700.000 españoles han emigrado entre 2008 y 2012

Aunque el gobierno intenta reducir la cifra utilizando variados métodos, la cifra de emigrantes españoles se ha elevado a 700.000, según un informe de la española  Fundación Alternativas. El informe, cifra en 700.000 el número de españoles que se han marchado al extranjero, frente a los datos de las fuentes oficiales en el mismo periodo de tiempo, que subestiman en 225.000 este fenómeno.

Para disminuir el número, ilustrativo del desastre que han provocado los serviles gobiernos del PSOE y del PP, la administración utiliza eufemismos como "movilidad exterior", o alude al "espíritu aventurero" de la juventud como una de las causas, como si no existiera un 50% de paro juvenil en España.

El citado informe, que demuestra que España no está midiendo correctamente el fenómeno de la emigración por la crisis, se basa en la comparación de los datos de inmigración de los países de destino con los que ofrecen las fuentes españolas.

El informe refleja, por ejemplo, que los datos del Reino Unido y Alemania, dos de los cinco países de destino preferente de la emigración desde España, “indican no sólo que los que están emigrando son muchos más de lo que dicen las cifras españolas sino que además, su número no deja de aumentar”. En muchos casos, los trabajos encontrados son en negro, por lo que no constan en estadísticas oficiales, o se trata de trabajos esporádicos de baja cualificación, ya que los emigrados, a pesar de su alta formación, tienen dificultad para ser contratados y tienen que sobrevivir con cualquier tipo de trabajo.

Según el informe, España ha pasado en los últimos 3 años de ser el decimocuarto país emisor de emigrantes laborales al Reino Unido a convertirse en el segundo en 2013, sólo por detrás de Polonia.

Las políticas serviles a los intereses de las grandes corporaciones financieras, que han provocado crisis que vive España desde 2008, y las medidas neoliberales de los gobiernos han provocado índices de desempleo récord, privatizaciones, recortes laborales y masivas protestas ciudadanas.

Lo cierto es que cada vez más jóvenes, y no tan jóvenes, se ven obligados a huir de su pais por el saqueo llevado a cabo por la oligarquia capitalista y sus títeres políticos, y que posiblemente, en pocos años, se llegará al millón de españoles buscando trabajo (y no hablamos solamente de empleos cualificados) en paises como Reino Unido o Alemania, pero tambíen en otros como Brasil, Argentina o, incluso, Marruecos.

De hecho, según publicó Europapress, las remesas de los emigrantes españoles han superado ya a las que envían los inmigrantes, hecho inédito desde hace más de una década: entre abril y junio los españoles que tienen que vivir fuera enviaron 1.591 millones a España, mientras que los extranjeros enviaron 1.563 millones a sus países de origen en ese mismo periodo.

Sin embargo, el presidente Mariano Rajoy, afirma que "España se está recuperando", y eso a pesar de la nueva subida del paro. Y es que, la desverguenza y la desfachatez de los delincuentes que se sienten seguros hace, en estos tiempos de desmovilización, desclasamiento y resignación,  que estos continuen parasitando como siempre a los trabajadores pero, encima, se rian de ellos sin ningún escrúpulo y miedo.

Mientras tanto, en los paises de destino, se empieza a conocer a los "aventureros" (según el gobierno español) jóvenes españoles como "la miseria europea", y por ejempo en Suiza se pretende cerrar sus fronteras a los emigrantes “de segunda”, procedentes de España, Italia y Portugal, como anunciaba el periódico francés  Les Echos, citando fuentes oficiales de Berna.

En definitiva, Rajoy y los suyos (entre los cuales, por supuesto, podemos contar a Rubalcaba y tantos otros) siguen disfrutando de que sus jefes de la gran empresa aumenten sus beneficios (a la vez que llenan sus propios bolsillos) y de que los trabajadores vuelvan al lugar en el que la burguesia capitalista los desea, como en "los buenos tiempos", tan añorados por las "democráticas" clase politica y empresarial , de la dictadura franquista: es decir, a vivir en  la pobreza, sin importar demasiado si son considerados escoria dentro o fuera de su propio pais, a la vez que permiten a la oligarquía disfrutar a sus anchas del producto de su explotación.