El León del Desierto

El León del Desierto es una película que fue financiada por el coronel Gadafi en los lejanos 70, reivindicando la imagen del líder nacionalista libio Omar Mukhtar, quien encabezó la resistencia contra la opresión colonial Italiana en el Norte de África. La historia de la lucha de los pueblos de Libia contra la opresión europea no parece demasiado lejana si vemos las imágenes que la realidad nos ofrece hoy: una coalición internacional acabando con el sistema creado por los propios libios para hacerse con el control de sus recursos, y para ello bombardeando ciudades y lanzando ejércitos de mercenarios para castigar a un sistema que trabajaba por su autosuficiencia, en vez de arrodillarse ante las leyes del mercado (es decir, de los intereses de los que las imponen).

Omar Mukhtar fue una de las figuras de la lucha antimperialista africana, como lo serian después Nasser o el propio Gadaffi.  Hace apenas 100 años, cuando la población de la actual Libia apenas llegaba a las ochocientas mil personas, uno de cada ocho libios murió por defender la libertad y la independencia de su país. El genocidio comenzó en octubre de 1911; con el mismo pretexto que ahora de proteger civiles y pacificar el país.

Una imagen impresionante de la pelicula recuerdan a lo que hacen los "rebeldes" apoyados por la OTAN hoy en Libia: las tropas invasoras llegan a una aldea, reúnen la gente y ejecutan frente a niños y mujeres un combatiente rebelde.

El baño de sangre es hoy, a diferencia de la invasión italiana, aparentemente mucho mas pulcro, llevado a cabo desde los despachos de las ciudades del "primer mundo", creando el caos y la destrucción desde los aviones para que los mercenarios rematen la operación criminal, y con los medios de propaganda en manos de los mismos magnates que controlan la industria militar y energética ocultando a los ciudadanos la realidad.

La lucha de los libios contra el rey Idris y el sistema postcolonial, creado al efecto de que los recursos siguieran a disposición de las multinacionales europeas y norteamericanas, dio lugar a una nueva Libia que se convirtió en el primer país africano en cuanto a los índices de desarrollo humano, con uno de los ingresos de PIB per cápita más altos en un continente de miserables y con la mayor cobertura educativa de la región.

Libia era una notable excepción próspera en la sometida y empobrecida Africa, y eso explica también por qué ante la oleada de sublevaciones y rebeliones que azotaron Oriente Medio y el Magreb, sólo allí los amos imperiales hayan considerado necesario lanzar sus bombas humanitarias.

Ver "El leon del desierto" nos muestra que las cosas no han cambiado tanto, y que lo que está sucediendo hoy en Libia no es mas que la reedición de lo que ya pasó. Entonces los italianos no tenian necesidad de ocultar su ideologia fascista, y hoy los agresores se esconden tras máscaras democráticas. En el fondo son los mismos criminales y defienden los mismos intereses.

 La destrucción de la Libia socialista no es mas que el primer paso de una gran batalla. A los invasores les espera otro desagradable Vietnam Árabe, una guerra de guerrillas que dejará sobre las arenas de Libia a miles de soldados: una pena que los que caigan no sean los verdaderos criminales que manejan los hilos bien cobijados desde sus grandes despachos de Wall Street o los grandes bancos y multinacionales capitalistas.



Omar Mukhtar detenido por los italianos y fotografiado
antes de llevarle a la horca

 La realidad es que el León del Desierto sigue vivo, que ha estado siempre presente en la Libia revolucionaria, alerta frente a la siempre insaciable codicia de los fascistas que gobiernan el mundo bajo la apariencia de democracia y estados de derecho, ideas que se disipan como el humo cuando estan en juego sus intereses y sus objetivos economicos.

A pesar de la notable acción de los medios de propaganda para ocultar la realidad de los crimenes que nuestros gobiernos "democraticos" cometen en Libia, ver está película nos enseña cómo los capitalistas seguiran intentando siempre, por muchos años que pasen, y bajo la etiqueta que convenga a cada momento, la de "fascismo" o la de "democracia", la dominación de los pueblos y de los recursos, y que en la lucha contra el imperialismo nunca puede bajarse la guardia hasta que el ultimo resto de capitalismo haya desaparecido de la faz de la tierra.

El final de la película muestra como el general que dirigió aquellos ataques sanguinarios y criminales contra Libia fue juzgado por tribunales internacionales, algo que hoy parece lejos de producirse con los que desde Europa, Estados Unidos y algunas dictaduras árabes aliadas han dirigido la agresión: