El rey augura un futuro de bastantes sacrificios para los españoles (justo antes de darse un festin a su costa con los diputados)

El heredero de Franco fue invitado por el cortesano mayor del reino, el presidente de las Cortes (vease en el video su actitud de lameculos recibiendo al Borbon), a una comida de despedida de la legislatura en el Congreso. A su llegada, el rey fue recibido por un grupo de periodistas que le preguntaron si el jefe de estado auguraba un futuro de sacrificios para los españoles.

En su actitud habitual ante las cámaras, aparentemente bonachona, como si se tratara realmente de un buen hombre, decente y sin maldad alguna, el rey contesto a la pregunta, como es habitual también, que apenas se le entendiera nada. Y es que la mezcla de genes familiares produce en todas las estirpes reales, también en los Borbones, una serie de defectos de serie que provocan que sus miembros tengan demasiados defectos. De hecho, como ya sabemos, la Constitucion de 1978 se realizó para esconder algunos de esos defectos de familia, por lo que la hija mas afectada por el mal real, la mayor, se quedo sin el trono que merecia según las leyes "modernas" de la sucesión.

En fin, dejando atrás los trastornos evidentes en todos los miembros de la familia (quizas por ello hayan buscado al principito una chica dispuesta a todo por vivir por la cara y plebeya), con su mala vocalizacion de toda la vida el rey de España por la gracia de dios y de Franco respondio a la pregunta de los periodistas que sí, que a los españoles les esperan "bastantes" sacrificios.

Después, como si no hubiera dicho lo que dijo, o mas bien como si le importara poco lo que les espera a sus subditos, se metió junto al cacique manchego en el Congreso dispuesto a "sacrificarse" por el pueblo degustando caros y deliciosos manjares en la cena de despedida (que consistió en ensalada de bogavante con tomate y tartar de aguacate, lomo de rodaballo con verduritas tiernas y fruta preparada con sorbete de manzana verde, sin contar los vinos que, por supuesto, no eran de mesa, es decir, todo un "menú de crisis"). Para mas inri, Bono anunció que este tipo de comidas se solian hacer una vez al mes, y que la única diferencia es que esta vez, con motivo del fin de legislatura, habian invitado al jefe del estado.
En resumen, asistimos a una nueva muestra de que en el régimen que sufirmos, por muy gorda que sea la crisis, los que se tienen que ajustar siempre el cinturon son unicamente los trabajadores, los ciudadanos de a pie, mientras que sus "representantes" elegidos, o los nombrados a dedo por otros dictadores, como es el caso de Juan Carlos de Borbon, siguen disfrutando de la vida y de los privilegios sin ninguna verguenza ajena: