La causa ha sido el quitar el crucifijo de la pared durante las horas de clase (el pobre hombre en vez de quitarlo definitivamente, como corresponde a un colegio publico, lo devolvia a su sitio al terminar la clase). El director del centro, Giuseppe Metastasio, denunció al profesor ante el Consejo Nacional, que ha sido más duro con él que con los profesores acusados de acoso sexual hacia los alumnos (suspensión de uno a diez días).
El profesor Franco Coppoli se ha defendido apoyándose en la laicidad del Estado, la libertad de enseñanza y la libertad religiosa, pero la suspensión ha sido confirmada por la Oficina Regional de Educación.
Como es habitual la moral retrograda catolica invade los espacios publicos y, en su cotidiana perversion, antepone su simbologia a otros delitos mas graves como el acoso sexual (al que la Iglesia, por otra parte, nos tiene tan acostumbrados).
En un pais laico la simbologia catolica prevalece ante los derechos constitucionales, lo que demuestra el poco valor que dan los politicos italianos y algunos ciudadanos a su propio estado de derecho (asi sucede en algunos casos tambien en España sin que el gobierno pseudosocialista o social oligarquico haga nada para imponer el estado laico constitucional).
Es indignante que los cuentos para niños en los que algunos creen esten por encima de la ley de todos. Todavia nos falta mucho para lograr ese imperio de la ley que dicen que son las democracias: vivimos en un imperio del capricho y de la supersticion. En Italia es mucho peor, quizas por su intima vecindad con la mafia vaticana.
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