Los peruanos protestan contra la "invasión" de marines norteamericanos

Los peruanos han salido a la calle en Lima el pasado martes para dar la "bienvenida" a los matones del portaaviones estadounidense USS George Washington, que con sus 3.200 efectivos van a dar inicio a una nueva "invasión militar"..

Se trata de una  'operación encubierta', realizada con el consentimiento del gobierno peruano, destinada a afirmar la presencia norteamericana no solo en el Perú, sino en América, en una circunstancia en la que el Imperio busca cambiar  la correlación de fuerzas imperante en la región.

El portaaviones George Washington llega al puerto del Callao en el marco de un acuerdo de cooperación militar bilateral que el Congreso de Perú ratificó a finales de enero, cuando autorizó el ingreso y la permanencia de tropas estadounidenses en territorio peruano.

Así, a partir de febrero han ingresado a Perú más de un centenar de militares de Estados Unidos, muchos de ellos para una permanencia de un año.

En virtud del acuerdo, el ejército de EEUU capacita a las Fuerzas Armadas de Perú en el combate de grupos armados y narcotraficantes que operan en el Valle de los Ríos Apurímac, Ene y Mantaro, según informó en febrero un artículo del portal Defensa.com.

El 21 de agosto pasado, activistas de organizaciones políticas y sociales se manifestaron también por las calles limeñas en rechazo a una presencia militar que consideran lesiva de la soberanía y la seguridad de Perú.

Según la convocatoria del Colectivo Dignidad para este martes, Perú es "el único" país de la región en el que operan nueve bases militares estadounidenses, mientras que tres de sus puertos sirven para reabastecimiento a la Cuarta Flota de EEUU. La Cuarta Flota tiene como principal objetivo el control militar marítimo en el Caribe, América Central y América del Sur.

Se trata de otro nuevo ejemplo de colaboracionismo de los políticos vendepatrias, en este caso Humala, con el imperialismo yankee, en contra de la opinión de sus propios pueblos. La nueva "invasión" norteamericana, en este caso permitida por las autoridades, pretende potenciar la presencia militar en América del Sur ante el retroceso continuo de la influencia de Washington en la zona en los últimos años. Con base en Perú, como sucede también en Colombia, los marines puedes organizar y apoyar a los grupos terroristas y golpistas en interes económicos de las multinacionales norteamericanas y estratégicos del gobierno de EE.UU.

Curiosamente, una de las excusas utilizadas para este tipo de "invasiones consentidas" es combatir el tráfico de drogas, siendo Estados Unidos el mayor consumidor de cocaina del mundo y el país cuyas mafias (ilegales o legales) más rendimiento económico sacan de su producción, distribución y consumo.