
El 18 de julio debe servir para señalar con el dedo tanto a aquellos criminales como a los que son sus herederos políticos, los que se a veces suelen autodenominarse "demócratas de toda la vida", que en vez de estar entre rejas o encerrados en un campo de trabajo para que al fín produzcan algo positivo para el pueblo, siguen ocupando altos cargos políticos, empezando por la jefatura del estado, y atesorando en sus manos las grandes empresas, muchas de ellas enriquecidas a costa del trabajo esclavo de las víctimas de la salvaje represión franquista.
Es hora de que dejemos de ser sus nietos olvidadizos y de empezar a hacer justicia:
1 comentario:
Si, no estaría de más dejar los complejos de lado y denunciar a los asesinos y a sus herederos y discípulos y eso como paso previo a tomar medidas contra todos ellos.
Saludos.
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