Como era de esperar, teniendo en cuenta la tradición secular de pasarse el derecho internacional por donde acaba la espalda, Estados Unidos ha atacado Siria. El momento tan esperado por el actual presdiente, Barack Hussein, ha llegado, con la excusa de luchar contra el Califato Islámico, creado por el propio país norteamericano.
Esta madrugada la aviación
norteamericana ha descargado una lluvia de misiles sobre las posiciones
de los yihadistas en su santuario sirio de Raqqa. También la
marina de Estados Unidos ha participado en el ataque. Y
lo más significativo es que el Ejército estadounidense ha llevado a
cabo la operación en compañía de aviones de guerra de países árabes que se han incorporado a la que han denominado "coalición internacional", aunque se trata de Estados Unidos y algunos de sus títeres en Oriente Medio, principales financiadores, junto a Washington, del terrorismo islamista: Bahrein, Jordania, Qatar, Arabia Saudita y los Emiratos Árabes Unidos. Algunas fuentes aseguran que también ha participado Israel, que está ansioso de alguna actividad exitosa después de su reciente nueva derrota en Gaza.
Parece que al menos setenta combatientes del Estado Islámico (EI) murieron y otros
trescientos resultaron heridos por los bombardeos de la coalición. Otros
cincuenta miembros del Frente al Nusra,
también perecieron en un ataque con misiles contra una de sus bases en
la periferia occidental de la ciudad de Alepo.
El resto de los muertos son víctimas civiles, entre ellos una mujer y dos menores, que perdieron la vida por un bombardeo de los agresores contra la zona de Kafr Darian, en la frontera entre las provincias sirias de Alepo e Idleb.
Con
el ataque en territorio de Siria la guerra contra el Estado Islámico
adquiere una nueva dimensión,que enlaza con la continua agresión contra Siria desde hace unos meses, entre cuyas rmas se encontraba la financiación del terrorismo islámico que, sin solución de continuidad, ha terminado convirtiéndose en ISIS y la creación del Califato Islámico. Curiosamente, el territorio que controlan estos grupos en Irak y Siria son los más ricos en yacimientos petrolíferos, tan ansiados por Washington desde hace décadas, y que provocaron las diferentes guerras, ataques e invasiones de Estados Unidos contra Irak, al igual que todos los planes de controlar el gobierno sirio.
Obama no ha consultado en ningún momento al presidente de Siria, Bashar el Asad, al que, sin embargo, dicen que ha avisado, como si anunciar al presidente legítimo de un país soberano que van a bombardear su país sea excusa suficiente para justificar una nueva agresión contra su soberanía nacional. En todo caso, es más que evidente que ISIL y el Estado Islámico han sido creados para justificar un ataque a Siria que, nos tememos, no ha hecho mas que empezar.
De momento, Irán y Rusia han condenado el ataque contra la soberanía siria, mientras el resto de paises hasta ahora han guardado silencio cobarde o, simplemente, han consentido o, incluso, aplaudido abiertamente la agresión.
1 comentario:
Aunque se esperaba, es una barbaridad con graves consecuencias. El objetivo real del ataque es la soberanía siria y su gobierno legítimo.
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