueta que se suele poner a estas intervenciones armadas, hay intereses económicos muy fuertes, principalmente relacionados con los beneficios de la explotación petrolífera de las grandes corporaciones capitalistas.

Fernando Tello, veterano de la primera misión española en Irak, contó a Público lo que hacían los soldados españoles en Irak en antiguas misiones de ocupación (lo que oficialmente se esconde como "misión de paz").

"Íbamos, supuestamente, en misión humanitaria, pero yo no regalé ni un bolígrafo, ni una pegatina, ni un cachito de pan a un niño, nada", comienza Tello, explicando que los soldados que formaron parte de la primera misión española en Irak se dieron cuenta muy pronto de lo que sería su día a día: "A los diez días ya nos recibieron con fuego de mortero".

"Allí pasaba todo de noche", relata el exmilitar español, que confiesa que aún debe medicarse para evitar "ataques de ansiedad". "Cada noche te hostigaban, no te dejaban dormir. Por la mañana salías cansado, había emboscadas… Los primeros ataques nos cogieron por sorpresa y casi en la cama", denuncia Tello.

Por supuesto, es bastante lógico que cuando unos soldados de otro país llegan a tu país para saquear tus recursos y imponer su política no sean recibidos ni mucho menos con flores.

Además de los ataques, la rutina diaria también sorprendió a los soldados: "Dimos más viajes de escolta de gasolina que para dar ayuda a los niños".

"Lo de la colaboración humanitaria lo hice una vez o ninguna, y escoltar a los camiones de gasolina para que se fueran por la frontera de Kuwait, 300.000 veces", revela Tello.

Preguntado al respecto, el exmilitar lo reitera sin dudar: "A escoltar camiones de petróleo, a eso nos dedicábamos en Irak ¡Que se atrevan a decirme que es mentira! Íbamos cinco o seis BMR [Blindado Medio sobre Ruedas] intercalados entre cada 20 o 30 camiones de gasolina. Imagínate los camiones que podían irse. Eso era un interés político y económico total. Así nos jugábamos la vida. Pero claro, como la vida de la gente importa poco mientras que otros se lleven los intereses como se los llevó Aznar... 

Es decir, los soldados españoles fueron enviados a Irak (como posiblemente a tantos otros objetivos en el exterior) a proteger los intereses de las grandes empresas petrolíferas, y ni mucho menos a defender a la población civil o a ayudar al país a reconstruirse.

El exsoldado, echado del ejército nada más regresar a España por sufrir las consecuencias psicológicas de la guerra y del engaño, rememoró igualmente un sinnúmero de situaciones en las que las vidas de los soldados corrieron peligro por las decisiones de unos mandos a los que llegó a ver "debajo de la mesa" durante un ataque. "Los que te enseñan a ti, debajo de la mesa, y tú, al frente".

Maltrato a prisioneros iraquís en Iraq, El País.
Lo que no dice Tello es que las únicas víctimas de la intervención militar son los ciudadanos de Irak, a los que los soldados de ocupación no han tratado ni mucho menos como sus jefes, a los que iban a servir, sino, más bien, lógicamente y de acuerdo al verdadero carácter de su misión, como a un pueblo ocupado, sometido y humillado, como demuestran noticias como la del maltrato a prisioneros publicada en El País.

En resumen: soldados enviados a garantizar los intereses de unos cuantos bolsillos, en nombre de una supuesta garantía de la paz que no es más que la paz de los criminales, la del sometimiento, el saqueo y el desprecio de la vida humana; la sanguinaria "paz" de la barbarie imperialista.

3 comentarios:

Piedra dijo...

Pobrecito soldado, que mal lo tuvo que pasar, no le dejaban jugar con los niños ni ayudar a las viejecitas a cruzar la calle, que es a lo que va uno al ejercito desde siempre.
Está claro que los militares son Gilipollas hasta antes de entrar como asesinos a sueldo.

Saludos.

Loam dijo...

¿Es que alguna vez los ejércitos han servido a otros intereses que los de la oligarquía?

sdas dijo...

Protegiendo los oleoductos de su amo ; Gran perro es España para los yankis

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