Son palabras del Manifiesto de la Alianza de Escritores Antifascistas para la Defensa de la Cultura, inmediatamente después del golpe de estado fascista contra la democracia española en julio de 1936.
Cultura y fascismo son dos términos incompatibles de raíz, aunque los fascistas siempre se saquen de la manga algún patán que hace las veces de escritor, pintor o poeta del régimen de turno. El fascismo rechaza y destruye todos los valores esencialmente humanos, como el ansia de libertad, la indignación ante la injusticia, la esperanza en la utopía o la creatividad artistica. Por ello, el mundo de la cultura se ha puetto siempre de lado del pueblo en los momentos de euforia capitalista, cuando la violencia fascista arrasa todo rastro de humanidad.
Así sucedió también en julio de 1936, cuando el mundo de la cultura español también alzó la voz ante la amenaza brutal de los reaccionarios, cuando estos dieron el golpe militar contra el gobierno democrático y el pueblo español sin importarles vender su patria (en realidad la única patria de un burgués es el dinero) a las potencias fascistas, Italia y Alemania, publicando el Manifiesto de la Alianza de Escritores Antifascistas para la Defensa de la Cultura el mismo día de la creación de esta, y en el que se posicionaban claramente con la cultura de los valores nacionales (los del pueblo, no los de sus parásitos), con la inteligencia, la libertad y la dignidad humana, que podemos leer en el diario La Voz del día 30 de ese mes.
La preocupación de aquellos hombres alertados por el peligro que sufría la cultura es más comprensible, si cabe, ahora que conocemos las consecuencias del triunfo del fascismo en 1939 en España, en 1945 en Europa Occidental y en 1991 en casi todo el mundo: el capitalismo, especialmente cuando se desenmascara y muestra su verdadera cara fascista, es una apisonadora para la inteligencia y para la cultura y provoca, porque le interesa para su propia supervivencia, ciudadanos sin interés social y, uno va de la mano del otro, cultural, e intelectuales prostituidos cuyo talento básico consiste en llenar su bolsillo como sea escribiendo bajo pedido, sin ánimo alguno por cambiar realmente el estado de las cosas y la dominación de clase de la burguesía que le da de comer.
Como anticiparon en su Manifiesto, el triunfo del fascismo significó, como así ha sucedido, el final para "todas las posibilidades creadoras de España en el porvenir"
año XVII, número 4.854
página 3
Manifiesto de la Alianza de Escritores Antifascistaspara la Defensa de la Cultura
Se ha producido en toda España una explosión de barbarie en que las viejas formas de la reacción del pasado han tomado nuevo y más poderoso empuje, como si alcanzasen una suprema expresión histórica al integrarse en el fascismo.
Este levantamiento criminal de militarismo, clericalismo y aristocratismo de casta contra la República democrática, contra el pueblo, representado por su Gobierno del Frente Popular, ha encontrado en los procedimientos fascistas la novedad de fortalecer todos aquellos elementos mortales de nuestra historia, que por su descomposición lenta venían corrompiendo y envenenando el pueblo en su afán activo de crear una nueva vida española. Contra la auténtica España popular se ha precipitado para destruirla o corromperla, envileciéndola con una esclavitud embrutecedora y sangrienta, como la de la represión asturiana; este criminal empeño de una gran parte del Ejército, que al traicionar a la República lo ha hecho de tal modo que ha desenmascarado la culpabilidad de su intención, agravándola con la de traicionarse a sí mismo en la falsedad de los ideales patrióticos que se decía defender, sacrificando la dignidad internacional de España y ensangrentando y destruyendo el suelo sagrado de su historia. Y esto con tal ímpetu desesperado, demoledor, suicida, que la trágica responsabilidad delictiva de sus dirigentes lo ha determinado con características vesánicas de crueldad y de destrucción acaso jamás conocidas en España; en una palabra: fascistas.
Contra este monstruoso estallido del fascismo, que tan espantosa evidencia ha logrado ahora en España, nosotros, escritores, artistas, investigadores científicos, hombres de actividad intelectual, en suma, agrupados para defender la cultura en todos sus valores nacionales y universales de tradición y creación constante, declaramos nuestra unión total, nuestra identificación plena y activa con el pueblo, que ahora lucha gloriosamente al lado del Gobierno del Frente Popular, defendiendo los verdaderos valores de la inteligencia al defender nuestra libertad y dignidad humana, como siempre hizo, abriendo heroicamente paso, con su independencia, a la verdadera continuidad de nuestra cultura, que fué popular siempre, y a todas las posibilidades creadoras de España en el porvenir.
