11 de octubre de 2014

Charu Mazumdar – El camino de la revolución en la India

Naxalbari 

El Himalaya, situado en el continente asiático, es la cordillera más alta del planeta. Posee diez de las catorce cimas que superan los 8.000 metros en el mundo y se extiende por Bután, Nepal, China y la India.
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A los alrededores de estas enormes montañas se encuentra la aldea de Naxalbari, en el estado de Bengala Occidental, considerado como uno de los bastiones del maoísmo en la India y donde en 1967 se inició y se extendió la guerra popular que la Fracción Roja (dirigida por Charu Mazumdar) fusionada con las masas de campesinos pobres y sin tierra, libraron contra el poder semi-feudal y el estado Indio y las fuerzas represivas que lo sustentaban.
46 años después, el movimiento revolucionario de la India surgido de la pequeña aldea de Naxalbari, conocido precisamente como Naxalitas por los hechos ocurridos en aquellos años, con el PCI (Maoísta) y el Ejército Popular de Liberación (EGPL) a la cabeza, tiene presencia –a diferente-niveles- en 15 de los 29 estados que componen la India y controlan el 35% de su territorio.

Precisamente en este 2014 se cumplen 10 años del nacimiento del CPI (Maoísta), culminando así un proceso en el que se unieron cinco organizaciones comunistas, contando con la fusión del Partido Comunista de la India (Marxista-Leninista) Naxalbari en el mes de mayo de este año. Por esto queremos hacer nuestra aportación con el propósito de familiarizar al proletariado políticamente más adelantado con la experiencia de la lucha de clases en pueblos donde el revisionismo fue combatido de una manera eficaz por la vanguardia proletaria. Pudiendo crear de esta manera una línea política justa, lo que condujo al avance del movimiento revolucionario, del partido proletario, del nuevo poder revolucionario, con un pueblo armado para poder ser dueños de sus propias vidas, para poder crear un nuevo tipo de sociedad.

El fascista gobierno indio considera al PCI (Maoísta) y al EGPL el mayor enemigo y principal peligro (con toda la razón) para su existencia.

Múltiples informes de las autoridades indias dan la alarma acerca de la gran fuerza, ​​el crecimiento en número y la eficacia de las fuerzas revolucionarias. Los servicios de inteligencia indios no paran de remitir informes sobre la actividad de los naxalitas en cada vez más departamentos. Sobre el aumento de sus fuerzas que ya se cifran entre 25.000 y 30.000 combatientes armados (entre el EGPL y las milicias) y entre 50.000 y 60.000 los militantes del partido. Lo que los convierte (cuantitativa y cualitativamente) en una de las mayores fuerzas revolucionarias del mundo actual y en un referente mundial para el proletariado de cualquier pueblo.

Militante comunista

Charu Mazumdar nació en Siliguri (Bengala) en 1918, en el seno de una familia en la que el padre venía de una tradición de luchas democráticas de las que había participado activamente. Con veinte años Charu abandona la universidad y se integra en el Congreso Nacional Indio, que por aquel entonces todavía no estaba en el poder y era una de las principales fuerzas opositoras a la invasión colonial británica, cuya organización provincial de Bengala meses antes había intentado unir a la mayoría musulmana y a la minoría hindú* en una misma plataforma socialista y laica ante la oposición del ala derecha encabezada por Gandhi.

Como militante de este partido toma contacto con el movimiento obrero en la ciudad de Bidi en el que se organiza y participa en sus luchas.

Tiempo después rompe con el Congreso Nacional de la India y pasa al Frente Campesino, organización sectorial del PCI (Partido Comunista de la India), donde respetado y querido por los trabajadores del campo es nombrado miembro del comité del distrito. Tras el estallido de la II Guerra Mundial el PCI es ilegalizado, pasando a la clandestinidad por primera vez.

En 1946 se traslada al norte de Bengala para unirse al movimiento Tebhaga, movimiento armado que aglutinó a los sectores más resueltos y avanzados políticamente de aquella época, lo que marca su militancia haciéndole tener una visión más profunda sobre la revolución y los métodos para alcanzarla.

Durante una temporada trabaja en las plantaciones de té del distrito de Darjeelin hasta que es detenido y encarcelado pasando los próximos tres años en prisión.

En 1954, junto con su compañera Lila, se traslada a Sliliguri, su ciudad natal, que será el centro de operaciones de ambos por un tiempo.

Líder revolucionario

 La  degeneración revisionista del PCI hace que junto a miles de camaradas abandone el partido y constituyan el Partido Comunista de India (Marxista) PCM, con el que terminan enfrentados por las posturas electoralistas y otras desviaciones por parte de la dirección, lo que les lleva a conformar una corriente dentro del propio PCM, haciéndose llamar Fracción Roja.

Fracción Roja, apoyados principalmente por los campesinos pobres y sin tierra, dirige los levantamientos populares que parten de la aldea de Naxalbari, y que en tres meses consiguen tomar el poder en más de 2.000 pueblos en el distrito de Dajerliin.

En 1969, fruto de la fusión con los obreros y campesinos, y de los enfrentamientos con el revisionismo practicado por el PCI y el PCM, nace en la clandestinidad el Partido Comunista de la India Marxista-Leninista, CPI (ML), del que Charu Mazumdar es nombrado Secretario General, continuando con la estrategia de la Guerra Popular, que casi dos años después se extiende desde Bengala Occidental a los estados de Andhara Pradesh, Bihar, Orissa, Madhya, Utta Pradesh y Kerala.

Ante el avance del movimiento naxalita en el campo, la explosión de las luchas obreras y estudiantiles por todas las ciudades de Bengala Occidental y otros pueblos de la India, donde los estudiantes dejaron vacíos los colegios y universidades para unirse a la revolución naxalita, mientras que los ataques contra instituciones estatales y los robos a almacenes para distribuir alimentos entre la población hambrienta se sucedían, la oligarquía india apoyada en el Partido del Congreso y otros partidos reaccionarios que sustentaban el sistema (incluyendo los denominados comunistas), alentada económica e ideológicamente por el gobierno de los Estados Unidos, lanzó una campaña represiva a gran escala con el objetivo de frenar el movimiento revolucionario y eliminar a sus cuadros políticos, garantizando así una derrota del mismo a corto plazo. Durante este período asesinaron a más de 10.000 hombres y mujeres, entre trabajadores, estudiantes y campesinos, deteniendo y torturando a un número aún mayor.

 Detención y asesinato de Charu Mazumdar

Por aquel entonces la obsesión del estado indio es dar caza a Charu Mazumdar, al que considera el principal enemigo del estado indio. Consiguen detenerlo en julio de 1972, en la ciudad de Calcuta, siendo trasladado a prisión, donde permanece en aislamiento durante diez días sin tener acceso a un abogado, a un médico o poder contactar con algún familiar. Según la versión oficial, muere el 28 de ese mes a las cuatro de la mañana, en el mismo calabozo de Lal Bazar donde lo tenían secuestrado, conocido por el pueblo como uno de los peores centros de tortura. Su cadáver es trasladado por un cordón policial hasta un crematorio en el que queman su cuerpo.

Después de la muerte de Charu Mazumdar, desaparecidos y encarcelados buena gran parte de los cuadros politicos maoístas, -sólo en las cárceles de Bengala Occidental había 18.000 presos políticos- la Guerra Popular sufre un serio revés, perdiendo casi todas las zonas liberadas donde se habían impuesto los comités populares. A partir de entonces, el movimiento revolucionario de los pueblos de la India atravesará por momentos críticos. La línea política trazada por Mazumdar, su pensamiento político, será decisivo para que, con el transcurrir de los años, el movimiento naxalita pueda irse depurando y rejuveneciendo. En la actualidad, el legado político dejado por Charu Mazumdar forma parte del ADN de las organizaciones comunistas que promueven la Guerra Popular contra el estado indio y que hacen que la estrella que surgió en la aldea de Naxalbari brille con más fuerza que nunca para millones de oprimidos en todo el mundo.

Pensamiento político y práctica revolucionaria
El maoísmo como guía

El pensamiento político de Charu Mazumdar, como el de millones de revolucionarios y revolucionarias asiáticas en aquella época, estuvo marcado por la victoria en la guerra civil revolucionaria del Ejército Popular de Liberación chino sobre las tropas reaccionarias de Chiang Kai -Shek, la instauración de la República Popular y la posterior Revolución cultural proletaria.
Mazumdar sentía gran admiración por el pensamiento político del presidente Mao Tse-Tung, al que consideraba un maestro, y al maoísmo como parte fundamental y desarrollada del marxismo-leninismo.

Promovió su estudio y la profundización entre los cuadros y militantes comunistas, entre las masas que participaban en los movimientos revolucionarios, así como su aplicación práctica adecuada a las particularidades y la situación concreta de la lucha de clases que se desarrollaba en los diferentes pueblos y regiones de la India.

 Lucha contra el revisionismo

Una de las premisas fundamentales para el avance del movimiento revolucionario y para la creación del Partido Comunista de nuevo tipo era la lucha contra el revisionismo, no sólo contra el que s desarrollaba en la India, encabezado principalmente por el Partido Comunista de India (Marxista) PCM, que aunque estaba demasiado desacreditado entre los militantes más avanzados y combativos, aún gozaba de un importante apoyo entre las masas campesinas y el proletariado del cinturón industrial y minero de los distritos de Asamor y Dragapal.

La lucha contra el revisionismo debía producirse también a escala mundial “porque el revisionismo es enemigo de la revolución en todas las partes del mundo“.

Charu Mazumdar fue uno de los mayores críticos de las políticas llevadas a cabo por los dirigentes del PCUS y del Estado soviético a mediados de los años cincuenta en adelante. A los que definía como colaboradores del imperialismo y “líderes y foco del revisionismo mundial“. Pensaba que era responsabilidad de los comunistas de la India desenmascarar ante las masas el papel reaccionario y anticlasista de este liderazgo, pues la influencia de este foco revisionista había penetrado en la mayoría de los partidos comunistas del mundo, que habían dejado de ser un instrumento útil para el avance de la revolución mundial, y que sumergidos en la política de alianzas con la burguesía, carentes de vida entre las masas y sin discusión interna, eran incapaces de asumir las nuevas fuerzas emergentes (como el naxalismo en la India) que removían las conciencias de millones de oprimidos en todo el sudeste asiático y que dejaban en entredicho las viejas ideas y las políticas liquidacionistas que practicaban estos partidos.

Pero para Charu Mazumdar, la lucha contra el revisionismo debía librarse también dentro del movimiento revolucionario de la India y sus organizaciones, pues consideraba que en el mismo aún permanecían ideas, errores y desviaciones que se habían ido enraizando en el estilo de trabajo, en su concepción organizativa y en muchas esferas más. Concepciones de carácter economicista-sindicalista y electoralista que se habían estado promoviendo por parte del PCM y que estaban generando desde hacía tiempo enormes tensiones y enfrentamientos entre parte de la dirección y la corriente actual de la Fracción Roja dirigida por Mazumdar, que consideraba que se estaban traicionando los principios por los que había sido creado el partido y que estas políticas sólo servían para anclar al movimiento dentro de los límites de la legalidad burguesa y que entorpecían y frustraban el desarrollo de la lucha de clases.

Así la revolución democrática tendrá que avanzar luchando necesariamente contra la democracia burguesa, es decir, en contra de instituciones como las elecciones y el parlamento. Por lo tanto, no podemos utilizar nunca estas instituciones para llevar adelante la revolución democrática“.

El nacionalismo hindú

El nacionalismo hindú cimentado sobre la base de la identidad hindú (Hindutva) tiene como objetivo la construcción de una “sociedad hindú pura”, recuperando el “glorioso pasado” que consideran truncado por la invasión musulmana en el año 1.000 de nuestra era y la posterior colonización británica en el siglo XIX.

Para ellos la India es considerada como tierra santa y el Islam o el Cristianismo como religiones extranjeras, ya que sus tierras santas están en el extranjero.

En la actualidad cuentan con toda una red de organizaciones políticas, sindicales, estudiantiles o de mujeres, apoyadas por el grupo paramilitar Swayamsevak Sangh (Asociación Nacional de Voluntarios), todos ellos agrupados en el Jana Party (Partido del Pueblo Indio) o en el Partido del Congreso.

Este nacionalismo abiertamente reaccionario y racista se fue gestando durante la colonización británica de la India y la proclamación de su independencia en el año 1947, ya que la nueva administración que las clases dominantes habían puesto en manos del Partido del Congreso era incapaz de satisfacer las demandas democráticas de las masas y sus luchas aumentaban y se radicalizaban por todas partes. Además de eso, la proclamación de la independencia de la India agudizó aún más las contradicciones entre el estado indio y los pueblos que luchaban por el reconocimiento de su identidad. Para 1958 naciones como Nagaland, Assam, Manipur o Cachemira estaban completamente militarizadas por unas fuerzas armadas a las que se les había otorgado poderes especiales para combatir los movimientos independentistas, lo que inevitablemente llevó a todo tipo de torturas y atrocidades indiscriminadas sobre la población de estas comunidades.

Es en este contexto que se desarrollaba el nacionalismo hindú, alentado por las clases dominantes y estimulado desde el Partido del Congreso por la ministra de información y futura primer-ministra Indira Ghandi (una de sus principales ideólogas en aquella época), van fomentando el desprecio por otras etnias y nacionalidades, extendiendo la idea de que la población hindú (que compone el 80% de la India) podría terminar convirtiéndose en una minoría, o que el pueblo Naga, divididos entre la India y Myanmar, representan una continuación del colonialismo por el hecho de que la población profesa la religión cristiana.

