Al igual que sucedió recientemente en Europa tras el secuestro del avión oficial del presidente de Bolivia, Evo Morales, por órdenes de Estados Unidos (y la obediente negación de permiso a sobrevolar el espacio aéreo por sus colonias España, Italia, Francia y Portugal), ahora es uno de los títeres que todavia le quedan a Washington en América quien ha hecho lo propio contra un barco comercial norcoreano, que pasaba por el Canal de Panamá procedente de Cuba.
El barco norcoreano había salido del puerto de La Habana el día anterior, transportando principalmente 10.000 toneladas de azucar junto a toneladas métricas de armamento defensivo obsoleto —dos complejos coheteriles antiaéreos Volga y Pechora, nueve cohetes en partes y piezas, dos aviones Mig-21 Bis y 15 motores de este tipo de avión, todo elllo fabricado a mediados del siglo
pasado—, para ser reparado y devuelto a nuestro país", según ha confirmado el Ministerio de Exteriores de Cuba.
Las autoridades panameñas, encabezadas por el propio presidente Martinelli, que impropiamente a lo que corresponde a un jefe de estado, dirigió personalmente el asalto (¿para hacer méritos ante el amo y que no le pasé como a su antecesor, el presidente de Panamá secuestrado por los marines en 1989, el general Noriega?), detuvieron el barco, arrestaron al capitán y los tripulantes coreanos, y registraron por la fuerza el cargamento, aduciendo, como si se tratara de una partida de las habituales que suelen enviarse desde paises como Panamá a Estados Unidos, el mayor comprador y consumidor de drogas del mundo, que se trataba de narcotráfico (!como si no supieran que ni en Cuba ni en Corea del Norte se fomenta, como en los paises sometidos a la dictadura e ideologia capitalista, el consumo de drogas para aborregar y controlar a los jóvenes y a los trabajadores!)
Las autoridades norcoreanas y cubanas han denunciado el nuevo acto de pirateria de Panamá (un pais sin soberania que responde desde hace años a los intereses del imperio), y han aclarado que "el rótulo de la "investigación de drogas" fue una invención para intervenir en el barco, y cuando no pudieron descubrir ninguna droga, se justificaron inventandose otra carga"
En realidad, según Martinelli, el títero de Washington en Panamá sus palabras, se trataba de armas viejas que deben de ser reparadas y devueltas a Cuba según un contrato entre ambos paises soberanos (este es, en realidad, el principal crimen de ambos paises, no aceptar se colonias de Estados Unidos, como Panamá, España, Francia, Italia o Portugal).
El Ministerio de Exteriores de Cuba ha confirmado que "la mercancia es producto de los acuerdos suscritos por Cuba sustentados en la necesidad de mantener su capacidad defensiva para preservar la
soberanía nacional".
En esta ocasión no había tampoco ningún Snowden que desvela los crímenes cometidos por Washington contra los paises que obedecen a ciegas las órdenes del imperio, ni tampoco había drogas ni armas prohibidas que justificaran el secuestro del barco.
Se trata, simplemente, de la nueva ley que domina las relaciones internacionales desde la caida de la Union Sovietica y el intento de imponer la voluntad de un único amo sobre todo el planeta: la ley de la piratería de los corsarios norteamericanos que intentan hacer y deshacer a su antojo en todo el mundo con la obligada complicidad de sus colonias y paises títeres.
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