Emiliano Barral, escultor
Luis Quintanilla, pintor
Sender
Angel Ferrán, escritor
Ramón Gómez de la Serna
Sánchez Arcas, arquitecto
Vicente Salas Viu, escritor
Miguel Pérez Ferrero, escritor
Luis Lacasa, arquitecto
Carlos Montilla, ingeniero
J. Prados, catedrático de Universidad
Juan María Aguilar, catedrático
José Fernández Montesinos, escritor
Santiago Esteban de la Mora, arquitecto
A. Rodríguez Moñino, catedrático y escritor
Rodolfo Halffter, compositor
Rosa Chacel, escritora
Timoteo Pérez Rubio, pintor
Carlos Díez Fernández, médico
Concha Albornoz, escritora
Blas J. Zambrano, maestro nacional
José Ignacio Mantecón, archivero
Antonio Porras, escritor
Luis Buñuel, realizador cinematográfico
Rafael Dieste, escritor
Antonio Sánchez Barbudo, escritor
Rosario del Olmo, periodista
Rodríguez Leona, pintor
Miguel Prieto, pintor
Ramón Iglesia, bibliotecario
Alfonso R. Aldave, escritor
Rafael Sánchez Ventura, profesor
Adolfo Salazar, escritor
Gustavo Durán, compositor
Juan Chabás, escritor
Delia del Carril, pintora
Emilio Niveiro Díaz, escritor
Julio del Camino, escritor
José Ribas Panera, escritor
Pedro Garfias, escritor
Jaime Menéndez, escritor
José Herrera, escritor
María Angela del Olmo, actriz
Eduardo Ugarte, escritor
José Ramos, periodista
Acario Cotapos, músico compositor
María Alfaro, escritora
Luis Pérez Infante, escritor
Joaquín Villatoro
Rogelio Martínez Casanova
Santiago Ontañón, pintor
Carmen Muñoz Manzano, inspectora de Primera Enseñanza
Emilio Delgado, escritor
Armando Bazán, escritor
Xavier Abril, escritor
A. del Amo Algara, escritor
Luis Cernuda, escritor
Manuel Altolaguirre, escritor
María Zambrano, escritora
W. Roces, catedrático
José Bergamín, escritor.
Luis Quintanilla, pintor
Sender
Angel Ferrán, escritor
Ramón Gómez de la Serna
Sánchez Arcas, arquitecto
Vicente Salas Viu, escritor
Miguel Pérez Ferrero, escritor
Luis Lacasa, arquitecto
Carlos Montilla, ingeniero
J. Prados, catedrático de Universidad
Juan María Aguilar, catedrático
José Fernández Montesinos, escritor
Santiago Esteban de la Mora, arquitecto
A. Rodríguez Moñino, catedrático y escritor
Rodolfo Halffter, compositor
Rosa Chacel, escritora
Timoteo Pérez Rubio, pintor
Carlos Díez Fernández, médico
Concha Albornoz, escritora
Blas J. Zambrano, maestro nacional
José Ignacio Mantecón, archivero
Antonio Porras, escritor
Luis Buñuel, realizador cinematográfico
Rafael Dieste, escritor
Antonio Sánchez Barbudo, escritor
Rosario del Olmo, periodista
Rodríguez Leona, pintor
Miguel Prieto, pintor
Ramón Iglesia, bibliotecario
Alfonso R. Aldave, escritor
Rafael Sánchez Ventura, profesor
Adolfo Salazar, escritor
Gustavo Durán, compositor
Juan Chabás, escritor
Delia del Carril, pintora
Emilio Niveiro Díaz, escritor
Julio del Camino, escritor
José Ribas Panera, escritor
Pedro Garfias, escritor
Jaime Menéndez, escritor
José Herrera, escritor
María Angela del Olmo, actriz
Eduardo Ugarte, escritor
José Ramos, periodista
Acario Cotapos, músico compositor
María Alfaro, escritora
Luis Pérez Infante, escritor
Joaquín Villatoro
Rogelio Martínez Casanova
Santiago Ontañón, pintor
Carmen Muñoz Manzano, inspectora de Primera Enseñanza
Emilio Delgado, escritor
Armando Bazán, escritor
Xavier Abril, escritor
A. del Amo Algara, escritor
Luis Cernuda, escritor
Manuel Altolaguirre, escritor
María Zambrano, escritora
W. Roces, catedrático
José Bergamín, escritor.
