Los dirigentes mapuches se apostaron a las puertas de la radio, ataviados con sus atuendos tradicionales y portando instrumentos de música propios de su pueblo.
La dirigente mapuche Olga Trai Plantileo explicó a Efe que con esta toma pacífica buscan romper el “cerco de comunicación” que ha puesto el Estado chileno en conjunto con los medios de comunicación nacionales, que intentan invisibilizar la lucha legítima del pueblo mapuche por sus derechos y por su tierra. Una muestra mas de cómo los grandes medios de comunicación se ponen al servicio de los intereses de la clase dominante, y ocultan todo lo que se opone a la verdad construida por esta, algo que es comun en todo el mundo capitalista.
“Lo que estamos pidiendo y exigiendo es la libertad de informar. Que paren de hacer creer a la gente que nuestro pueblo es terrorista, que muestren la realidad como es, que se rompa el cerco comunicacional que han hecho con nosotros”, puntualizó la lider mapuche.
Tras desplegar pancartas en las que se leían mensajes como “Libertad a nuestra gente”, “No más montajes en contra del pueblo mapuche” o “Basta del cerco comunicacional”, le pusieron candado a la puerta de entrada al edificio, aunque en todo momento dejaron entrar y salir a los trabajadores.
Trai explicó a Efe que no pondrán fin a la toma hasta que no les concedan a los portavoces oficiales de los 32 presos políticos en huelga de hambre una entrevista en el medio de comunicación.
La principal demanda de los reclusos, que hoy cumplen 42 días en huelga de hambre, es el fin de los procesos de la legislación antiterrorista, que supone condenas más duras y limitaciones al derecho a un juicio justo y debida defensa.
Además, reclaman el fin al doble procesamiento, civil y militar, que se les aplica, la desmilitarización de su territorio y la puesta en libertad de los huelguistas, que, según sus familiares, han perdido entre 7 y 12 kilos de peso y presentan náuseas, mareos, desorientación, bajas de presión arterial y calambres.
Los presos están procesados o condenados por su presunta implicación en ocupaciones ilegales de tierras e incendios de instalaciones agrícolas, en el marco del llamado “conflicto mapuche”, que enfrenta a comunidades indígenas con empresas agrícolas o forestales de La Araucanía.
La liberación de los presos politicos mapuches, e incluso que se acceda a difundir sus reivindicaciones, es algo improbable, puesto que no cuentan con el apoyo de Estados Unidos o la U.E. y no se trata de terroristas o mercenarios detenidos en su labor de atentar, destruir o boicotear a un estado socialista (por ejemplo, Cuba), sino que se trata de activistas de un pueblo cuyo derecho a la autodeterminación no se respeta por parte del estado, en este caso el chileno.
Fte: LibreRed.Net
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