Rajoy "nombra" gobierno y alcaldesa de Madrid

Rajoy a nombrado a su gobierno. Ninguna sorpresa. Los rostros de siempre (la mayoria de la época Aznar), y pocas mujeres, también en la linea del pensamiento cerril y sexista del Partido Popular. Poco mas se puede decir de este gobierno al que, antes de empezar, se le conoce como "el de la tijera", dispuesto a quitarle todo lo que puedan a los ciudadanos españoles para beneficiar a sus amigos de la empresa. Mas o menos lo mismo que con el último gobierno Zapatero. Mas de lo mismo.

La alcaldesa y el expresidente

Personalmente, me parece un gobierno diseñado por el verdadero lider del Partido Popular que, no nos engañemos, sigue siendo José Maria Aznar. No solo porque a Rajoy se le olvida demasiadas veces donde ha puesto lo que le han dicho que tiene que decir, sino porque el Partido Popular nunca hizo renovación alguna tras el castigo de los españoles por su responsabilidad política ante los atentados del 11M. Ellos nunca aceptaron la derrota y, en realidad, este gobierno parece una continuación del último del fuhrecito, como le definió a la perfección Fidel Castro.

Lo peor, al menos para los madrileños,  son las consecuencias secundarias (o quizás no tan secundarias) del nombramiento de Gallardon como ministro de justicia: la llegada a la alcaldía de Madrid de la primera dama del Partido Popular, la esposa del caudillo, Ana Botella. Sino, ¿de qué iban a elegir al díscolo alcalde de Madrid como ministro, con lo mal que le cae al amo Jose Mari?

Asi que, a partir de ahora, los pobres madrileños no solamente tendrán que sufrir el gobierno ultrareaccionario de la marquesa, Esperanza Aguirre, como presidenta de la Comunidad de Madrid, sino que tendrán que soportar también a Ana Botella, colocada en parrilla de salida por su marido Aznar tras su derrota electoral aquel 11 de marzo de 2004 (aunque el candidato fuera su delfín, Rajoy), y que hoy, tras el regreso al lugar de donde los iluminados aznarianos siguen creyendo que no debieron salir jamás, va a tomar las riendas de la principal alcaldía de las Españas, para que la familia, que como en todas las mafias es lo que realmente importa (despues del bolsillo, por supuesto) siga disfrutando del poder institucional y la posición política que merece por la gracia, por supuesto, de dios.

Sea como fuere, que ese dios, si es que existe, nos pille confesados a los trabajadores, pues nos van a empezar a caer golpes por todos lados.