La policia toma la plaza de Lavapies ¡Increible! Antes únicamente aparecían cuando posiblemente necesitaban justificar su trabajo detectando a algún ser humano sin papeles o cogiendo a algún pequeño traficante. De repente llegaban pidiendo documentación a diestro y siniestro, siempre y cuando su piel fuera un poco diferente a la suya.
Ahora que se acercan las elecciones polis apuestos y tocados con una boina se ubican en pleno nucleo de un espacio habitualmente caracterizado precisamente por la libertad, y por eso mismo quizás sea mucho mas seguro que otros. El detalle de la boina no es baladí, porque les de un aspecto de fuerzas de intervención rápida o similar, transmitiendo mas aun una agobiante y preocupante sensación de seguridad.
Antes en la plaza de Lavapies convivian diversidad de nacionalidades y rasgos étnicos, múltiples lenguas, diferentes profesiones, actividades, ocios... Des-Esperanza Aguirre y su vena represora y manipuladora parece querer empujar un poco a la marioneta Rajoy ante las elecciones que se avecinan. Seguramente no le interesa la seguridad (salvo la de los de su calaña en sus urbanizaciones gélidas y blindadas, como sus corazones). Lo que le interesa realmente es pescar votos gracias a crear sensacion de miedo.
Cuando el beneficio sustituye al placer suelen suceder estas cosas: el mundo solo se ve a través de las rejillas del miedo, de temor, para garantizar lo atesorado, sea esto mucho o poco. El hombre miedoso es un minusvalido que depende de las cosas, que se ancla a la certidumbre y a la estabilidad en un mar agitado. El placer de lo que fluye, de lo natural, esta en retroceso. Sobre todo en Madrid. El Madrid de la desesperanza.
No hay comentarios:
Publicar un comentario