La periodista Yelena Bekiyeva, del diario Pravda, escribe sobre la visita de una delegación del Partido Comunista de la Federacion Rusa a Siria, y del apoyo de este al gobierno legítimo de Siria contra la campaña orquestada desde Israel y Occidente para legitimar una nueva agresión con fines de expolio económico, esta vez contra el pueblo sirio.
En el artículo se describe una realidad siria bastante diferente a la que nos cuentan los medios de propaganda capitalistas, en las mismas manos que aquellos mas interesados en saquear los recursos energeticos y de controlar la estrategica region de los paises "enemigos", y una envidiable convivencia multireligiosa y multietnica en la prospera siria, uno de los paises de Oriente Medio, incluyendo a los títeres de EE.UU., donde los ciudadanos de todo credo, sexo y nacionalidad tienen mas derechos y bienestar social.
En el parlamento sirio esta presente una importante representación del Partido Comunista Sirio, que tambien tiene miembros en el gobierno sirio.
¨¿Quién está incendiando Siria?"
¿Quienes componen la oposición en Siria? Su composición es extraordinariamente diversa. Está la oposición interna no armada. Están los intelectuales de la disidencia del tipo de los “tardosoviéticos”, algunos pequeños partidos y agrupaciones, incluidos algunos que se definen como marxistas. No son pocos los extremistas pertenecientes a los “hermanos musulmanes” y al Wahhabismo, que reciben apoyo y suministros de armas desde Turquía y Arabia Saudita. También están los opositores en el exterior, exiliados políticos, a quienes se están esforzando ahora por reunir por todo el mundo. De entre estos últimos, se ha compuesto en Turquía el correspondiente “Consejo de Transición” de opereta, encabezado por una persona, de curioso apellido, Galiun1. Por supuesto ni hay, ni puede haber un programa común de desarrollo del país entre grupos tan diversos; solo les une una reivindicación, la inmediata dimisión de Bashar Al-Assad.
¿Quienes componen la oposición en Siria? Su composición es extraordinariamente diversa. Está la oposición interna no armada. Están los intelectuales de la disidencia del tipo de los “tardosoviéticos”, algunos pequeños partidos y agrupaciones, incluidos algunos que se definen como marxistas. No son pocos los extremistas pertenecientes a los “hermanos musulmanes” y al Wahhabismo, que reciben apoyo y suministros de armas desde Turquía y Arabia Saudita. También están los opositores en el exterior, exiliados políticos, a quienes se están esforzando ahora por reunir por todo el mundo. De entre estos últimos, se ha compuesto en Turquía el correspondiente “Consejo de Transición” de opereta, encabezado por una persona, de curioso apellido, Galiun1. Por supuesto ni hay, ni puede haber un programa común de desarrollo del país entre grupos tan diversos; solo les une una reivindicación, la inmediata dimisión de Bashar Al-Assad.
La oposición no cuenta con una figura, con un líder, capaz de sustituir al presidente al frente del país. La autoridad y el grado de conocimiento de Galiun, son nulos.
Hay que decir, que ese repentino arrebato de odio hacia el presidente Assad, tiene mucho de irracional. En opinión de la mayoría de los sirios con los que hemos tenido la oportunidad de comunicarnos, Assad no es en absoluto un dictador. Bashar no fue educado como sucesor de su padre, ya que ese papel le habría correspondido a su hermano mayor, de no haber muerto en accidente de circulación. Cursó estudios en Europa en la carrera de medicina. Tras la muerte de su padre en el 2000, se puso al frente del país. En 2007, en referéndum, Assad obtuvo el respaldo del 97,63% de los electores. Da la impresión de que el pueblo quiere sinceramente a su joven presidente, sus retrataos se pueden ver en cada esquina, en la puerta de cada tienda. En Rusia, eso se llamaría culto a la personalidad, pero en Oriente, entra dentro de lo normal.
No son pocos los problemas que enfrenta Siria. El país es muy heterogéneo, en cuanto a confesiones religiosas y composición étnica: aparte de árabes, también viven kurdos, armenios, cherquesos; la mayoría religiosa la componen los sunitas, pero también hay chiítas, drusos, cerca de un 10% de cristianos, mientras que en el gobierno desde hace tiempo se encuentran los alauitas (rama del Islam). Por eso los enemigos de Siria, disponen de varias “cuñas” que clavar, con las que azuzar el odio interracial e interreligioso. Pero como señaló en su encuentro con nuestra delegación el cabeza de la iglesia ortodoxa más antigua, el patriarca de Antioquia Ignatio IV: “Nuestros pueblos y nuestras iglesias llevan coexistiendo pacíficamente en esta tierra más de mil años, y estamos en disposición de resolver nuestros problemas, con tal de que no nos presionen ni se entrometan”.
Los miembros de la delegación del PCFR, A.P. Filíppov e I.N. Makárov, tuvieron una serie de encuentros con los comunistas sirios y en concreto con el Sec. Gral. del Partido Comunista Unificado de Siria, Huneinn Temer y con el presidente honorífico del partido y destacado activista del movimiento comunista internacional, Yusef Faisal. Los comunistas en Siria tienen representación en el parlamento y en el gobierno y fueron precisamente los precursores del diálogo nacional, del que están formando parte activa actualmente. A ese dialogo fueron invitadas todas las fuerzas de la sociedad, aunque los instigadores de las protestas callejeras, no estén por la labor de sentarse en la mesa de conversaciones. Ellos hace tiempo que tienen otro objetivo: derrocar a Assad, sin importar las consecuencias que pueda acarrear.
Bashar al-Assad y el Partido del Renacimiento Árabe Socialista (Baaz), que este encabeza, han emprendido una serie de importantes reformas políticas en el país. Por cierto que no las han acometido ahora, bajo la presión de Occidente, sino mucho antes. Sobre esto nos contó el primer vicesecretario del Baaz, A. Al-Ahmar. “Las reformas que se han anunciado, son decisión del congreso del PRAS, celebrado en 2005, -subrayó. La realización de esas reformas se habían visto frenadas por diferentes motivos, tanto objetivos como subjetivos. Durante tres años seguidos, Siria hubo de hacer frente a una sequía sin precedentes, que ha perjudicado sensiblemente la situación económica del país. Luego le siguió la crisis económica mundial, que también afectó a Siria. La situación general en Oriente Próximo ha exigido del país incrementar el gasto para el mantenimiento de las fuerzas armadas. La dirección del Baaz parte del convencimiento de que la decisión de la crisis únicamente pasa por los medios pacíficos”.
Se ha derogado el Estado de Emergencia, vigente en el país a lo largo casi de medio siglo. Se ha aprobado una nueva ley de medios, que garantiza la libertad de expresión. Se están preparando nuevas leyes electorales y de partidos, e incluso se está discutiendo la supresión del artículo octavo de la constitución sobre el papel dirigente del Baaz, una norma que rige desde 1964. Pero tanto la oposición irreconciliable, como Occidente, ya no quieren oír hablar de reforma alguna. Se están aprobando nuevas sanciones en relación con Siria, encaminadas a socavar la economía del país. La decisión está tomada: “Assad no es legítimo”, declaran abiertamente los líderes de los países occidentales. ¿Por qué lo decide Occidente y no el pueblo sirio? “Tú eres el culpable de que yo tenga hambre” parece ser el lema principal de los “lobos” norteamericanos y de la OTAN. En la arena internacional se han terminado de asentar los dobles raseros y el derecho del fuerte. Todavía hay intentos de guardar las formas: a través del Consejo de Seguridad de la ONU, intentan colar una resolución similar a la que se convirtió en sentencia para Libia, pero por el momento la bloquean Rusia y China. Sin embargo, ya sabemos que para invadir Irak o Afganistán, a los EE. UU. no les hizo falta ninguna resolución.
