De esta extraña tradición española solo se conoce lo que dice esa novela de ficción y propaganda que es el Evangelio de San Mateo (Mt 2, 1-12), que cuenta de unos magos vinieron de oriente buscando al nuevo rey de los judios que habría de nacer, que luego fue convertido en dios por los discipulos manipuladores de la nueva religión (otra mentira mas).
Se asume que eran "sabios" o astrónomos, llamados en aquella época "magos", porque venían siguiendo una estrella que presagiaba la llegada del nuevo rey. Como el recien nacido venia a anunciar y traer un mundo nuevo, los reyes le trajeron regalos, símbolo de virtudes y valores: el oro, el incienso y la mirra (bienestar material, bienestar espiritual, y bienestar corporal).
El capitalismo vio pronto que esto era un filon y transformo los deseos y buenas intenciones en regalos con los que sacar pasta de la mentira, y asi los Reyes Magos, una de las manipulaciones que los padres perpetran contra sus hijos para convertirlos en crédulos y sumisos como ellos, se han convertido en lo que ahora son (otra fiesta mas del consumismo estúpido y ritual).
Otra de las tradiciones de esta fiesta (que entre los ortodoxos se corresponde con el bautismo de Jesus por San Juan Bautista) es que a los niños rebeldes e indisciplinados les traian los reyes carbon, en vez de juguetes.
Personalmente, y ya que muchos niños de España creen en la estafa que les cuentan sus padres, y muchos de estos se gastan la pasta regalandose objetos inútiles los unos a los otros, desearia que, en todo caso, este año los Reyes Magos hubieran dejado los regalos abandonados en los grandes almacenes, y hubieran traido tanto a los mas pequeños de la casa como a los mas grandes otro regalo simbólico pero muy necesario en estos tiempos que corren de borreguismo y domesticación: Dignidad.
Sacos de dignidad repartidos por todos los hogares para que los disciplinados ciudadanos dejaran de marcar el paso al ritmo que les marcan y, rompiendo filas, comenzaran a pensar por sí mismos y a exigir a sus supuestos representantes que no les mientan, ni les manipulen, ni les roben. Una Dignidad que tanto escasea hoy y que es la única manera de que los trabajadores exijan la soberania real sobre las decisiones politicas y economicas de su pais, pero tambien sobre las mas cotidianas, en su barrio, en su oficina, en su fabrica, en su escuela. La Dignidad que es la única llave que puede abrir las puertas a una democracia cierta, lejana a esta impostura que sufrimos, en la que el pueblo el que realmente gobierna y tiene el control, sin intermediarios ni mafias en forma de partidos políticos, sobre su propio destino.
En realidad esto es un contradicción, porque esto significaria tambien que dejaramos de mentir a nuestros hijos, y entonces tampoco existiria ya la mentira de los Reyes Magos, y asi aprenderiamos desde pequeñitos, quizas, que la Dignidad nadie te la regala, sino que cada uno la tiene que conquistar y la debe defender con todas sus fuerzas y a cada instante.
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