En El Intermedio de La Sexta se entrevista a unos cuantos adolescentes, fans del grupo Tokyo Hotel, sobre los problemas actuales de España e incluso por la figura de Francisco Franco.
Como era de esperar, y aunque La Sexta no se mas que parte del circo mediatico que busca precisamente esto, el resultado es un pequeño retrato de la juventud que pretende formar el capitalismo: desideologizada, centrada en las cosas importantes (el consumo) u desimplicadas en la "democracia" que viven.
Que un monton de jóvenes se obsesionen por acudir (y pagar, comprar discos, merchandising, etc..) a un concierto del grupo de moda (publicitado como necesidad artificial por las empresas), pero que no tengan ni idea de politica (lo que se vende ademas como una muestra de libertad, de normalidad), es decir que no tenga ideologia, es el mapa del tipo de democracia que nos venden las multinacionales: que el pueblo se dedique a consumir, y a votar cuando les toque, mientras el gobierno se queda en manos de los profesionales, sin necesidad alguna de que la gente se preocupe de nada o, mucho menos, intente participar o controlar la actividad des sus representantes. Mejor que se lo pasen bien (si es que eso es pasarlo bien) y punto.
Ante esto, y a pesar de los medios de comunicacion, que nos bombardean tanto con la verdad que debemos de creer (mientras nos dedicamos a pasar el rato sin preocuparnos por el mundo en que vivimos), sigo pensando que solo donde hay participacion popular, democracia desde el barrio, la asamblea de fabrica, o la asociacion juvenil, puede haber democracia.
Y en esto Cuba o Venezuela, sobre todo la primera, dan mil vueltas a todas las democracias profesionalizadas, al servicio exclusivo del beneficio economico de las empresas, y donde el papel del ciudadano es exclusivamente pasivo, y dedicado a reproducir la realidad social en vez de a producirla.
Es cierto que no toda la juventud es así en estos paises donde la democracia se ha mercantilizado. Hay otros muchos que siguen luchando por ser agentes activos del cambio social, que no renuncian a participar en las decisiones, y que no aceptan que estas se recluyan en pequeños circulos elitistas y que tengan cuya ley fundamental las imposiciones de la economia capitalista en vez de la soberania popular. Aunque estos nunca saldran en La Sexta, ni en ninguna cadena al servicio de esta libertad de compra-venta, y en todo caso, si se informa sobre ellos será para acusarles de terroristas o radicales, enemigos de la dulce tranquilidad en la que duermen hoy los ciudadanos modelicos.
2 comentarios:
Es triste ver como las juventudes han sido corrompidos de manera completa, ahora se revierte la frase que alguna vez Allende dijo:
"Ser joven y no ser revolucionario, es una contradicción hasta biológica"
La verdad es que no hace falta ver un programa de television para ser consciente.
Eso que los politicos tratan contra viento y marea de luchar, la lacra de la corrupcion, es precisamente su carta blanca para poder campar a sus anchas.
Desde jovenes en las escuelas adoctrinan que estamos en democracia y cuando seas mayor votaras. Mientras el entorno comienza a despolitizar toda ansia de cambio.
a esto hay que sumar la desinformacion y manipulacion de la historia no solo reciente.
Algo tan importante como la guerra civil queda relegado a que lucharon 2 bandos y gano franco. Hasta hace unos años aun se veian en la necesidad de hacer alguna matizacion sobre la legalidad republicana, pero poco a poco gracias a la necesidad de olvidar y perdonar para el bien de la convivencia se va diluyendo de forma vertiginosa.
Se que este comentario sera controvertido, pero llevo tiempo dandole vueltas.
Las nuevas generaciones van cambiando de gustos, de ahi el slogan de menos futbol mas carreras.
El futbol como gran deporte de masas esta politizado, mantiene aun una minima esencia politica de reivindicacion. Por el contrario la tendencia es hacia el deporte del motor, mucho mas neutro, sin capacidad reivindicativa, mucho mas universal donde ningun piloto sale a la pista junto con otros pilotos con una pancarta, lleva un casco reivindicativo o al ganar se descubre una camiseta de denuncia
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