En 1965 promueven la ley que trata de imponer el hindi como la única lengua oficial de los estados que componen la India, causando disturbios y revueltas por todo el noroeste y algunas zonas del sur donde el hindi es una lengua completamente extraña, y que acabará con la matanza de 70 personas en la ciudad de Madras, en el estado de Tâmail Nadu, fronterizo con Sri Lanka, donde su población se expresa principalmente en idioma tamil.

Charu Mazumdar considera de vital importancia para los comunistas y revolucionarios indios para combatir este nacionalismo al que definía como la mayor arma que tenían las clases dominantes en aquellos  momentos.

Al erigir la consigna de la unidad nacional y otra más, pretenden preservar la explotación del capital monopolista“.

Por lo tanto, esta consigna de unidad es reaccionaria y los marxistas deben oponerse a ella. La consigna de Cachemira y parte inalienable de la India fue lanzada por las clases dominantes a favor del saqueo. Ningún comunista debe apoyarla. Es un deber fundamental de los marxistas defender el derecho a la autodeterminación de todos los pueblos oprimidos“.

Charu Mazumdar entendía que los revolucionarios hindúes debían prestar apoyo a los movimientos de liberación nacional, pero que eran los comunistas de estas nacionalidades los que tenían que encaminarse a posiciones revolucionarias hasta crear sus propios partidos comunistas y avanzar por el camino de la Guerra Popular. Cualquier alianza o unidad con el resto de pueblos de la India no podría venir de ninguna imposición, sino que tendría que venir de una nueva conciencia, producto del desarrollo de las luchas contra el estado indio y el imperialismo.

La construcción del Partido

Charu Mazumdar sabía que sin la existencia del partido revolucionario de nuevo tipo, expresión independiente y consciente de las clases oprimidas de la India, basado en la lucha contra el revisionismo y en la aplicación del Marxismo-Leninismo-Maoísmo como teoría científica transformadora de la realidad, el triunfo de la revolución estaba condenado a fracasar. Por lo que, junto a otros camaradas, cuadros políticos comunistas, se entregó en todos los terrenos en consecuencia de esta necesidad.

Para Charu Mazumdar el partido (en una sociedad semicolonial y semifeudal, como era la India de aquellos años) debía partir de la alianza obrero-campesina, (dirigidos por la clase obrera) siendo el campesinado pobre y sin tierra la principal fuerza para poder llevar adelante la revolución. Pero esta alianza no se podía llevar a cabo aplicando los viejos métodos de los partidos tradicionales. “Por eso un partido revolucionario no puede ser levantado a partir de lo viejo“.

La idea de que el partido podría ser construido a través de la unidad de los comunistas, uniendo las diversas organizaciones que se denominaban Marxistas-Leninistas, o Maoístas en una sola sigla y se proclamaban vanguardia, llevaba inevitablemente al aislamiento con las masas, reduciendo su actividad a configurar listas para participar en las elecciones o organizar círculos de debate (1).

Consideraba como una tarea fundamental de los comunistas elevar la conciencia de los trabajadores y campesinos, formando cuadros políticos que difundiesen y aplicasen la línea política revolucionaria del partido entre las masas, educando a las mismas en la idea de la revolución y la lucha contra el Estado, atrayendo a sectores cada vez más amplios para esta causa, impidiendo de este modo que centrasen el trabajo en la participación en los sindicatos, en las asociaciones legales de campesinos o en las elecciones, que sólo sembraban el pesimismo entre las masas y servían a los intereses del revisionismo y las clases dominantes de la India.

En este momento histórico, el partido debía estar abierto a la incorporación de otras capas de la sociedad, como la juventud y los estudiantes procedentes de la pequeña burguesía que a mitad de la década de los años sesenta habían ampliado y radicalizado sus luchas por toda la India. Tenía que quedar claro que la hegemonía política dentro del partido debía estar siempre en manos de los obreros y campesinos y que el apoyo de estas clases no se podía limitar a un simple apoyo moral, pues el descontento social contra las políticas reaccionarias del Partido del Congreso había reventado en forma de resistencias espontáneas en el campo y en las ciudades, y la consigna del partido era intensificar estas luchas y poder llegar a dirigirlas, con que los nuevos miembros tenían que estar dispuestos a hacer sacrificios, distribuir la propaganda clandestina, organizar redes urbanas de apoyo a la guerrilla, ser enviados al campo como combatientes o cualquier otra cosa que el partido consideró que era necesario en ese momento.

La única vía marxista para educarse que Lenin y el Presidente Mao nos enseñaron es la lucha de clases. Sólo al calor de esta lucha puede un comunista ser auténtico y brillante. Sólo la lucha de clases es la verdadera escuela para los comunistas“.

 El inicio de la Guerra Popular

En un territorio con más de 500 millones de habitantes, donde 400 de ellos vivían en zonas rurales, la principal fuerza para el avance de la revolución tenía que partir del campesinado y dentro de este, el campesinado pobre y sin tierra, que era el que tenía que imponer su hegemonía política sobre el resto del movimiento campesino.

Pues sólo ellos son la fuerza más revolucionaria entre las clases campesinas“.

Bajo la dirección del Partido Comunista y basado en la lucha armada para la toma del poder “La revolución en la India sólo puede triunfar tomando el camino de la Guerra Popular Prolongada“.
Pero no en todos los estados y regiones de la India la lucha de clases se desarrollaba al mismo ritmo para poder iniciar la guerra, mientras, había que trabajar para fortalecer las organizaciones partidarias, ir madurando la conciencia de las masas al mismo tiempo que se extendía la idea de la revolución, dejando claro que ninguna reforma por muy progresista que se presente podría resolver los problemas fundamentales que aquejaban al pueblo trabajador indio, esto sólo podría venir del enfrentamiento con el Estado y la destrucción de las instituciones reaccionarias.

Pero para poder iniciar el camino de la Guerra Popular, avanzar en ella y defender las conquistas que el movimiento revolucionario había conseguido, era necesario contar con un gran número de armas. Y el movimiento naxalita mal armado y que no contaba con la ayuda de nadie, impulsó la campaña por la consecución de fusiles y que en un principio comenzó con utilización de armas caseras que los campesinos utilizaron para asaltar las aldeas donde las autoridades feudales guardaban el armamento que tenían para intimidar a las masas. También se formaron pequeños grupos de militantes clandestinos encargados de sorprender a las fuerzas represivas y confiscarles el armamento. Proceso en el que nace el nuevo poder en las principales bases de apoyo.

Una vez superada esta primera fase, con los organizaciones campesinas pudiendo desarrollar la lucha armada bajo la dirección del partido, la resistencia alcanzado una etapa cualitativamente superior que podemos resumir como el paso de la resistencia espontánea (2), la resistencia estratégica de las masas armadas y organizadas conscientemente. Es el inicio de la Guerra Popular. La etapa en la que el campesinado revolucionario, organizado en milicias populares, fue ganando territorios expulsando a los enemigos de clase y creando zonas liberadas aboliendo el viejo poder feudal y creando comités revolucionarios, expresión del nuevo poder.

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* La independencia de la India en el año 1947 supuso la división de Bengala, la parte oriental (ahora Bangladesh) de mayoría musulmana fue anexionada a Pakistán, mientras que la parte occidental de mayoría hindú quedó bajo la jurisdicción del estado indio.


Notas:
(1) El partido no se crea simplemente sumando comunistas y que tienen cualidades individuales. El partido crea sus propios militantes, con cualidades que no alcanzarían en el trabajo individual. El partido crea cualidades colectivas que no son una simple suma ecléctica de cualidades individuales.
Las personas crean el organismo colectivo como una relación social objetiva de la que forman parte, pero esa relación social transforma el comportamiento, psicología, etc., de las mismas personas hasta el punto que podemos decir que los transforma en nuevas personas. Unas personas no serían como son sin ese caldo de cultivo.

(2)Cuando hablamos de resistencia espontánea no quiere decir que sea irreflexiva, ni que no siga reglas tácticas, ni que no fuese discutida. Es espontánea porque no cuenta con objetivos a largo plazo, de los cuales las acciones de un determinado momento no son más que un medio hacia otros objetivos a largo plazo como el fortalecimiento del nuevo poder, el equilibrio estratégico, la toma del poder en todo el territorio, la destrucción del estado, la construcción de una sociedad socialista y de una sociedad comunista.

Traducido por “Cultura Proletaria” de ateneuproletario.wordpress.com/

1 comentario:

Anónimo dijo...

Una Revolución ,de verdad,tan desconocida.Un proceso donde las Masas populares son protagonistas de la transformación de la Sociedad,garantizado por la dirección del Comunismo.Cuanta envidia y ODIO genera este proceso,por parte de supuestos Comunistas Puros y reaccionarios en general.Viva la Revolución en la India.Viva el marxismo-leninismo,maoismo.

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