La multinacional Acciona quiere “reforzar su apuesta internacional” y, para ello, su presidente, José Manuel Entrecanales, no ha tenido mejor idea que contratar al "criminal de guerra" aun sin juzgar, Javier Solana, antiguo socialista que hoy se ha pasado, como la mayoria del PSOE, al grupo "sociolisto liberal".Es habitual que estos "grandes politicos" sean recompensados por los servicios prestados a la causa de las grandes empresas con puestos muy bien remunerados. No es que en sus antiguos cargos no estuvieran bien pagados, que lo estaban y mucho, pero el salto, el premio, de pasar a una gran multinacional, en un cargo comodo y suculento, donde nadie le va a pedir cuentas por sus errores, es algo habitual en los importantes colaboradores de las grandes corporaciones, como sucedio con Felipe Gonzalez, Aznar, Tony Blair y sucedera con Zapatero...
Se puede decir que al final uno se da cuenta de a quien servian realmente estos politicos cuando estaban en sus cargos, y por qué se les recompensa tan bien.
El caso de Javier Solana es indignante. Un antiguo "sociata" español, vocero de la lucha antiOTAn, se reconvertio (a cambio de sueldos altos, poder y promesas futuras ahora pagadas) en un liberal de pura cepa, defensor donde los haya de los intereses imperiales, sin limites de conciencia alguno.
Solana se incorporara a Acciona el proximo enero, después de abandonar su actual puesto en la UE, al entrar en vigor el Tratado de Lisboa, la nueva estafa europea a los ciudadanos del viejo continente. Solana liderará el proceso de expansión y consolidación de la compañía fuera de España. Los valiosos contactos que ha atesorado durante sus años al frente de la diplomacia europea y sus dotes negociadoras seran ahora armas para convencer (y para pedir compensacion a viejos favores) a hombres clave del mercado norteamericano, que tanto debe a este gran oportunista de 67 años.Recordemos que el antiguo anti OTAN, Javier Soalna, llego a ser despues Secretario General de la OTAN, cargo en el cual recibió la orden de Washington de atacar a la, por entonces, República Federal de Yugoslavia, lo que llevó a cabo en la noche el 24 de marzo de 1999 sin que todos los miembros de Consejo de Seguridad de la ONU tuviera conocimiento de ello.
Los bombardeos de la OTAN duraron 78 días, se efectuaron 38.000 misiones y no se distinguieron objetivos militares de civiles, destruyendo, a propósito, puentes; carreteras; refinerías; centrales eléctricas, embalses de agua etc., etc., etc.
La OTAN bombardeó reiteradamente el centro de Belgrado que, por lo visto, debía ser objetivo militar. Posteriormente, hizo lo propio en las localidades de Aleksinac y Prístina. Los aviones destruyeron, entre otras cosas, un tren de pasajeros en movimiento, cerca de la frontera de Bulgaria, así como autobuses civiles interurbanos llenos de pasajeros, y redujeron a cachitos dos columnas de refugiados que eran transportados en camiones. Un hospital, una residencia de ancianos y la Televisión serbia tampoco se libraron, ni siquiera la embajada china escapó de la barbarie genocida. Miles de instalaciones civiles fueron destruidas, mientras el Ejército yugoslavo apenas sufrió daños.
Solana cuando era socialista y anti-OTAN
Cuando termino la guerra, la OTAN dirigida por Solana se negó a informar al Gobierno serbio dónde se habían lanzado miles de bombas de racimo que no habían explotado, que suponian un riesgo enorme para los ciudadanos desperdigadas por ahi. Y sin embargo, ahora Javier Solana sale como un "gran hombre politico" por la puerta grande de esa cosa que puede ser llamada de todo menos democratica, la U.E. Nadie le acusara (de momento) de criminal de guerra, nadie juzgara sus asesinatos masivos de la poblacion civil yugoslava.
Al contrario, el gran capital le premia, y le da palmaditas en la espalda (ademas de muchos mas beneficios de los que se lucro hasta ahora), mientras sobre sus actos criminales se corre un tupido velo.
Esperemos que un dia todos estos velos que esconden a los grandes asesinos del siglo XXI sean arrancados.
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