Las verdades que abochornaron a su majestad

Cuando el heredero del genocida Franco, actual rey de España, intentó mandar callar al presidente de los venezolanos, como si estos todavia fueran subditos suyos, no se nos mostró la verdadera razón por la que Juan Carlos de Borbon se marchó de la reunion de presidentes sudamericanos y caribeños.

Como vemos en el video, Daniel Ortega, ademas de dar la razon a Hugo Chavez en sus descriptivas palabras hacia Aznar, puso los puntos sobre las ies describiendo también la política de alianza con el imperialismo de España y de sus empresas, como Union Fenosa (y muchas mas), que no dudan en intervenir en las politicas internas de otros paises soberanos con el único fin de tener gobiernos títeres para saquear cómodamente los recursos, sin para ello dudar en usar cualquier método, incluso los mas criminales.

Como es natural, Ortega pregunta al trio atónito, qué hacen en una reunion de paises "del sur", es decir, pobres, en desarrollo, si no son mas que los mensajeros "del norte", es decir, del actual imperialismo, del capitalismo. También les pregunta qué es la OTAN, sino un arma de intervencion y control de los recursos de otros paises, sobre todo cuando hay que disciplinarlos para que no saquen los pies del tiesto.

Las caras de Moratinos, Zapatero y el monarca son todo un poema, mientras aguantan el chaparron de verdades que osaban lanzarles sus antiguas colonias, en especial Hugo Chavez y, como se ve en este video, el presidente de Nicaragua, Daniel Ortega. Un video que en su dia no se mostró, dandose solo importancia a las famosas palabras de Juan Carlos, el Por qué no te callas de ancestrales aromas imperiales, y al desplante que hizo despues marchandose de la reunion como protesta por el "mal trato" que estaban haciendo a la pobre España, que aparecio mas bien como víctima.

El rey, heredero de los antiguos emperadores conquistadores de America, asesinos de millones de pobladores, de culturas y expoliadores de recursos aun no devueltos a sus legítimos propietarios, ademas de sucesor del también genocida Francisco Franco, en este caso contra sus propios compatriotas, no soportó tal lluvia de verdades insolentes y siempre convenientemente ocultadas y se marcho, no sabemos si avergonzado por la certara descripcion de las fechorias patr¡as o indignado por la descarada actitud de los que algunos aun tratan como vasallos (aunque quizas, ahora que lo pienso, también podria ser la imperiante necesidad de tomarse una copita, que el mono a veces es insoportable, sobre todo cuando algunos se salen del guion y te hacen perder la compostura).