En el año 1936 da comienzo la guerra Civil Española. El ejército golpista comienza a invadir las zonas que son fieles a la República y al gobierno electo. En el Norte todavía quedan algunos reductos en algunas zonas de las provincias de Vizcaya y Guipúzcoa y Asturias.
Al comenzar a invadir Euskal Herria, el ejército fascista se encuentra con una fuerte resistencia por parte del pueblo vasco, cuya milicia, los gudaris, está pobremente equipada, pero se opone con fuerza a la ocupación. Franco decide responder al desafió haciendo un llamado a la Luftwaffe alemana, que no duda en destruir la villa de Guernica, donde se encuentra el símbolo del pueblo euskaldún, el roble de la ciudad.
Bajo este marco de destrucción y terror, la película se centra en las vivencias de un excéntrico pintor norteamericano, Goya (Ron Faber), que se encuentra alojado en el castillo del conde de Cerralbo cuando da comienzo la guerra. El nombre del pintor tiene la intención evidente de tener presentes durante la cinta los horrores de la guerra del pintor aragonés, que también se enfrentó a la reacción en su época en la guerra entre el absolutismo de la que bien podríamos llamar, la brutarquía, contra las reformas francesas. El Goya de la película de Arrabal se enamorará de Vándala (Mariangela Melato), una campesina, y la película girará alrededor del romance de estos en el marco de la crudeza de la guerra civil concretizada en la Villa de Ramiro, una población ficticia que quiere simbolizar a la que fue destruida en la guerra por los nazis.
La película es muy personal, y el director, Fernando Arrabal, muestra una visión comprometida con la República, el gobierno popular legítimo en lucha contra los primeros golpes del fascismo en Europa, narrado todo ello con un estilo que está lejos de cualquier convencionalismo, cosa habitual en autor.
Fernando Arrabal ya nos mostró su visión de la Guerra Civil en su debut cinematográfico, “Viva la muerte”; pero mientras en dicha obra se centraba en como le marcó la guerra a él de niño, a través del personaje de Fando, aquí la contienda no es solo el marco en el que transcurre la acción, sino la verdadera protagonista de la función, ya que se nos muestra varias de las caras de la misma. Arrabal sigue apostando una vez más por su particular surrealismo, pero mientras en sus dos anteriores trabajos la diferencia entre mundo real y el mundo onírico era clara, aquí ambos se fusionan para retratar los horrores de la guerra con toda su crudeza. El surrealismo de Arrabal sirve para conectar la Guera Civil y al franquismo directamente con la Inquisición y la historia de España previa, subrayando la pésima importancia que tuvo la Iglesia y el prejuicio en ella, algo que define también al ejército vencedor de la contienda, al fascista, al régimen que se instituyó, el franquismo, y, por supuesto, a su herencia actual.
La brutalidad del fascismo, para Arrabal, hay que combatirla por todos los medios, tanto por la fuerza del fúsil como, principal e ineductiblemente, por la cultura. Por eso, el llamado que hace Arrabal, y que se aprecia en toda la cinta, a la educación de las masas, a la lectura, a la formación de los trabajadores, como medio de enfrentar y vencer a la brutalidad de las clases dirigentes.
La película se puede ver entrando en MOSCOFILMS o directamente a continuación:
ATENCIÓN:
Hemos tenido algunos problemas últimamente con los correos electrónicos recibidos en MOSCOFILMS, y no hemos podido responderlos, debido a que, por un fallo en la configuración, no aparecía el email del remitente. Por favor, a todos los que hayáis escrito, os pedimos que volváis a hacerlo de nuevo y, ahora sí, no habrá ningún obstáculo para que podamos responder vuestras dudas y peticiones.
No hay comentarios:
Publicar un comentario