El aumento del número de facultades de la Universidad Complutenes cuyas librerias son gestionadas por empresas cercanas a la nefasta influencia del Opus Dei es un preocupante asunto que deberia alarmar a toda la comunidad universitaria. Sin embargo, detrás de este polémico control de algo tan esencial como es el acceso a la cultura se encuentra un problema mucho mas importante: la externalización de los servicios.
En una Universidad en la que no ha hecho falta la implantación de los objetivos de la Declaración de Bolonia para que todo se oriente como un campo de girasoles hacia el sol que mas calienta, el mercado, no es de extrañar que se prescinda de una gestion integral y formativa de cada vez mas parcelas del ámbito universitario. La alimentación, el ocio, el mantenimiento del entorno ambiental, la reprografia, y el acceso al libro, entre otros, estan ofrecidos por empresas cuyo principal finalidad es el beneficio económico, y no la participación en la construcción de un entorno y una oferta adecuada para la formación académica y personal.
En este caso, las librerias de la facultad de psicología, economicas y filología han pasado a manos de la empresa Delsa-Troa, claramente cercana al Opus Dei, en detrimento de Paradox, que venía ofreciendo el servicio anteriormente. Y no ha sido nada mas que consecuencia de la externalización señalada. Con fecha 31 de Julio de 2007 el Rectorado en uso de sus competencias y a propuesta de la mesa de contratación encargada resolvió proceder a la adjudicación de las librerías a Delsa para el periodo comprendido entre el 1 de Septiembre de 2007 y el 31 de Agosto de 2008. Solamente porque la oferta era mas económica. Sin ningun tipo de manipulación. El sistema se aplicó, sin mas.
Los estudiantes y algunos profesores parece ser que se han molestado por la aplicación del proceso habitual y han hecho alguna que otra manifestación, aunque en ningún momento protestando contra el sistema y su funcionamiento, sino simplemente porque la empresa que ganó el concurso no es ideologicamente muy deseable. Esta última parte la compartimos., pero nos parece que se olvida lo esencial.
Hemos dado una vuelta por la libreria de Economicas y de Psicología y todo parece en orden. Sin embargo los alumnos nos comentan que los primeros dias habia bastantes publicaciones con toque repugnantemente religioso en los escaparates que convenientemente han escondido ahora. Parece ser que, por ejemplo, el último libro del señor Ratzinger estuvo entre los libros recomendados.
Es lamenteable que una libreria obviamente sectaria pueda ofrecer el servicio de venta de libros a los alumnos de una universidad que debería ser claramente laica en todas sus parcelas. Pero no es un problema de los dueños de la empresa que simplemente optan a llevarse la parte del pastel que el sistema les permite. El verdadero problema es que aceptemos que todo se compre y todo se venda, y que el mejor postor sea el que finalmente nos ofrezca el servicio que necesitemos, porque la universidad se lava las manos.
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