Aunque la Constitución nos haga creer que en España hay separación de poderes, la justicia sigue, como durante la dictadura, atendiendo a los requerimientos políticos. El descaro de los representantes del régimen es tal que ya no tienen ningún reparo en reconocerlo.
Asi el lendakari vasco, Patxi Lopez, ha declarado recientemente que si «la sentencia a Otegi pudo ser distinta si hubiera pedido la desaparición de ETA»
Es decir, que si Otegui hubiera pedido a ETA que se disolviera los jueces no habrian considerado tan irrefutables las pruebas contra él. Entonces, ¿qué se juzgaba? ¿La presunta pertenencia a ETA de Otegui o la voluntad de este de romper con el entorno terrorista? ¿El delito de colaboración o pertenencia a banda armada o el mayor o menor sometimiento del juzgado a las presiones políticas del régimen?
No hace falta que el títere Lopez diga nada para que se sepa (mas fuera de nuestras fronteras que dentro, debido a la censura informativa) que en España hay miles de presos politicos, pero la frase del lendakari evidencia que hasta los mismos peones del sistema heredado del franquismo lo asumen, lo aceptan e incluso ya lo declaran. Al fin y al cabo la impunidad en España contra los crimenes de estado es aberrante, y los ciudadanos españoles estan tan aborregados que no hace falta ya disimular.
Arnaldo Otegi es un nuevo preso politico encerrado no por cometer el delito de colaborar con ETA, sino por no pedir que ETA desaparezca. De haber repetido lo que le dictaban desde Madrid, hoy seria un hombre libre (es decir, libre pero con la obligacion de pensar como le mandan). Y eso que la izquierda abertzale se ha sumido en un proceso de aceptacion de las ordenes del juancarlismo con el objetivo de poder convertirse en partido politico y entrar en las instituciones, como nueva muestra de que en la España Una, Grande y Libre no es el pueblo el que se organiza en opciones politicas que representen su pensamiento e ideologia, sino que es el estado el que les ofrece las opciones en las que ejercer la democracia (una democracia, como vemos, vigilada).
La cuestion es cual es el objetivo del regimen cuando pretende reventar o zancadillear el proceso que puede llevar al fin del terrorismo en Euskal Herria, ¿evitar que se acabe para seguir sacando rédito electoral o continuar manteniendo leyes de excepcion en todo el pais?
Lo cierto es que la sentencia contra Otegui, uno de los que mas esta haciendo (para bien o para mal) para que la izquierda abertzale se pliegue a los caprichos de Madrid y "que se normalice" (es decir, que se imponga) la idea de las Vascongadas impuesta el 1 de abril de 1939, sancionada mas tarde en la Constitucion de 1978 (la ultima y definitiva ley Fundamental del Movimiento Nacional), es una bomba simbolica lanzada contra el proceso de "pacificacion" (proceso unilateral, solo por el lado de las pistolas, que del lado de la violencia economica y social no van a levantar ninguna bandera blanca) con la intención quizás de que las bombas de verdad vuelvan a resonar para bien de los que tanto se benefician del miedo.
Leer declaraciones en ABC
1 comentario:
Tu lo dices con total claridad: una bomba simbólica lanzada contra el proceso de pacificación.
Un gran error que todos pagaremos. Y efectivamente, infumable total las declaraciones de Patxi López.
Un beso
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