Como se intuia, toda la negociacion entre los partidarios de los golpistas hondureños (y sus sostenedores al norte del rio Bravo) fue una trampa, una celada que llevaba a justificar la celebracion de unas elecciones artificiales, puesto que el presidente electo de Honduras a dia de hoy sigue siendo Zelaya, y los criminales contra el pueblo hondureño, no solo contra el orden constitucional sino contra su vida y bienestar, son los que intentan justificar sus crimenes con unas elecciones ilegales.
Estados Unidos, y su sonriente premio nobel de la paz, Hussein Obama, maneja los hilos desde las sombras mientras los ciudadanos hondureños continuan con un gobierno impuesto por los privilegiados, y que no tienen ninguna intencion de devolverlo al pueblo de ninguna manera (y mucho menos ser juzgados por golpistas, lo que son). Hussein Obama acepta la celebracion de unas elecciones que justifiquen y "legalicen" el estropicio montado por los ejercitos hondureño y norteamericano con la finalidad de continuar controlando el territorio de Honduras, junto con su riqueza, algo que estaba poniendo en peligro Zelaya.
En fin que la movilizacion contra los golpistas y sus actos, incluyendo la celebracion de elecciones por los militares y criminales en el poder, continua, y por el pais se alza cada dia con mas fuerza un rotundo NO a la mascarada de las elecciones de los ricos, de los millonarios, y un SI al lucha por la vuelta al poder del presidente elegido democraticamente en las ultimas elecciones legales, Mel Zelaya.
1 comentario:
Estimado Amigo y Camarada:
Yo presentía que Mel Zelaya no regresaba al poder, pero al mismo tiempo su lucha es irrenunciable. Como querer tener algo que te arrebatan y ya no puedes tener. Desde la grasa humana que los mercenarios al servicios de clínicas de belleza, hasta los golpistas gorilas de Honduras. Es el capitalismo asesino, destructor y manipulador, a través del dinero y la codicia, de conciencias y gentes. Parafraseando y necesariamente desvirtuando a un estimado periodista panameño, Pobre Honduras, tan cerca del Imperio y tan lejos de Marx...
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