Ultimamente, me he dado cuenta de la creciente presencia de los comerciales. Pero no me mal interpreten, la presencia de un comercial es positiva en los negocios privados pero, ¿también en política? Si nos fijamos bien, los políticos han dejado de ser tales para convertirse en verdadero comerciales. Las "ventas" que hacen des sus megalómanas construcciones, instituciones, "servicios públicos" (permítanme las comillas porque lo de público ya linda la obscenidad) son cada día menos creibles a la par que vergonzosas cuando vemos la verdadera realidad.
Hace poco abrieron varios hospitales en la comunidad de Madrid. San Sebastián de los Reyes, Valdemoro, Parla. Pero hasta la fecha los mínimos servicios que prestan carecen de calidad. No culpo a los médicos que tal vez sean los menos indicados ya que carecen de medios, tiempo o seguridad en sus puestos. Culpo a la administración que no proporciona lo justo y necesario para prestar un servicio digno a los ciudadanos.
Y esta "venta" nos la están haciendo con las mejores imágenes, los mejores fuegos de artificio, las mejores palabras. Y el ciudadano de a pie coloca las mejores de sus sonrisas de satisfacción. Pero desgraciadamente, esas sonrisas se borran a la hora de hacer uso de esas "maravillosas instalaciones sanitarias" Urgencias saturadas con un número ínfimo de pacientes, atenciones fugaces, informes mediocres, pruebas escasas.
Y no contentos con tener esos "negocios hospitalarios" a medio fuego y encima fuego semi-muerto, van abandonando los servicios básicos del centro de salud del barrio. Esperas de una semana para ir al pediatra, médicos con turnos alternos de tres tardes y dos mañanas. Y ante estas situaciones, los niños son vistos por el médico de cabecera de sus padres y no por su pediatra; los enfermos que trabajen en turno de mañana no podrán más que enfermar los días alternos que su médico pase consulta, al igual que los trabajadores del turno de tarde. Así, un trabajador que no puede pedir permiso en su trabajo para el médico de cabecera (sólo es posible para especialistas) y que tenga a su médico en turno de tarde los lunes martes y viernes, tenga mucho cuidado en enfermar un miércoles, porque hasta dos días después no tendrá hora con su doctor/a. Y luego nos dirán que por qué saturamos las urgencias, bueno mejor dicho las semi-urgencias porque ni están preparadas para un número normal de pacientes, ni mucho menos para una avalancha de enfermos con su médico en horario de mañana.
Por favor dejen de "vendernos sus motos electoralistas" ya no nos creemos nada. Dejen de reirse de nosotros que somos a fin de cuentas quienes les ponemos en sus puestos políticos, perdón en sus puestos comerciales.
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