Un tribunal de Buenos Aires ha condenado a 25 años de prisión al dictador argentino Reynaldo Bignone, el último presidente de la dictadura militar (1976-1983), por delitos de lesa humanidad cometidos en el mayor centro clandestino de detención del régimen fascista, Campo de Mayo. Se le imputa la desaparición de más de 30.000 personas y el robo de unos 500 bebés cuyas madres fueron obligadas a dar a luz en centros de detención clandestinos.
Asimismo, el Tribunal Oral Federal 1 de la localidad de San Martín, a las afueras de la capital argentina, dictó también penas para otros seis imputados: los ex militares Santiago Omar Riveros y Fernando Verplaetsen (25 años de prisión), Carlos Tepedino (20 años) y Jorge García y Eugenio Guañabens Perelló (18 y 17 años, respectivamente).
Esta resolucion fue presenciada y aplaudida por familiares de las víctimas de la dictadura que presenciaron la lectura del veredicto, el tribunal ordenó además que se revoque la prisión domiciliaria que hasta hoy cumplían Bignone (1982-1983), Tepedino y Guañabens Perelló, quienes ahora deberán ser conducidos a una cárcel común junto al resto de los condenados.
"Estamos felices por las condenas y la decisión de internarlos en una cárcel común, por los 30.000 desaparecidos, por las madres, las abuelas, los hijos, por el pueblo argentino", afirmó Estela de Carlotto, de Abuelas de Plaza de Mayo. En la misma línea se pronunció el secretario de Derechos Humanos del país, Eduardo Luis Duhalde, para quien la sentencia es "justa, acorde con los hechos probados".
Bignone, de 82 años, ha afirmado en su testimonio final ante los jueces que en Argentina se desarrolló una "guerra irregular" en la que las Fuerzas Armadas "tuvieron que intervenir para derrocar al terrorismo" (una escusa que podria ponerse perfectamente en boca del criminal español Francisco Franco y todos sus continuadores actuales).
Frente a los 30.000 desaparecidos y 500 bebés apropiados denunciados por los organismos humanitarios, Bignone ha asegurado que "no está demostrado" que hubiera más de 8.000 desaparecidos y unos 30 niños robados durante la dictadura, como si esta reduccion fuera una alegria para las victimas (y esto tambien es una tactica utilizada por los defensores del terrorismo de estado franquista hoy, que rebajan como pueden el numero de sus victimas como si eso hiciera menos criminales a los franquistas y sus seguidores -uno de ellos actual presidente de honor del Partido Popular-).
Mientras esto pasa en Argentina, en España se persigue a los jueces que intentan simplemente desenterrar las fosas comunes que existen por todo el pais, sin intencion alguna de juzgar a los responsables. Mientras esto pasa en Argentina, en España el Jefe del Estado, nombrado como heredero por el dictador Francisco Franco, juro fidelidad a los principios politicos del franquismo, y se declaró admirador de la politica de la dictadura y la figura del dictador. Mientras esto pasa en Argentina, en España continuamos sufriendo una "democracia" confeccionada desde el franquismo, y que mantiene las cosas "atadas y bien atadas".
¿Para cuando el juicio de los criminales franquistas en España? Y no me refiero solo a los de ayer, la mayoria ya muertos, sino sobre todo a los que aun hoy aplauden sus crímenes y honran su memoria (en un pais en el que hoy ha detenidos en las carceles y partidos ilegalizados por mucho menos).
En la foto, Reynaldo Bignone y Manuel Fraga, dos restos vivientes de los regímenes genocidas argentino y español, aunque solamente el primero pasará sus últimos dias en la carcel.
http://www.elpais.com/articulo/internacional/Condenado/25/anos/prision/ultimo/presidente/dictadura/argentina/elpepuint/20100421elpepuint_4/Tes
3 comentarios:
Difícilmente veremos un condenado entre los que pertenecieron a las esferas de poder del franquismo, y es que entre las instituciones hay un acuerdo unánime para evitar cualquier acción al respecto, y por ello se pretende dar ejemplo con Garzón, sobre lo que le sucede al que intenta desenterrar la historia.
Bueno, pero tienen mil y un privilegios... el único país con justicia es Cuba.
En eso estamos de acuerdo, C.Marat
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