Etxerat ha informado de la muerte del preso vasco Arkaitz
Bellón, que llevaba preso 13 años y le quedaban sólo 3 meses de
condena.
Según la información de la que dispone Naiz, el cadáver del preso de
Elorrio, de 36 años, ha sido hallado en su cama durante un recuento.
Detenido en el año 2003, Bellón tenía fijada su fecha de salida en el
próximo mes de mayo.
Instituciones Penitenciarias (IIPP) ha explicado, a través de una
nota, que los funcionarios han hallado a Bellón inmovil en su cama «tras
el descanso posterior a la comida. Avisados inmediatamente los
servicios médicos del centro, constataron que el interno se encontraba
sin vida y sin ningún signo externo de violencia. El interno permanecía
solo en la celda, al encontrarse clasificado en 1º grado de
tratamiento».
El comunicado añade que «no constaban antecedentes de patologías
médicas que pudieran hacer predecible este desenlace» y que «su
fallecimiento apunta a causas naturales», si bien se ha «ordenado la
apertura de una información reservada».
En la actualidad se encontraba en Puerto de Santamaría (Cádiz).
Anteriormente estuvo en Sevilla, donde el pasado marzo fue objeto de una paliza por parte de carceleros. También denunció agresiones en Puerto III en 2010 y en Algeciras en 2008. En diciembre de 2007, sus familiares sufrieron un accidente de tráfico cuando acudían a una visita a la cárcel de Herrera, consecuencia de la ley de dispersión aplicada contra los presos políticos españoles (una ley de excepción que impide que a determinados presos se le aplique el derecho a cumplir su pena en la cárcel más cercana al domicilio habitual).
Arkaitz Bellón fue detenido por la Ertzaintza el 16 de agosto de 2000
en Donostia acusado de intervenir en disturbios registrados en el centro
de la capital guipuzcoana. Por esos hechos permaneción en prisión hasta
el 22 de enero de 2002 en que quedó en libertad bajo fianza.
La Audiencia Nacional le condenó el 7 de octubre de 2003 a trece años de cárcel y ese mismo día ingresó en prisión. El tribunal le encontró culpable de la quema de un cajero automático,
del incendio de dos autobuses y de varios contenendores de basura, así
como del lanzamiento de objetos contra agentes de la
Ertzaintza.
Teniendo en cuenta que una condena por violación en España es de, como máximo, 12 años, o que el saqueo de dinero público y la corrupción tienen en nuestro país casi total impunidad, que el genocidio franquista y su jaleamiento no se penan (incluso sus ejecutores son jefes del estado) o que se indulta a los defraudadores y a los estafadores bancarios, se entiende por qué Bellón es un preso político (13 años de condena por quemar un cajero y tirar piedras contra la policia) y las "razones" de las palizas y el maltrato carcelario y, probablemente, las causas de su fallecimiento.
1 comentario:
Pero qué dices, en españistán no hay presos políticos, (jajajaja), además ¿a quien le importa la muerte de alguien que estaba en la cárcel?
Nadie investigará, nadie será culpado, nadie sufrirá ninguna represalia... el sistema funciona, pero para ellos, digo.
Saludos.
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