El desmantelamiento del estado que está perpetrando el Partido Popular está retrasando el reloj medio siglo y llevando a los españoles a epocas que solo nuestros padres de mas edad recuerdan.
Claro que lo cierto es que a Rajoy y los suyos siempre les ha gustado aquello de parar el tiempo, y, por mucho que hipocritamente digan ser muy religiosos (ya se sabe, esa religion apegada al poder, que está siempre al lado de los mas ricos, y apoya sin escrúpulos la violencia sanguinaria del estado contra los trabajadores cuando estos quieren que el paraiso se construya en la tierra, y no en el cielo), y aprovechando el pretexto de la crisis económica (creada por los mismos que dirigen los mandos de la apisonadora popular), lo que han provocado en estos apenas cien dias que llevan gobernando no es mas que, como dice Juan José Millás en el siguiente artículo, un verdadero sindiós.
Por supuesto que Millás, asalariado de PRISA, solo denuncia, tan acertadamente, eso es indudable, a los actuales terminator peperos que están haciendo el trabajo sucio a las grandes multinacionales y fortunas para que los trabajadores dejen de hacerles perder tanta tasa de beneficio (y a la que tuvieron que renunciar gracias a la amenaza -para ellos y sus privilegios- soviética), pero no dice nada de los que fueron sus teloneros y que, tampoco hay duda de eso, de seguir hoy en el poder harían prácticamente lo mismo (un poco mas disimulado con rosas y puños en alto de vez en cuando, pero igual de carroñeros que los de la gaviota):
"Un sindiós
Desde que los
ministros de Rajoy, en especial Montoro y Ana Mato, decidieron explicar didácticamente
los porqués de la demolición del Estado, entendemos las cosas mucho mejor. He aquí un
resumen, claro como el agua, de sus argumentos:
Se pone precio a la sanidad para que continúe siendo
gratuita y se expulsa
de ella a determinados colectivos para que siga siendo universal. Se liquidan las leyes laborales
para salvaguardar los derechos de los trabajadores y se penaliza al jubilado y al enfermo para
proteger a los colectivos más vulnerables. En cuanto a la educación, ponemos las tasas universitarias
por las nubes para defender la igualdad de oportunidades y estimulamos su privatización
para que continúe siendo pública.
No es todo,
ya que al objeto de mantener el orden público amnistiamos
a los delincuentes grandes, ofrecemos salidasfiscales a los
defraudadores ambiciosos y metemos cuatro años en la cárcel al que
rompa una farola.
Todo este programa reformador de gran calado no puede ponerse en marcha sin
mentir, de modo que mentimos, sí, pero al modo de los novelistas: para que la verdad resplandezca.
Dentro de esta
lógica implacable, huimos
de los periodistas para dar la cara y convocamos ruedas de prensa sin turno de preguntas para
responder a todo. Nadie que tenga un poco de buena voluntad pondrá en
duda por tanto que hemos
autorizado la subida del gas y de la luz a fin de que
resulten más baratos y
que obedecemos sin
rechistar a Merkel para no perder soberanía.
A
no tardar mucho, quizá
dispongamos que los
aviones salgan con más retraso para que lleguen puntuales. Convencidos
de que el derecho a la información es sagrado en toda democracia que se precie, vamos tomar RTVE al asalto para
mantener la pluralidad informativa. A nadie extrañe que para garantizar
la libertad, tengamos que suprimir las libertades".
El artículo en El País
1 comentario:
Tratándose de quienes se trata no se puede hablar de Sin-Dios sino todo lo contrario. ;)
En lo que si estoy de acuerdo con ellos, es que hacen falta más recortes; Legalicemos la guillotina.
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