La muerte de un oportunista

Un seguidor del blog me ha llamado la atención sobre la muerte reciente de uno de los llamados "padres de la Constitución de 1978": Gregorio Peces Barba. Se trata de uno de los "promotores del consenso", o de lo que llaman así los que corrieron tras la muerte de Franco a agarrarse a las tetas del régimen para seguir viviendo sin pegar palo al agua de su leche.

En realidad aquel "consenso" fue simplemente un olvido, un pacto con los que habían llenado España de fosas comunes durante cuarenta años para que  a la vez que estos pudieran permanecer en el poder, con sus privilegios intactos, otros puedieran apuntarse al carro, muchos renunciando a sus principios (si es que alguna vez los tuvieron y dejando en la cuneta a miles de militantes de sus partidos asesinados por la dictadura).

Asi gente como Gregorio Peces Barba, militante del PSOE, partido que pactó, con la mediación de la CIA y el régimen capitalista alemán, representado por la socialdemocracia de Willy Brandt, la aceptación de la monarquia y del heredero de Franco como rey, y la continuidad de las leyes fundamentales del Movimiento Nacional Franquista con un nuevo formato constitucional.

Gregorio Peces Barba y otros mercenarios, como el también recientemente fallecido Manuel Fraga, aquel asesino franquista que murió en su cama sin que sus victimas hayan tenido justicia, se apresuraron a elaborar una nueva constitución que mantuviera a España tal y como era durante el franquismo, con la misma oligarquia en el poder, los mismos privilegiados y la misma impunidad, y que contentara tanto a generales como a banqueros (los mismos que hoy han hundido al pais en la miseria mas absoluta).

La Constitución de 1978, la última ley fundamental del Movimiento Nacional, aseguró el deseo de Franco de dejarlo todo atado y bien atado, dejó a España sembrada de miles y miles de fosas comunes que siguen olvidadas por las autoridades (pues siguen defendiendo hoy los mismos objetivos que entonces), y permitió que arribistas de otros partidos hasta entonces de oposición (principalmente el Partido Socialista y el Partido Comunista), a cambio de olvidar a los caidos por la defensa de la democracia durante la Guerra Civil y la dictadura y de renunciar a la reinstauración de la República, aceptando a Juan Carlos I, nombrado por el dictador, como monarca, participaran en el reparto de beneficios y privilegios, olvidando y dejando en la cuneta a los trabajadores y luchadores por la libertad que habian puesto su confianza, e incluso dieron su vida, por la libertad.

Peces Barba, Felipe Gonzalez y Fraga, tres aprovechados del régimen

Gregorio Peces Barba, como buen oportunista que fue durante toda su vida, se llevó siempre bien con todo el mundo (siempre que fuera poderoso y con influencias), y siempre, pues para eso precisamente se dispuso a ser un "padre del régimen actual" sin ninguna verguenza ni conciencia, como tantos otros miembros del PSOE o el PCE (que los de UCD, AP, PP, etc.. nunca han tenido ni tendrán ni una cosa ni otra), y como pago siempre vivió muy bien, con privilegios, lujos, respeto y poder, independientemente de quien gobernara o, si somos sinceros y aceptamos qué significa hoy estar en el gobierno, quienes fueran los títeres que aplicaban las órdenes de la grandes mafias multinacionales en España.

Asi que, ningun duelo por la muerte de Gregorio Peces Barba, uno de los que jamas contesto a la pregunta que millones de nietos aun esperan obtener alguna vez de los ladrones que dicen representarles en las instituciones: ¿Por qué dejo a mi abuelo olvidado en la cuneta?

Por supuesto que la muerte de Peces Barba ha sido lamentada por todos los funcionarios del régimen, partidos políticos con representación y subvención, sindicatos, etc... Al fin y al cabo, aunque nos intenten engañar haciendo que sus insignificantes diferencias politicas supongan realmente alternativas diferentes y democráticas, todos son parte de la misma mafia, en la que la única víctima es el trabajador, tanto los que sufren hoy sus agresiones, desverguenzas y robos, como los que siguen olvidados en fosas anonimas en los campos de España, sin que nadie tenga gana alguna de hacerles justicia o desenterrarlos, igualito igualito que sucede con la democracia.

Por mi parte, y poniendo en mi boca la inmortal frase de uno de los suyos recientemente en esa timba y tugurio moral que es el Congreso de los diputados, que muera un miembro de esta canalla politica solo me produce un deseo (el mismo que les produce a ellos que los parados no encuentren trabajo, que los enfermos mueran por falta de asistencia, que los pensionistas vivan cada dia peor, o que las familias se queden sin vivienda, entre otros desprecios hacia los trabajadores): !Qué se jodan!