Bienvenidos a la República Popular Democrática de Corea.

Acabo de ver un documental checo sobre Corea del Norte totalmente infumable. Se titula "Bienvenidos a la Republica Popular de Corea del Norte", "Welcome to North korea", y esta dirigido por la realizadora checa Linda Jablonská en 2009.
En resumen se trata de un grupo de turistas checos que viajan a Corea del Norte y, en vez de intentar entender que la cultura oriental es diferente a la occidental, especialmente cuando el sistema no se basa en la explotacion de propietarios de los medios de produccion sobre el resto, se dedican a despreciar sin verguenza alguna lo que es diferente. Es decir, en definitiva, de un grupo de paletos europeos que se dedica a repetir topicos para que la cinta se distribuya mejor.

Por ejemplo, y a pesar de que en ningun momento demuestran lo que dicen, no paran de criticar que los coreanos viven en casas inhabitables que no no les dejan ver, que no siempre les impiden pasar mas alla de un cierto punto, que la gente es infeliz y nunca se rie, y sin embargo, nunca muestran ni casa inhabitable alguna, ni a nadie que les prohiba pasar, y, al contrario, no deja de aparecer gente riendose en la cinta.

La directora checa rueda el documental con camara de turista, porque no recibio visado de periodista. No hubo ningun problema en pasar la frontera con camaras de video, como los mismos protagonistas confirman sorprendidos al inicio de la pelicula, y en ningun momento se controla lo que graban. Aun asi, no paran de decir que es un horror, que la gente no se alimenta, que viven en condiciones horribles, que es una dictadura, etc... Pero en ningun momento dan prueba alguna de ello con su camara.

Al contrario, y salvo quizas la excesiva admiracion hacia el lider, algo que tiene que ver tambien con la cultura oriental y no solamente con el comunismo, la atmosfera que se respira es de tranquilidad y normalidad. Y eso por mucho que se esfuercen por ocultarlo los turistas con sus opiniones, queda bastante claro durante toda la pelicula.

Una de las turistas tiene una actitud curiosa, pues todo el tiempo dice que no es tan malo como lo imaginaba, que esperaba un horror y que es muy tranquilo, que la gente es amable y simpatica, pero al final de la pelicula, en las conclusiones, dice todo lo contrario, sin que medie nada que provoque tal cambio de opinion.

Recordemos que las imagenes que salen son las que graban ellos, sin que, y eso lo dicen los mismosprotagonistas, en ningun momento nadie les controle lo grabado.

En una cultura oriental donde la disciplina y la "sumision" ritual es algo comun (en el Japon capitalista tambien) los eurocentricos checos no entienden como la gente tiene esa concepcion del lider como algo cercano a la divinidad, aunque en el caso de Corea esa divinidad sea laica, basada en la creencia en uns sistema donde la distribucion igualitaria y justa es posible (aunque las potencias capitalistas se empeñen en obstaculizarlo).

Supongo que los checos de hoy, despues de 20 años de lavado de cerebro, prefieren sacralizar a la television, el dios de los occidentales. A mi, personalmente, no me gustaria tener que agachar la cabeza ante el jefe, o ante el presidente de mi pais, pero los japoneses lo hacen igual y nadie les critica por ello (o al menos no como si estuvieran obligados a hacerlo).

En todo caso, y a pesar de lo criticable que nos puede parece desde nuestra mentalidad occidental las costumbres de Corea del Norte, intentan comprender que nuestra cultura y vision del mundo no es unica seria un ejercicio muy saludable para el fanatismo europeista que, ante la diversidad, impone su estilo de vida, principalmente por y para su dominio economico, a base de propaganda o, si es necesario, a bombazo limpio.

Tampoco me gusta que los vigilantes de seguridad y los policias me traten como si fuera un delincuente en nombre de la propiedad privada, o tener que levantarme ante un juez, y sin embargo lo hacemos sin quejarnos, e incluso nos dejamos desnudar practicamente para poder coger un avion (¿por seguridad? lo mismo dicen los coreanos y los japoneses sobre la disciplina y los rituales sociales, que para ellos son una forma de cohesion y seguridad grupal, y sin embargo, nos parece absurdo).

Los turistas checos protagonistas del documental visitaron Pyongyang, miraron el Museo de Regalos de ambos líderes norcoreanos, asistieron a un espectáculo interpretado por niños y fueron llevados a la frontera entre Corea del Norte y del Sur. Viajaron por los alrededores de la ciudad, y poco mas. Se trataba de un viaje organizado, de seis dias, por los lugares turisticos mas comunes de Coresa, por lo que no pudieron visitar bien el pais. Eso esta claro cuando vas con un viaje organizado a cualquier ciudad. No porque este prohibido, sino porque no hay tiempo suficiente.

Constantemente mostraban a guardias, vigilantes, conserjes o simplemente paseantes como espias del gobierno, aunque si damos una vuelta por cualquier ciudad europea podremos ver la cantidad de camaras de vigilancia, guardias de seguridad y policias que hay en cada negocio o calle del centro de la ciudad. Incluso hablan de que en el hotel hay microfonos en el sistema antifuegos, pero no lo comprueban, supongo que para que quede bien con el objetivo de la cinta (o quizas si lo comprobaron pero no lo pusieron en la cinta para no quedar en ridiculo).

Tambien hace una constante referencia a los parecidos con el comunismo checo de hace 20 años, tal y como es necesario para que el documental sea bien vendido en el clima neoliberal imperante en los medios de comunicacion y opinion publica europea de hoy, especialmente la de los paises del este.

“Antes del viaje visité el consulado de Corea del Norte en Praga. Solicité un visado para periodistas, pero me dijeron que no era posible, que la visita de periodistas checos era indeseable. Sin embargo, me ofrecieron viajar al país como turista con una cámara turística”, explica en una entrevisa la realizadora

Como bien dice Linda Jablonska, que ha rodado la cinta pensando en su buena distribucion en los medios anticomunistas, sino no se explica tanto topico repetido por unos turistas que se supone van a descubrir un pais diferente, no igual al suyo, el documental trata de los visitantes en la excursion mas que de Corea del Norte, y en vez de intentar comprender las diferencias se complace en repetir las consignas.

Eso si, las consignas del mundo "libre".

Unos turistas que dan un ejemplo de la concepcion chauvinista del mundo de los europeos-occidentales, que solo se sienten felices cuando cruzan la frontera de China, otro pais comunista, pero donde pueden ver con desahogo que alli pueden ir a comer a un MacDonalds (un triste ejemplo del simplista significado que se le da a la libertad en el capitalismo).

En resumen, el documental es una burda manipulacion de la realidad, que ni siquiera intenta ofrecernos pruebas con la camara de las afirmaciones y acusaciones que no paran de repetir los protagonistas. Una pelicula que seguro que vende muncho en esta sociedad donde los productos anticomunistas se promociona aunque sean de una calidad aberrante.