
Es decir, la crisis fomenta el uso del transporte publico. Ha tenido que llegar la crisis para que se desarrolle la inteligencia de muchos ciudadanos y dejen de usar el vehiculo privado (que supone un gasto en tiempo y dinero bastante estupido, en la mayoria de los casos, ademas de la contaminacion atmosferica y acustica, el estres, y la aglomeracion urbana generada).
El coche ha sido un simbolo de individualismo y capacidad economica desde que el fordismo
provoco que los ciudadanos occidentales pudieran acceder al medio de transporte privado. La movilidad no es la razon por la que es preferible el coche que el transporte publico, porque con un sistema integral de transporte el coche podria ser bastante inutil, si las industrias automovilisticas lo permitieran. Asi comprar un coche, cuanto mas nuevo y caro mejor, ha sido una manera de realizacion personal o familiar, de demostracion de valia, de sentirse reconocido por la sociedad. Es tipica la imagen de que alguien se compre un coche y lo vaya enseñando a amigos, compañeros y familiares como una logro , una adquisicion, una conquista meritoria, envidiable.

Esta situacion ha sido fomentada por las instituciones publicas (empujadas por los grandes intereses economicos), que han olvidado, o considerado secundario, el transporte en comun, mas economico, posiblemente mas rapido si no hubiera embotellamiento de vehiculos privados, y, en una gran ciudad como Madrid, Barcelona o Sevilla, mucho mas inteligente.
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