Mientras el gobierno francés quiere elevar a 62 y 67 años la edad de jubilación, y el español se lo plantea, y mientras el resto de los paises de Europa siguen la estela dictada por la Comision Europea y, por ende, por las multinacionales de Europa, el gobierno boliviano da una nueva leccion y la rebaja de 65 a 58 años.
Evo Morales y los movimientos sociales e indigenas bolivanos nos enseñan, a nosotros los "desarrollados" que los dictados del Banco Mundial y el FMI, es decir, de los organismos internacionales encargados de sostener el sistema de dominación actual, de la clase capitalista sobre la trabajadora, no es el único posible, y que la lucha reivindicativa es el camino para que la decisión la tomen realmente los pueblos, y no las empresas.
El acuerdo sobre la reforma de las pensiones no se debe por supuesto a un capricho del presidente o del partido en el poder, el MAS, sino que es fruto de un potente movimiento reivindicativo sobre los salarios y los derechos sociales en la situación general de Bolivia, marcada por continuos intentos desestabilizadores por parte de Washington y la oligarquia.
Evo Morales y Bolivia nos demuestran, una vez mas, que el gobierno puede estar en manos del pueblo y tomar las decisiones a su servicio, en vez de someterse a la eufemistica ley del mercado que, en realidad, no son mas que los intereses de la clase dominante.
fuente: L´Humanite
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