29 de abril de 2014

21 detenidos por opinar en las redes sociales en la España de la corrupción y el saqueo

La Guardia Civil ha detenido hoy a 21 personas, dos de ellas menores de edad, por utilizar las redes sociales como Facebook oTwiter por presunto (eso de presunto no lo dicen los periódicos "democráticos") enaltecimiento del terrorismo. Uno de ellos es el poeta comunista Aitor Cuervo.

Los que se siguen haciéndos los tontos como si no hubiera ocurrido nada para disimular su complicidad con el sanguinario terrorismo franquista, persiguen a los que dicen desde sus casas estar hartos de tanto ladrón y delincuente, mientras ellos apalean a los manifestantes que previamente han sido despedidos y deshauciados y se reparten los millones robados de las arcas públicas.

Según han informado fuentes jurídicas, los detenidos están acusados de proferir comentarios ofensivos hacia víctimas de ETA, mientras no hacen ninguna acusacion a los fascistas del Real Madrid que pusieron una bandera nazi en Valencia en la carpa montanda por el club en la final de la Copa del Rey que fue vista por todas las televisiones y todos los medios (otra cosa es que estos lo publicaran). Lo mismo sucede con aquellos que mantienen en pié y se niegan a derribar el mayor monumento al genocidio y al terrorismo existente en la actualidad, la Cruz de los Caídos, a los que la Guardia Civil, lejos de detener, se dedica a proteger el botín de sus saqueos.

Una de las fotos presentadas como pruebas de los supuestos delitos por los que son acusados los detenidos es la que más ha dolido probablemente a los fascistas maquillados con mierda democrática: la del expresidente del gobierno y genocida internacional Carrero Blanco, de cuya muerte se alegraron entonces millones de españoles, con la excepción de sus cómplices que hoy siguen muy molestos por la osadia de que alguien osara mandar los desechos la basura.

Es lo que les suele pasar a los grandes delincuentes, que saben que dependen de que los que les dan de comer y permiten que mantenga y aumenten sus privilegios, y que si estos se empiezan a dar cuenta de que están infectados por avariciosos parásitos y se dedicen a rociarles con insecticida su chollo se acaba. Por eso hacen todo lo que sea para evitar que los ciudadanos se rebelen contra los verdaderos terroristas: la clase capitalista y parasitaria; por eso odian a todo aquel que lucho contra la barbarie capitalista y fascista y a todo el que se dice abiertamente comunista, pues su odio es producto del terror que tienen a que un día, como sucedio en la Rusia postrevolucionaria, también las sanguijuelas sociales tengan que ponerse a trabajar para vivir.

Algunos de los detenidos también están acusados de enaltecimiento del yihadismo, dicen las fuentes periodísticas, aunque es extraño que sea así cuando Obama, Rajoy, Merkel y todos los grandes financiadores y sostenedores de Al Qaeda y el terrorismo islámico en paises como Libia o Siria no parecen estar en la lista.

La operación dice tratar de mandar el mensaje de que este tipo de actitudes no pueden quedar impunes: es decir, que decir lo que uno piensa es delito si el que lo dice es pobre o trabajador; los grandes mafiosos pueden decir lo que quieran, apoyar a los terroristas que les de la gana y aplaudir que España sea un gran cementerio de fosas comunes de víctimas del Movimiento Nacional cuyas leyes y principios también juró nuestro jefe de estado actual.

La edición digital de naiz.info identifica a cuatro de los detenidos: se trataría de Zuriñe Peral, arrestada en Gernika, Asier Garciaandia, capturado en Arbizu (Navarra), Karmele Dorronsoro, Ormaiztegi, y Aitor Cuervo.

Los arrestados pasarán a disposición del Antiguo Tribunal de Orden Público franquista, hoy Audiencia Nazional democrática, que en los últimos meses ya ha perpetrado otras acciones contra usuarios de las redes sociales, músicos o, como se ve ahora, poetas; no por robar, disparar, o mandar ejércitos a realizar matanzas por el mundo, no por ningún crimen, sino por la potencia, el deseo, la expresión de una voluntad personal.

El franquista Carrero Blanco, asesinado por ETA, y Juan Carlos I,
nombrado heredero por el sanguinario terrorista y genocida, Franco
Claro que los perturbados y psicópatas que nos gobiernan tienen claro que si quieren seguir viviendo del cuento y del robo tienen que, como hacen las religiones, castigar también la intención, para que, como les pasa a ellos, cuyo terror a tener que esforzarse para comer y tener que trabajar como la mayoria les hace odiar a la clase que pisotean, el miedo anide en los trabajadores y les impida seguir luchando por su libertad, organizarse y defender lo que es suyo, incluso, y eso es el principal objetivo, pensar y opinar.

En definitiva, una situación bastante normal si tenemos en cuenta que los grandes criminales franquistas, militares, políticos, empresarios, jueces, altos cargos eclesiásticos, etc... siguen siendo los mismos (o sus familiares), nunca han pagado por sus crímenes, se sienten impunes y, por lo tanto, actuan, como hacian durante la sanguinaria dictadura del infame General Franco, a su antojo y con el único objetivo de perpetuar su tiranía y sus privilegios.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Es enaltecimiento del comunismo, de la poesía, del canto a la vida, como medio supervivencia mediante la resistencia. Es que hoy como ayer el fascismo se disfraza de anticomunismo. Ayer Cuervo Taboada, anteayer Pablo, esta misma semana unos mozos comunistas gallegos a los que les jodieron la vida al condenarlos a 20 años por pertenecer a una organización supuestamente "terrorista". ¿Su delito? formar parte de una supuesta organización terrorista que puso unos petardos en un banco sin ningún tipo de heridos o afectados, y de la que la propia policía confiesa que no existe. Pero pronto la sistémica Izquierda Unida votando con el PP, consiguió que se incluyera en la lista europea de organizaciones "terroristas" a perseguir. La táctica es siempre la misma, la recurrente del despiste, acusando los delincuentes a inocentes de autores del delito. Los terroristas acusando de terroristas a los antiterroristas. La vieja táctica del despiste al que recurre el inmoral, del sablista compulsivo, de pedirles más dinero cuando se encuentran con los deudores, para que mientras se disculpan en no poder prestar, se olviden de reclamar lo debido.

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