Y aquello sucedió porque los bolcheviques no se quedaron en sus casas esperando que apareciera la oportunidad con garantías de éxito para hacer la revolución, sino que estuvieron presentes en todas las luchas, al lado de las masas, intentando dirigirlas, aunque no siempre lo consiguieran, para que no fuera la burguesía, aunque esta lo hiciera en un principio, la que controlara la movilización en su su beneficio (caso, entre otros, de la Revolución de Febrero, una revolución burguesa).
Nos irían mejor las cosas sin duda alguna si, en vez de tanto Lenin suelto dictando el camino correcto a seguir, nos dedicáramos a leer y a imitar a Lenin y a los bolcheviques, al menos en lo que se refiere a estar siempre al lado de toda lucha popular, sin buscar tanta excusa acerca de la probable derrota, de que la lucha está o no dirigida por la burguesía o por los anarquistas o por los que nos caen mal, (cualquier comodín vale para no ponerse al frente), o la de que las masas están equivocadas y que solo "nosotros", la "sagrada élite proletaria", tenemos la razón y conocemos el secreto que, solo de nuestra mano, llevará a la victoria.
En relación al nacionalismo, a la autodeterminación, Lenin, dejando claro que era un asunto complejo, concluyó en uno de sus escritos que, precisamente, versaba sobre este tema, El derecho de las naciones a la autodeterminación, que el proletariado y su partido de vanguardia tienen una doble tarea ante este complicado problema, ante el que, ante todo, deben, por un lado, luchar contra todo nacionalismo, principalmente "el ruso", es decir, el gran nacionalismo, el "opresor", aunque, continua diciendo, antes de eso han de reconocer el derecho de las naciones a su autodeterminación: "la igualdad de derechos respecto a la edificación estatal, es decir, el derecho de las naciones a la autodeterminación, a la separación"; en segundo lugar, pero no necesariamente en ese orden, del mismo modo los proletarios y los comunistas tienen que "propugnar la unidad de la lucha proletaria y de las organizaciones proletarias". Se trata, pues, de aunar la unidad de clase con el respeto a los pueblos y naciones, en vez del vergonzoso enfrentamiento habitual entre la clase obrera de los países en lucha por su independencia y la de los que intentan evitarla. A pesar de las fronteras, de las lenguas, de las culturas diferentes, de la diversidad humana, respetándolas, los trabajadores han de luchar por la comunidad de objetivos y de acción.
Ya sé que para algunos parecerá chocante, contradictorio: luchar a la vez por el derecho a la separación de las naciones que así lo deseen y por la unidad de todos los obreros. Se trata de un concepto que 100 años después de la Revolución Soviética todavía parece ciertamente difícil de comprender, aunque sea la base, precisamente, como lo explica Lenin, de la camaradería y unidad de lucha entre los trabajadores sea cual sea su pueblo o nación: el internacionalismo proletario.
Así concluía Lenin el artículo que conviene leer en su totalidad: El derecho de las naciones a su autodeterminación:
"Semejante estado de cosas plantea al proletariado de Rusia una tarea doble, o mejor dicho, bilateral: luchar contra todo nacionalismo y, en primer término, contra el nacionalismo ruso; reconocer no sólo la completa igualdad de derechos de todas las naciones en general, sino también la igualdad de derechos respecto a la edificación estatal, es decir, el derecho de las naciones a la autodeterminación, a la separación; y, al mismo tiempo y precisamente en interés del éxito en la lucha contra toda clase de nacionalismos de todas las naciones, propugnar la unidad de la lucha proletaria y de las organizaciones proletarias, su más íntima fusión en una comunidad internacional, a despecho de las tendencias burguesas al aislamiento nacional.
Completa igualdad de derechos de las naciones; derecho de autodeterminación de las naciones; fusión de los obreros de todas las naciones; tal es el programa nacional que enseña a los obreros el marxismo, que enseña la experiencia del mundo entero y la experiencia de Rusia".
1 comentario:
Lenin luchaba por la Autodeterminación de la Clase,no por mejorar el Mundo,sino por hacer el mejor Mundo.
En la Segunda Globalización del Capitalismo, Globalizacion y Nacionalismo se complementan. No son contradictorios.
La libre movilidad Internacional del capital, necesita de un mercado disciplinado. Ese movimiento obliga a los Estados a practicar DUMPING, para competir por el capital monopolista transnacional, entregando políticas generosas que los inversores precisan...Los perdedores de la Globalización Monopolista,es la inmensa mayoría,solo son peligrosos en relación a su volumen, Tamaño. Los Estados Grandes tienen capacidad para atentar contra los intereses de los Monopolios.
Los Globalizadores han diseñado varias tácticas, para subordinar el orden político al orden económico Neoliberal.
Hayek:..el resultado ideal seria la conversión de los gobiernos locales e incluso regionales en corporaciones, compitiendo entre sí, para atraer a los INVERSIONISTAS."
"La economía es la expresión concentrada de la economía."Lenin
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