Como por premura de tiempo y dificultades de comunicación no se han podido recoger más firmas, se advierte a todos los que quieran sumar la suya a este manifiesto lo hagan enviando su adhesión a la Alianza de Intelectuales Antifascistas para la Defensa de la Cultura, Castellana, 18.
4 comentarios:
Antifascistas... que trabajaron primero para la burguesía que podía permitirse pagar sus obras y después para los propios estados al servicio de quienes se pusieron muchos de ellos, es decir, pura hipocresía.
Cultura y fascismo son términos contrarios, si, pero que no nos vengan estos "artistas" e "intelectuales" a defender lo que tienen que ser la cultura o el arte: los suyos.
Para muestra de lo que digo un botón: (cojo el primero de la lista)
https://www.youtube.com/watch?v=Pwh4s0vy9Gs
"El escultor de la burguesía"
¿Por que quienes eran otros de esto "artistas del pueblo" Picasso, Lorca?
Más bien artistas del régimen burgués anterior y al servicio de la burguesía, esa la de siempre.
Saludos.
Que entre los antifascistas haya tambien algunos burgueses no elimina el valor de todos. Es como decir que como cuatro garbanzos son negros el cocido esta malo. Ser burgues de origen, no es algo malo en si mismo, por otro lado. De otro modo, muchos de los anarquistas mas conocidos serian todos unos vendidos al capital, empezando por Kropotkin, Bakunin, Tolstoi, Godstein, etc. etc... Asi que, estas mezclando ideas que no tienen que ver. Se puede haber trabajado para la burguesia (de hecho ahora la mayoria trabajamos al servicio de un burgues) y ser comunista o antifascista ¿donde esta la contradiccion? En todo caso, en la lista hay demostrados luchadores fieles (desde su trabajo burgues y la sociedad burguesa donde viven) al antifascismo y al antifranquismo; por citar solo a uno, José Bergamin, pero hay muchos mas.
Saludos
NO se puede ser antifascista y vender estatuas a webo, dedicarse al arte para ricos, porque una cosa es ganarse el pan y otra que sea exclusivamente de servir a lo peor de la sociedad, sino policía o verdugo, o carcelero...también sería solo un trabajo.
Sobre los ideólogos anarquistas, a pocos me oirás defender como persona, aunque algunas de las ideas, citas o reflexiones de ellos las considere más que razonables, al igual que las de mucho comunistas, como Marx.
Por supuesto no hay que generalizar y habría gente decente, pero ha buscado sobre los primeros en la lista y... ya ves, muy anticapitalistas no eran, así que para mi, eso implica no poder ser antifascista, que es la versión jevi de lo mismo.
Pasa como con muchos "artistas" actuales que firmaron contra al guerra del PP pero callaron contra la del P$oE, así, no estaban contra la guerra, estaban contra la parte del poder que les negaba las prebendas.
De ahí mi pregunta, ¿Cuantos de estos supuestos antifascistas criticaron los desmanes de la república burguesa, esa que mandó a Franco contra Asturias en el 34 o asesinó a los de Casas Viejas?
Más saludos.
"Contra la auténtica España popular se ha precipitado para destruirla o corromperla, envileciéndola con una esclavitud embrutecedora y sangrienta, como la de la represión asturiana"
En este comunicado se critica la represion de Asturias. No obstante, y aunque en parte tengas razon, claro que habia intelectuales antifascistas que criticaron la represion de Casasviejas, entre ellos Sender, Bergamin y muchos de los que militaban en el Partido Socialista o Comunista. De hecho, la matanza fue una de las razones que rompieron el pacto entre Largo Caballero y Azaña y propicio la victoria de la CEDA.
En todo caso, ha habido pocos intelectuales que lo fueran sin relacionarse con la burguesia en un régimen burgués. Solo en un sistema socialista se puede triunfar sin gustar a la burguesia. Es una cuestion de hegemonia e imposicion del gusto y de elegir a los triunfadores. Algunos, incluso asi, eran militantes de partidos de izquierda o que propiciaban revoluciones (como el PSOE de entonces, principal gestor de la Revolucion de Asturias), y criticaban, en la medida de lo posible, a los que les daban de comer. Algo que hoy no suele pasar.
No obstante, estoy de acuerdo contigo que muchos eran intelectuales de "izquierda" solo de boquilla, empezando por el propio Azaña que, al final, estaba desesperado por pactar con Franco la paz y mantener asi sus privilegios. De ahi a decir que todos los intelectuales son burgueses, pues va un trecho grande. Y que la republica era burguesa, al menos hasta el principio de la guerra, nadie lo discute.
Saludos
Publicar un comentario