En Europa llegan pocos datos claros sobre la matanza de estudiantes normalistas perpetrada en Guerrero, en México. Sin embargo, cada vez es más clara, a pesar de las primeras noticias que afirmaban que habían sido asesinados por las mafias locales, la implicación del estado mexicano, tanto como participante activo a través de la policia, como en calidad de cómplice o, incluso, instigador.
En el siguiente programa de la periodista Carmen Aristegui, recomendado por un camarada mexicano, se intenta responder a algunas de las preguntas que todos nos hacemos: ¿Fue un crimen de estado? ¿Por qué una mafia local habría de asesinar a más de cuarenta estudiantes? Parece, como se dice en un momento del video, que lo que hace falta es limpiar de delincuentes de los cárteles el estado de Guerrero y el propio México, un estado en manos de las mafias y sometido a los intereses vinculados a estas de su mayor problema: la dependencia del vecino del norte, Estados Unidos, el mayor comprador de droga y de mano de obra barata llegada desde el sur, y principal fomentador y beneficiario de las mafias que las controlan en el país del sur.
En resumen, se trata de mantener tal cual el orden de las cosas, y acabar por cualquier medio, a través de las mafias o directamente el propio estado, con cualquier intento de acabar con la injusticia, la desigualdad, la explotación o la soberanía nacional. No obstante, los estudiantes normalistas, las escuelas donde acuden los más pobres, son acusados habitualmente por los corruptos altos cargos del estado mexicano, como nido de guerrilleros, sin responder ni decir nada, interesadamente, sobre cual es la causa más profunda de sus protestas y luchas. No se puede entender, pues, la matanza de los 43 estudiantes normalistas fuera del contexto de la persecución brutal y de la represión criminal de la protesta y lucha social en el estado de Guerrero por parte del estado mexicano, principal culpable de su desaparición y asesinato.
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