En la nochebuena de este año 2009, mientras las familias españolas preparan la cena, volveremos a tener que sufrir el discurso del heredero de Franco, lleno de palabras de madera vacias de sentido, frases hechas, escritas por asesores dada la incapacidad de la familia real para hacer la o con un canuto, y muy muy aburrido.
La magia de la nochebuena hace que la diversidad ideologica y mediatica que tanto propagan a los cuatro vientos los defensores de nuestra supuesta democracia se transforme, durante unos minutos, como si la navidad provocara que se cayeran las mascaras, en la realidad de nuestra uniforme y totalitaria España, Una, grande y libre.
Asi, todos las cadenas de television se hacen una sola mientras emiten las imagenes del caudillos español, aquel que juro en su dia los principios del movimiento nacional franquista y los sigue aplicando hoy envueltos en el papel regalo, lleno de colorines y estrellitas, de la "democracia de las libertades".
Este año ademas las imagenes del sosaina Borbon tendran que tragarselas tambien por primera vez en Euskal Herria, porque el nuevo gobierno, el engendro socialista-pepero, ha decretado que la tradicional negativa de las televisiones vascas a compartir la homogeneidad peninsular es un acto de "desafección a las instituciones españolas".
Asi que esta proxima noche del 24 de diciembre, el caudillismo borbonico, el heredero directo del franquista, sera menú obligatorio en la carta televisiva, esa carta que, segun las propagandas mediaticas, es expresion de una gran diversidad, pero que en estos momentos magicos para algunos sera como un viaje a los tiempos donde solo habia una cadena de television (por otra parte, tan criticados por los empresarios de la comunicacion).
En fin, que lo mejor es apagar la tele, disfrutar de la cena sin adoctrinamientos de ningún tipo (ni los del franquista democratico, ni los de la infame programacion de ocio infumable y humor neutral), y dedicarse a los amigos, a la familia, o a cualquier actividad normalita de cada dia..
Por cierto, para los que prefieran expresar su opinion, en vez de tragarse la de otros, se ha convocado una gran cacerolada antirepublicana mientras el Juancar se pelea con su lengua para leer el discurso. Asi que mientras la uniformizacion televisiva en torno al trono se extiende por todas las Españas, se trata de hacer tronar la calle para que se enteren que en España si que hay diversidad, aunque no salga por la tele.
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