1 de marzo de 2015

España no es páis para antifascistas

Las detenciones de los 8 antifascistas españoles, con la excusa, una de ellas,  de afectar a la neutralidad de España en el conflicto ucraniano, no tiene que sorprender a nadie. Seguramente, ni a los propios detenidos. Cuando uno decide ir a luchar contra el gobierno surgido tra el golpe de estado fascista perpetrado hace un año en Kiev y contra su genocidio contra la minoria rusa sabe, con toda seguridad, que está luchando contra un aliado ideológico, más aún, contra un colega de crímenes contra la humanidad,  y que poniéndose contra el resurgir del nazismo en Ucrania se está posicionando contra la tiranía mafiosa que domina hoy, con cada vez mayor mano de hierro, a los trabajadores españoles.

La oligarquía, casta, élite o, llamándola por su nombre, clase capitalista del estado español, como la de la Unión Europea, se identifica con los objetivos y con los métodos de la tiranía banderista de Poroshenko y sus secuaces, y de hecho en toda Europa, especialmente en la España que sigue sostenida por los pilares sanguniarios del franquismo, tras la desaparición de la Unión Soviética hace un cuarto de siglo, el desprecio y, los recortes de los derechos de los trabajadores, la brutalidad contra todo intento de protesta, cada vez con un menor respeto de la ley, presagian un futuro similar a lo que están sufriendo hoy los ucranianos, especialmente las minorias étnicas.

España no es, hace más de 70 años, un país para antifascistas, y en la mascarada democrática española, ese tejemaneje de mentiras y gatopardismo, construido en la transición por la élite, casta, oligarquía o, es decir, la clase capitalista del franquismo, el peor crimen es luchar por libertad, la igualdad o la fraternidad, es decir, ser antifascista.

Porque ser antifascista en España, o en Ucrania, luchar contra la tiranía de la clase dominante en la dictadura del capital, sea cual sea la forma que adopte esta, pone en cuestión el chiringuito que tienen montado los criminales que atesoran el poder y la riqueza, esos que no tienen más patria o más ética que el dinero y los privilegios, y que, sea en Ucrania, sea en España, odian al pueblo, en especial a los trabajadores, con todas sus fuerzas, pues saben que son los únicos capaces de acabar con su sistema de vida parásita e improductiva.

Por eso se intenta ocultar la historia de la lucha contra el capitalismo y el fascismo, la de los interbrigadistas que llegaron a España para luchar contra Franco, Hitler y Mussolini, la de los partisanos que lucharon en la SGM contra los terroristas ucranianos de Stepan Bandera, o la de los voluntarios españoles que han marchado al Donbass a luchar contra la tiranía de Kiev. En definitiva, y ellos lo saben muy bien, quizás mejor que los propios antifascistas, da igual el lugar donde se luche contra el fascismo, pues el objetivo es el mismo: acabar con la élite, la oligarquía, la casta, en fin, la clase capitalista, terminar con sus privilegios, construir un mundo si que ningún mafioso, vago, parásito o ladrón viva del trabajo de los demás.

¿A quien pueden sorprender entonces las detenciones de los ocho actifascistas, en una España donde protestar contra la injusticia es el peor delito, la policia se dedica con saña y a carcajadas, además de impunemente, a desahuciar a los pobres y enfermos y la tortura sigue siendo el pan nuestro de cada día de las comisarias? ¿Qué se puede esperar en un país donde se despide masivamente a los trabajadores mientras los empresarios multiplican sus beneficios y las condiciones de la clase obrera se parecen cada vez más a las de antes de la SGM, cuando la victoria de la URSS todavía no había metido el miedo en el cuerpo a los explotadores y estos se vieron forzados a mejorar las condiciones de sus explotados? Al fin y al cabo, ¿hay realmente tantas diferencias de fondo, aunque aparentemente pueda parecer que si que las haya, entre los gobiernos de Ucrania y España?

1 comentario:

Piedra dijo...

Un mundo globalizado necesita una policía global que controle las ideas de los ciudadanos de todos los países, nadie puede resistirse al sistema dominante y ese sistema es el peor que podía haber, por eso ha triunfado.

Saludos.

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...