12 de octubre de 2011: genocidas al servicio de otros imperios

España sigue celebrando hoy el recuerdo del inicio de, quizás, el mayor genocidio de la historia. Las tropas españolas, entonces ejercito imperial, destruyeron civilizaciones enteras en el nombre del dios de la muerte y de, como siempre, la riqueza de una élite antigua y de otra nueva formada esta vez, como aquella con anteriores, con el saqueo de las nuevas tierras.

Hoy la celebracion es ritual, puesto que de aquel imperio ya solo quedan, afortunadamente, solo recuerdos deformados, y, sobre todo, la constatacion de los millones de muertos causados.

Ahora, 519 años despues, España sigue participando en genocidios, pero al servicio de otros imperios, y de la soberania de sus ciudadanos queda tan poco, si es que alguna vez ha habido alguna, como de las civilizaciones destruidas desde el descubrimiento, colonizacion y exterminio de los pueblos americanos.

Los propios españoles dejaron escrito (por ejemplo en los siguientes textos de Bartolomé de Las Casas) lo que hacian con los habitantes de las tierras invadidas movidos por la ambicion y la avaricia, y en nombre de una religion que, aunque las defienda en teoria, poco ha hecho a lo largo de la historia por la paz y la defensa de la vida. Algo de lo que parece todavia muchos se enorgullecen, y que dejan minúsculas, en comparacion, a las atrocidades del fascismo (en el fondo son las mismas las de entonces, las del siglo XX y las de ahora en Afganistan o Libia, pues el capitalismo, el sistema mas criminal de la historia, empezó con aquel saqueo masivo de capital a costa de las vidas de millones de personas, y el capitalismo y el fascismo son hermanos mellizos):

¨A todos los seńores que eran mas de ciento y que tenían atados, mando el capitán quemar vivos en palos hincados en tierra.”

“Fue el y estando embebidos y seguros en sus bailes, dice Santiago y a ellos, y comienzan con las espadas desnudas a abrir aquellos cuerpos desnudos, a derramar aquella generosa sangre, que a uno no dejaron con vida”

“Hicieron ley los espańoles, que todos cuantos indios de todo genero y edad tomasen a vida, echasen dentro en los hoyos y así las mujeres preńadas y nińos y viejos a cuantos pudieron tomar, echaban en los hoyos hasta que los henchían traspasados por las estacas”

“Y así había en su real, solemnísima carnicería de carne humana, donde en su presencia se mataban los nińos y se asaban y mataban el hombre, por solas las manos y los pies, que tenían por los mejores bocados” “Ponenlo en un cepo por los pies y el cuerpo extendido y atados por la manos a un madero, puesto un brasero junto a los pies y un muchacho con un hisopillo mojado en aceite, de cuando en cuando se los rociaba para tostarle bien, de una parte estaba un hombre cruel, que con una ballesta armada, apuntándole al corazón, de otra y de otra con un muy terrible perro bravo echándoselo que en un credo lo despedazara, y así lo torturaron para que descubriese los tesoros que pretendían”

“Una india enferma, viendo que no podía huir de los perros que no la hiciesen pedazos, como hacían con otros, tomo una soga y atose al pie un nińo que tenia de un ańo y ahorcase de una viga, y no lo hizo rápido, en tanto que llegaron los perros y despedazaron el nińo”

“No obstante, todo esto, lo condenaron a quemarlo vivo, aunque después rogaron algunos al capitán que lo ahorcasen, y ahorcado, lo quemaron” “Y porque la casa tenia vigas en lo alto, subieronse en ellas mucha gente huyendo de las sangrientas manos de aquellos hombres, mando el infernal hombre pegar fuego a la casa, donde todos los que quedaron, fueron quemados vivos”

“Hacían unas horcas largas que juntasen casi los pies en la tierra, y de trece en trece a honor y reverencia de nuestro redentor, poniendo leńa y fuego, los quemaron vivos” “Comúnmente, mataban a los seńores y nobles de tal manera, que hacían parrillas de varas sobre horquetas y atabanlos en ellas, y ponianles por debajo fuego manso, para que poco a poco, dando alaridos en aquellos tormentos desesperados, se les salían las almas”

(Bartolomé de las Casas, Brevísima relación de la destrucción de las Indias, )