Varios cientos de manifestantes han vuelto a protestar en Atenas como respuesta a las nuevas medidas fiscales anunciadas ayer por el Gobierno. Mientras que mas de 300 personas del Partido Comunista Griego entraron en el Ministerio de Economía, otros 400 funcionarios de la privatizada compañía aérea, Olympic Air, han ocupado la acera frente a un edificio de Hacienda, en protesta por la decisión del Gobierno de suprimir unas prometidas jubilaciones adelantadas.
El Ejecutivo griego propuso ayer un paquete de medidas que recortará el gasto público mediante la subida del IVA y la congelación de las pensiones. Los gobiernos de la UE alabaron el plan que será aprobado mañana en el Parlamento, pero los sindicatos han contestado en la calle.
Para esta tarde han convocado a una manifestación en Atenas, mientras se esperan marchas de protesta en otras ciudades del país.
Los sindicatos planean convocar esta tarde otro parón general en el país. El sindicato mayoritario de trabajadores Gsee, que representa a unos dos millones de personas, no ha descartado convocar para mañana una huelga general.
Se prevé que mañana el Parlamento apruebe el paquete de medidas anunciado ayer por el primer ministro, el socialista Yorgos Papandréu, que tiene como objetivo reducir este año el déficit fiscal del 12,7% al 8,7% del Producto Interno Bruto (PIB).
El objetivo de Papandréu es que el déficit se reduzca este año un 4% Las portadas de los diarios griegos critican hoy el doloroso plan de recortes adicionales y abogan por otras alternativas, como reformas estructurales para fomentar el desarrollo. "Las medidas más rígidas de austeridad en la historia del país", "Medidas de pobreza para librarnos de la pobreza", titula To Vima. Kazimeriní pide, por su parte, "medidas de desarrollo contra la bancarrota".
Los partidos de la oposición se han mostrado contrarios al plan. Sin embargo, mientras se multiplican las protestas internas, el Gobierno de Papandréu recibe alabanzas del exterior, especialmente de los socios en la Unión Europea (UE).
Asimismo el Banco Central Europeo (BCE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI), que le exigían estrategias adicionales de austeridad, reaccionaron con satisfacción y expresaron su pleno apoyo al Ejecutivo heleno. Las medidas anunciadas son "una señal fuerte de la determinación del Gobierno griego a continuar con sus valientes decisiones", dijo el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durão Barroso.
Todas estas alabanzas, mientras el pueblo griego se opone con determinacion al plan, demuestran a quien benefician realmente las medidas del gobierno "socialista", y quienes son los perjudicados, los griegos.
Mientras tanto es España los grandes sindicatos siguen arrodillados ante las subvenciones publicas.
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