Comparte sus impresiones Leonid Kaláshnikov, secretario del CC del PCFR y primer vicepresidente del Comité de la Duma para asuntos internacionales:
-Indudablemente, Siria se ha visto hoy día convertida en víctima de una gran conspiración internacional. Su objetivo es la desestabilización definitiva de toda la región en pos de la realización del plan norteamericano del “Gran Oriente Próximo”. Si no ha conseguido resistir un régimen como el de Mubarak, absolutamente leal a los EE. UU., ni un relativamente leal Gadafi, qué podemos decir de Siria, que siempre ha demostrado la política más independiente en la región, respaldando la lucha de los palestinos, y siendo desde la época soviética un fiel aliado de nuestro país. Desde el punto de vista de los EE. UU. ya solo por eso un régimen así merece ser liquidado, aunque me temo, que no se van a conformar con Siria. Existe el peligro de que el conflicto en Siria pueda ser utilizado como “gatillo” para lanzar una guerra a gran escala en Oriente Próximo, a la que se verían arrastrados casi con total seguridad Turquía, Irán, y muy probablemente, Israel, Jordania, Azerbaiyán y el Líbano. Por supuesto la aviación de la OTAN no se quedaría la margen y el número de víctimas sería de muchos miles.
El gobierno ruso en esta situación, debe entender claramente que la historia no les perdonará un nuevo error. La entrega de Libia por parte de Medvédev, de momento nos ha supuesto solo la pérdida de contratos multimillonarios, pues la cara, hacía tiempo que la habíamos perdido. Basta con ver, como las compañías rusas deben ahora rebajarse para volver a ser aceptadas en Libia, cómo el gobierno hace la pelota a los airosos “rebeldes”. Pero difícilmente esto va a ayudar: el auténtico vencedor, Occidente, con toda seguridad se seguirá comportando como un asaltante de caminos: ¿Qué le impedirá entonces deshacerse de Rusia?
Si Moscú traiciona ahora a Siria, desde el punto de vista estratégico las pérdidas serán mucho mayores: para empezar, es la única salida que le queda al Mediterráneo. En segundo lugar, es nuestro único aliado en una convulsa región clave. Y por último lo más peligroso: las llamas de un gran “incendio” en Oriente Próximo, puede fácilmente alcanzar nuestras fronteras meridionales, desde el Cáucaso hasta Asia Central, así como nuestras regiones musulmanes, empezando por el Cáucaso Norte ruso.
Quisiera creer que el gobierno ruso conservará restos de sentido común y emprenderá todos los esfuerzos posibles para detener la agresión contra Siria.
Nuestros camaradas sirios saben perfectamente que la postura del PCFR con respecto al pueblo de Siria y a su gobierno legítimo sigue siendo invariablemente amistosa. El mensaje que hizo llegar Guennadi Ziugánov al presidente Bashar Al-Assad expresándole su apoyo, fue recibido con gran satisfacción.
* “galiun” significa retrete en ruso.
Hay que decir, que ese repentino arrebato de odio hacia el presidente Assad, tiene mucho de irracional. En opinión de la mayoría de los sirios con los que hemos tenido la oportunidad de comunicarnos, Assad no es en absoluto un dictador. Bashar no fue educado como sucesor de su padre, ya que ese papel le habría correspondido a su hermano mayor, de no haber muerto en accidente de circulación. Cursó estudios en Europa en la carrera de medicina. Tras la muerte de su padre en el 2000, se puso al frente del país. En 2007, en referéndum, Assad obtuvo el respaldo del 97,63% de los electores. Da la impresión de que el pueblo quiere sinceramente a su joven presidente, sus retrataos se pueden ver en cada esquina, en la puerta de cada tienda. En Rusia, eso se llamaría culto a la personalidad, pero en Oriente, entra dentro de lo normal.
No son pocos los problemas que enfrenta Siria. El país es muy heterogéneo, en cuanto a confesiones religiosas y composición étnica: aparte de árabes, también viven kurdos, armenios, cherquesos; la mayoría religiosa la componen los sunitas, pero también hay chiítas, drusos, cerca de un 10% de cristianos, mientras que en el gobierno desde hace tiempo se encuentran los alauitas (rama del Islam). Por eso los enemigos de Siria, disponen de varias “cuñas” que clavar, con las que azuzar el odio interracial e interreligioso. Pero como señaló en su encuentro con nuestra delegación el cabeza de la iglesia ortodoxa más antigua, el patriarca de Antioquia Ignatio IV: “Nuestros pueblos y nuestras iglesias llevan coexistiendo pacíficamente en esta tierra más de mil años, y estamos en disposición de resolver nuestros problemas, con tal de que no nos presionen ni se entrometan”.
Los miembros de la delegación del PCFR, A.P. Filíppov e I.N. Makárov, tuvieron una serie de encuentros con los comunistas sirios y en concreto con el Sec. Gral. del Partido Comunista Unificado de Siria, Huneinn Temer y con el presidente honorífico del partido y destacado activista del movimiento comunista internacional, Yusef Faisal. Los comunistas en Siria tienen representación en el parlamento y en el gobierno y fueron precisamente los precursores del diálogo nacional, del que están formando parte activa actualmente. A ese dialogo fueron invitadas todas las fuerzas de la sociedad, aunque los instigadores de las protestas callejeras, no estén por la labor de sentarse en la mesa de conversaciones. Ellos hace tiempo que tienen otro objetivo: derrocar a Assad, sin importar las consecuencias que pueda acarrear.
Bashar al-Assad y el Partido del Renacimiento Árabe Socialista (Baaz), que este encabeza, han emprendido una serie de importantes reformas políticas en el país. Por cierto que no las han acometido ahora, bajo la presión de Occidente, sino mucho antes. Sobre esto nos contó el primer vicesecretario del Baaz, A. Al-Ahmar. “Las reformas que se han anunciado, son decisión del congreso del PRAS, celebrado en 2005, -subrayó. La realización de esas reformas se habían visto frenadas por diferentes motivos, tanto objetivos como subjetivos. Durante tres años seguidos, Siria hubo de hacer frente a una sequía sin precedentes, que ha perjudicado sensiblemente la situación económica del país. Luego le siguió la crisis económica mundial, que también afectó a Siria. La situación general en Oriente Próximo ha exigido del país incrementar el gasto para el mantenimiento de las fuerzas armadas. La dirección del Baaz parte del convencimiento de que la decisión de la crisis únicamente pasa por los medios pacíficos”.
Se ha derogado el Estado de Emergencia, vigente en el país a lo largo casi de medio siglo. Se ha aprobado una nueva ley de medios, que garantiza la libertad de expresión. Se están preparando nuevas leyes electorales y de partidos, e incluso se está discutiendo la supresión del artículo octavo de la constitución sobre el papel dirigente del Baaz, una norma que rige desde 1964. Pero tanto la oposición irreconciliable, como Occidente, ya no quieren oír hablar de reforma alguna. Se están aprobando nuevas sanciones en relación con Siria, encaminadas a socavar la economía del país. La decisión está tomada: “Assad no es legítimo”, declaran abiertamente los líderes de los países occidentales. ¿Por qué lo decide Occidente y no el pueblo sirio? “Tú eres el culpable de que yo tenga hambre” parece ser el lema principal de los “lobos” norteamericanos y de la OTAN. En la arena internacional se han terminado de asentar los dobles raseros y el derecho del fuerte. Todavía hay intentos de guardar las formas: a través del Consejo de Seguridad de la ONU, intentan colar una resolución similar a la que se convirtió en sentencia para Libia, pero por el momento la bloquean Rusia y China. Sin embargo, ya sabemos que para invadir Irak o Afganistán, a los EE. UU. no les hizo falta ninguna resolución.
