12 de marzo de 2010

La batalla de las termopilas

El pueblo griego ha paralizado hoy el pais con una huelga general, la segunda en tan sólo seis días, convocada por los principales sindicatos del país en protesta por las durísimas medidas de austeridad aprobadas por el Gobierno de Georges Papandreou.

El centro de Atenas se ha vuelto a convertir en escenario de una batalla campal, durante la multitudinaria manifestación de unas 30.000 personas que ha recorrido la capital. El pueblo griego hoy lleva a cabo otra desigual batalla contra el imperio, que esta vez no es el persa sino el de las multinacionales y organismos internacionales.

"Policías, cerdos asesinos", gritaban algunos de los manifestantes, mientras quemaban contendores de basura, rompían escaparates y levantaban barricadas. La batalla campal ha dejado maltrechos a varios manifestantes (el número de anarquistas heridos no ha sido precisado) y ha provocado al menos 20 detenciones. Asimismo, 13 policías han resultado heridos en los enfrentamientos.

Desde la medianoche no aterrizaron ni despegaron aviones en el país, los trenes han estado parados, los barcos que comunican las islas permanecieron anclados y no han funcionado los autobuses públicos ni el metro. Están cerrados los colegios, los hospitales, las oficinas públicas, los bancos, aunque, eso sí, la mayoría de las tiendas permanecen abiertas porque la situación es tan dramática que los dueños no pueden permitirse el lujo de dejar de ingresar.

Las televisiones emiten sobre todo programas enlatados y en las calles se amonta la basura. "Y no pararemos hasta que el Gobierno atienda nuestras reivindicaciones", promete Stathis Anestis, portavoz del sindicato GSEE.

"El Gobierno está utilizando la crisis como excusa para golpear a los trabajadores. La crisis no es culpa nuestra, nosotros hemos pagado religiosamente nuestros impuestos. Que vayan a decirle a los banqueros que todo el dinero que han ganado con la crisis lo dediquen ahora a salvar Grecia", afirma Niko Voordoumbas, un joven de 34 años que hasta hace poco trabajaba en una sucursal bancaria.

La tension en Grecia esta en el ambiente, por la rabia con la que la mayoría de los griegos han acogido la batería de recortes con los que el ejecutivo de Papandreou, en el poder desde hace sólo cinco meses, trata de contener el bestial déficit público, que ha alcanzado el 12,7%, cuatro veces el máximo permitido por Bruselas.

Para tratar de tapar ese enorme agujero en las cuentas públicas y evitar la bancarrota del país, el Gobierno aprobó la semana pasada suprimir las dos pagas extraordinarias que hasta ahora recibían los funcionarios, congelar las pensiones, aumentar en ocho céntimos el precio del litro de gasolina, subir el IVA del 20% al 21%, incrementar las tasas que gravan los artículos de lujo y aumentar en un 1% los impuestos por los ingresos obtenidos el años pasado. Y, además, ya anunciado su intención de retrasar la edad de jubilación de los actuales 61 años a los 63.

Los sindicatos y los trabajadores han reaccionado con cólera ante esas medidas. "Otra vez pagamos a pagar nosotros", es el elocuente lema, que resume a la perfección en el sentimiento generalizado, con el que arrancará otra manifestación en el centro de Atenas.

"No podemos consentir que pisoteen nuestros derechos. Así que estaremos en guerra hasta que nuestras peticiones sean escuchadas y nuestro derechos respetados", afirma Alexis Diamantopoulus, cocinero de un hospital.

Por otro lado, el dia anterior a la huelga general, la policia asesino al anarquisa Lambros Foundas, de 35 años, en el suburbio de Dafni, al sur de Atenas. Según la versión de la polícia, Lambros era un "terrorista" y fue disparado cuando intentaba robar un auto con otra persona, y que estaba transportando armas de fuego (no indicaron si el grupo al que pertenecia era AL Qaeda o las FARC). Sin embargo, vecinos del barrio dijeron que que él habría sido atacado por varios policías. Fountas fue uno de los 500 anarquistas presos en los motines de la Universidad Politécnica en 1995, en Atenas.

Parece ser que el griego es el unico pueblo que resiste con dignidad el intento de los gobiernos de la UE de que los ciudadanos soporten el peso de los errores y excesos de los banqueros y empresarios. Mientras en el resto de los paises se acepta con resignacion el castigo por los saqueos efectuados por las oligarquias, los griegos han iniciado una nueva batalla de las termopilas.

Esperemos que si no consiguen exterminar a los que intentan seguir enriqueciendose a su costa a pesar de su responsabilidad en la posible bancarrota, al menos consigan o que su gobierno haga caso a su pueblo en vez de a los depredadores del FMI y la U.E o que su resistencia sea un ejemplo para los demas ciudadanos de Europa, todavia narcontizados.

2 comentarios:

Equipo de Bitácora (M-L) dijo...

Como ya apunte en una entrada que hice al respecto, en la república Helénica no solo está en pugna el futuro de una nación, sino las políticas que podrían regir nuestras vidas en el futuro; pero Grecia es distinta, la organización ciudadana, la organización sindical es realmente ejemplar…

Anónimo dijo...

Mientras tanto en España:

http://barcelona.indymedia.org/newswire/display/391440/index.php

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