En Bucarest por todos los rincones hay homenajes a los heroes anónimos de lo que interesadamente denominan "Revolución Rumana" de 1989. El intento de justificar la entrega del país a manos de las empresas hace que desmedidamente se intente hacer olvidar antiguas Revoluciones cuyo fin no era el beneficio de las corporaciones y del capital, sino de las personas. Es cierto que la derivación del comunismo no fue nada encomiable, y al final el partido no fue mas que una empresa mas en beneficio solamente de sus lideres y sus integrantes. Pero llamar Revolución a la vuelta al mercado salvaje parece una burla insuperable. La mala imagen del comunismo, que se ensucio aun mas de forma interesada para que la gente del este de Europa no recordara todo lo bueno que tenía a pesar de todo, ha hecho aceptar el capitalismo con sometimiento y sin alzar la voz: con resignación. Pero poco a poco surgen voces irónicas y críticas que irán cambiando las cosas. Por lo menos para ver que los muertos de 1989 no murieron para cambiar el mundo (aunque lo creyeran), sino sobre todo, para que los capitalistas pudieran enriquecerse también a costa de la pobreza de los rumanos (de los rumanos o de los españoles, la explotación no entiende de nacionalidades).
27 de mayo de 2008
22 de mayo de 2008
Excesos
Hoy sólo lanzaré una pregunta o un pensamiento en voz alta. ¿Somos capaces los seres humanos de aceptar nuestras vidas? ¿Vivimos por encima de nuestras posibilidades ya que no somos capaces de aceptar lo que tenemos? ¿Qué nos ocurre?
El estado consumista que nos rodea nos invita en todo instante, cada segundo de nuestras vidas, con cada paso que damos a renovar nuestras ropas, nuestros bienes e incluso, embarcarnos en lujos en ocasiones superfluos o por pura apariencia.
Vivimos en una sociedad del exceso y la opulencia. Nos "emborrachan" con el exotismo y la tecnología, nos drogan con las ofertas que a fin de cuentas no son tal, nos adoctrinan con la teoría de la posesión y el derroche y nos embarcan en un endeudamiento "tan fácil" que cuesta resistirse. Reniegan de las drogas, limitan su posesión y su uso pero hay "drogas legales" tan deleznables como las ilegales.
El número de prestamos personales y los créditos rápidos son tan numerosos en estos días que asusta pensar que será de nosotros cuando no seamos capaces de afrontarlo sin llegar a "asaltar en los caminos". Creo que pronto volveremos a crear grupos de "piratas" urbanos que incapaces de sufragar tanto exceso, se lancen a las "aguas de las ciudades" en busca de puntales que sostengan nuestras resquebrajadas economías. Es fruto del capitalismo nos dicen, pues yo desde aquí reniego del capitalismo que vendido como quimera es tan demencial como manipulador, tan ruin como germen de la decadencia cultural y social.
El comercio de esclavos del euro/dolar comenzó hace muchos años pero es tan rentable que no se permitirá su abolición. Y cada día en lugar de viajar en barcos "negreros" viajamos en transporte público o en nuestras propiedades rodantes.
Este círculo vicioso es inagotable y gira y gira y gira sin permitirnos apearnos o tal vez sin que nos permitan apearnos porque hasta el miedo a la rebeldía y a la escapatoria es algo que nos han imbuido en nuestras vidas, en nuestras mentes.
Y la "vida" sigue...........
El estado consumista que nos rodea nos invita en todo instante, cada segundo de nuestras vidas, con cada paso que damos a renovar nuestras ropas, nuestros bienes e incluso, embarcarnos en lujos en ocasiones superfluos o por pura apariencia.
Vivimos en una sociedad del exceso y la opulencia. Nos "emborrachan" con el exotismo y la tecnología, nos drogan con las ofertas que a fin de cuentas no son tal, nos adoctrinan con la teoría de la posesión y el derroche y nos embarcan en un endeudamiento "tan fácil" que cuesta resistirse. Reniegan de las drogas, limitan su posesión y su uso pero hay "drogas legales" tan deleznables como las ilegales.
El número de prestamos personales y los créditos rápidos son tan numerosos en estos días que asusta pensar que será de nosotros cuando no seamos capaces de afrontarlo sin llegar a "asaltar en los caminos". Creo que pronto volveremos a crear grupos de "piratas" urbanos que incapaces de sufragar tanto exceso, se lancen a las "aguas de las ciudades" en busca de puntales que sostengan nuestras resquebrajadas economías. Es fruto del capitalismo nos dicen, pues yo desde aquí reniego del capitalismo que vendido como quimera es tan demencial como manipulador, tan ruin como germen de la decadencia cultural y social.
El comercio de esclavos del euro/dolar comenzó hace muchos años pero es tan rentable que no se permitirá su abolición. Y cada día en lugar de viajar en barcos "negreros" viajamos en transporte público o en nuestras propiedades rodantes.
Este círculo vicioso es inagotable y gira y gira y gira sin permitirnos apearnos o tal vez sin que nos permitan apearnos porque hasta el miedo a la rebeldía y a la escapatoria es algo que nos han imbuido en nuestras vidas, en nuestras mentes.
Y la "vida" sigue...........
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