Comparte sus impresiones Leonid Kaláshnikov, secretario del CC del PCFR y primer vicepresidente del Comité de la Duma para asuntos internacionales:
-Indudablemente, Siria se ha visto hoy día convertida en víctima de una gran conspiración internacional. Su objetivo es la desestabilización definitiva de toda la región en pos de la realización del plan norteamericano del “Gran Oriente Próximo”. Si no ha conseguido resistir un régimen como el de Mubarak, absolutamente leal a los EE. UU., ni un relativamente leal Gadafi, qué podemos decir de Siria, que siempre ha demostrado la política más independiente en la región, respaldando la lucha de los palestinos, y siendo desde la época soviética un fiel aliado de nuestro país. Desde el punto de vista de los EE. UU. ya solo por eso un régimen así merece ser liquidado, aunque me temo, que no se van a conformar con Siria. Existe el peligro de que el conflicto en Siria pueda ser utilizado como “gatillo” para lanzar una guerra a gran escala en Oriente Próximo, a la que se verían arrastrados casi con total seguridad Turquía, Irán, y muy probablemente, Israel, Jordania, Azerbaiyán y el Líbano. Por supuesto la aviación de la OTAN no se quedaría la margen y el número de víctimas sería de muchos miles.
El gobierno ruso en esta situación, debe entender claramente que la historia no les perdonará un nuevo error. La entrega de Libia por parte de Medvédev, de momento nos ha supuesto solo la pérdida de contratos multimillonarios, pues la cara, hacía tiempo que la habíamos perdido. Basta con ver, como las compañías rusas deben ahora rebajarse para volver a ser aceptadas en Libia, cómo el gobierno hace la pelota a los airosos “rebeldes”. Pero difícilmente esto va a ayudar: el auténtico vencedor, Occidente, con toda seguridad se seguirá comportando como un asaltante de caminos: ¿Qué le impedirá entonces deshacerse de Rusia?
Si Moscú traiciona ahora a Siria, desde el punto de vista estratégico las pérdidas serán mucho mayores: para empezar, es la única salida que le queda al Mediterráneo. En segundo lugar, es nuestro único aliado en una convulsa región clave. Y por último lo más peligroso: las llamas de un gran “incendio” en Oriente Próximo, puede fácilmente alcanzar nuestras fronteras meridionales, desde el Cáucaso hasta Asia Central, así como nuestras regiones musulmanes, empezando por el Cáucaso Norte ruso.
Quisiera creer que el gobierno ruso conservará restos de sentido común y emprenderá todos los esfuerzos posibles para detener la agresión contra Siria.
Nuestros camaradas sirios saben perfectamente que la postura del PCFR con respecto al pueblo de Siria y a su gobierno legítimo sigue siendo invariablemente amistosa. El mensaje que hizo llegar Guennadi Ziugánov al presidente Bashar Al-Assad expresándole su apoyo, fue recibido con gran satisfacción.
* “galiun” significa retrete en ruso.
3 comentarios:
Interesante punto de vista, que confirma en parte la oposición a Asad pero ofreciendo pistas alternativas.
Un cordial saludo.
Muchos amigos del pueblo de Siria, sabemos que a pesar de la propaganda occidental, que la mayoría de la sociedad siria esta con sus dirigentes. Queda claro que algunos ciudadanos inconscientes e insolidarios, se dejan arrastrar por los sicarios agitadores del Imperio occidental, que utiliza a estos desgraciados como ariete de choque contra la sociedad siria. El gobierno sirio tiene todo el derecho a defender a la gran mayoría de su pueblo, contra el asalto a sus instituciones y la legitimidad del gobierno sirio. Si Siria cae en las manos sediciosas de la CIA-OTAN, el mundo árabe perderá un pilar fundamental de su cultura y poder, quedando totalmente a merced del sionismo israelí y sus lacayos los USA-EU.
Que vergüenza, increíble. Rusia perdió su poderío porque creyó que se mantendría en la primera fila actuando con mano de hierro. Ahora añoran el pasado y mandan o escriben tonterías, pero sin disimular su interés económico. Señores, por favor, no seais tan desalmados para no poder dolerse de la muerte de 3 mil personas mandadas asesinar por Assad. Este hombre no es el único que puede ser presidente de Siria, aparte de lo que piensen Occidente, Israel y la CIA.
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