El presidente español, Rodriguez Zapatero, ha denunciado rapidamente el golpe de Estado en Honduras, y ha pedido a la presidencia de la U.E. que todos los presidentes de los paises miembros retiren sus embajadores de Tegucigalpa hasta que Zelaya vuelva a su cargo.
A pesar de las miles de afinidades entre el Partido Popular y el Partido Socialista, lo que me ha hecho definir a veces a ambos como el PPOE, Partido Populista Obrero Español, hay diferencias esenciales entre ambos, sobre todo en sus formas y maneras, y en su relativo respeto de algunos a las normas democraticas basicas (digo relativo porque luego en España y en otros casos no parecen tener ningun remilgo).
Aznar se apresuro cuando tuvo lugar el golpe de Venezuela, en 2002, a apoyar el golpe, igual que corrio a lamer los pies del terrorista Bush cuando se ataco a Irak ilegalmente. Dentro del PPOE hay fascistas, como Aznar, y cuasidemocratas como Zapatero que, aunque no suponga ninguna diferencia importante en cuanto a politica economica o antiterrorista, al menos unos intentan aparentar algo que dicen respetar unas normas democraticas.
Aunque con apariencias solamente no se transforman las cosas. Habria que ver que haria ZP si el presi de EE.UU., Hussein Obama, no hubiera sido tan contundente. Seguro que habrias sido mas comedido, como cuando el sucesor de Franco, Juan Carlos, hizo el ridiculo en la Cumbre Latinoamericana intentando hacer callar a Chavez, ante la mirada sumisa de Zapatero.
Las palabras son debiles, y lo que hay que hacer contra el dictador hondureño es actuar. De la manera mas contundente posible. Y hay que hacerlo rapido, porque sino con el tiempo se esfuman las buenas intenciones y al final se esfuman con los vientos que llegan del norte.
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