Una tarde un famoso banquero iba en su limusina cuando vio a dos hombres a la orilla de la carretera comiendo césped.
Preocupado, ordenó a su chofer detenerse y bajó a investigar.
Le preguntó a uno de ellos:
- ¿Por qué están comiéndose el césped?
- No tenemos dinero para comida. - dijo el pobre hombre - Por eso tenemos que comer césped.
- Bueno, entonces vengan a mi casa que yo los alimentaré - dijo el banquero.
- Gracias, pero tengo esposa y dos hijos conmigo. Están allí, debajo de aquél árbol.
- Que vengan también, - dijo nuevamente el banquero.
Volviéndose al otro pobre hombre le dijo:
- Ud. también puede venir.
El hombre, con una voz lastimosa dijo:
- Pero, Sr., yo también tengo esposa y seis hijos conmigo!
- Pues que vengan también. - respondió el banquero.
Entraron todos en el enorme y lujoso coche. Una vez en camino, uno de los hombres miró al banquero y le dijo:
- Sr., es usted muy bueno. Muchas gracias por llevarnos a todos!!!
El banquero le contestó:
- ¡Hombre, no tenga vergüenza, soy muy feliz de hacerlo!. Les va a encantar mi casa.... ¡El césped está como de veinte centímetros de alto!
Moraleja: Cuando creas que un banquero te está ayudando, piénsalo dos veces.
6 comentarios:
¡Muy bueno el cuento!
Real como la vida misma. Me extraña que luego no les cobrara de alguna manera el césped.
Un saludo.
Un bonito y entrañable cuento de Navidad que encantaría a los jefes de UGT y CC.OO., pues su moraleja en realidad es que todos podemos ayudarnos unos a otros, banqueros y hambrientos.
Bien Dizdira, bien. Llevas toda la razón: de la colaboración con el poder todos podemos sacar beneficio: el banquero, el hambriento y, claro, los sindicatos del sistema, que sólo llevarán a comer yerba a sus afiliados siempre y cuando el banquero algo les pague. Salud.
Se me olvidaba. Señor Forneo, que tengamos un buen 2011, pleno de conciencia y lucha, porque nos va a hacer falta. Salud y, por favor, adelante con el blog.
Un cuento ilustrativo, sí señor. Y mientras, con los billetes saliéndole por las orejas ;-)
Un saludo muy cordial.
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